Minicuentos

Saliendo de la rutina

Al caer el atardecer crucé un peligroso pantano lleno de hambrientos cocodrilos, seguidamente llegué a una gigantesca aldea indígena, ahí luché contra poderosos guerreros que intentaron matarme con sus lanzas y cerbatanas, luego escalé una rocosa montaña de la cual estuve a punto de resbalar y caer al vacío tres veces, sobre la cima de la montaña encontré las ruinas de lo que fue alguna vez una importante civilización, entré y minutos después de búsqueda, hallé por fin la tumba del gran emperador, después de abrirla, hallé el esqueleto adornado con ofrendas que el pueblo hizo para honrar su muerte, tales ofrendas fueron: brazaletes, collares, anillos, coronas, todos esos objetos hechos de oro fino. Sin embargo no era lo que yo buscaba, le di vuelta al cadáver y encontré el cetro real, del cual dice la leyenda tiene poderes para destruir ejércitos enteros.

De repente temblé de miedo, porque escuché atrás de mi espalda un poderoso gritó que decía: -¡Pablo! cierra esa maleta y suelta el bastón de mi papá, ya es hora de la cena, come y ayuda a Marcela con la tarea, era mi esposa que nuevamente me devolvía al mundo real, total, uno siempre busca salir de la rutina, a veces uno quisiera tener una vida más interesante con mucha adrenalina; pero cuando no se puede, toca usar la imaginación e inventar mundos ficticios.      



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En el texto hay: misterio, ciencia ficcion, amor aventura

Editado: 07.12.2020

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