La Caída

Adrien pensaba que este último año de secundaria seria el mejor, su vida de superhéroe va muy bien e igual que su relación con su padre, sin decir que lleva de novio con Marinette seis meses, mejor dicho llevaban debido a un mal entendido. Ella termino con el, como no le creyó Agreste se encuentra triste, sus amigos lo habían invitado a una fiesta a casa de Lila. La joven se había vuelto más cercana con todos, por eso había accedió a ir.

A la mañana siguiente.

Para Adrien la fiesta fue maravillosa, pero hasta cierto punto. Luego de aquello, el resto de la noche fue borroso para Adrien, cuando abrió los ojos se encontró en un lugar desconocido. En donde había dormido no era su cama y tampoco el lugar era dormitorio y para peor se había dado cuenta que estaba vestido solo con sus boxers, al ver los rayos de sol que entraban por la ventana que esta tenía las cortinas abiertas, sabía muy bien que era de mañana. Se giró para ver el otro lado de la cama que estaba vacía, tuvo éxito en lo que había hecho durante la noche anterior y esta situación lo llevó a entrar en pánico. 

Antes de que pueda experimentar, una mano lo agarró por el brazo y se dio la vuelta para encontrarse con un beso tierno y apasionado. - Buen día, Golden Boy - ella realmente había cumplido su sueño esta vez.

La noche anterior.

La fiesta se había acabado, los chicos y Lila habían dejado limpió donde se ve más visible. La joven castaña había grabado, que mañana viene su empleada y que ella puede ordenar. Estaba por apagar las luces, cuando oyó un leve ronquido. Fue con temor a ver y se dio cuenta que provenía detrás del sofá. Al dar la vuelta, llevo una gran sorpresa al encontrar a Adrien Agreste

Cariño, despierta. Adrien - le dijo, mientras lo movía. Poco a poco comenzó a despertar

El miraba para todos lados, ella se había dado cuenta que no sabía en donde estaba - Hola, soy Lila. Estás en mi casa, parece que bebiste un poco de más y te quedaste dormido detrás del sofá. - Adrien se puso colorado - la fiesta acaba de terminar, dame tu mano para ayudarte a levantar - cosa que hizo y se levanto a los pocos segundos.

Gracias, Lila - dijo, mientras que ella lo acomodaba en el sofá para que tomara asiento. 

Ambos se miraron - de nada, fue una fiesta muy divertida - exclamó Lila. Mientras estiraba los brazos, antes de caer de costado en el regazo de Adrien. 

El descansoó su cabeza contra el respaldo del sofá con un suspiro. - Claro que sí. Sin embargo, es un poco solitario sin todos aquí.

Igual que tu hogar - le respondió. A la vez que rodó sobre su espalda, su columna vertebral se curvó sobre sus piernas mientras su cabeza y hombros descansaban sobre el próximo cojín del sofá. - supongo que por eso viniste, tu padre ni su lacaya estaban en casa o me equivoco?

El rubio de cabello corto suspiro - algo si, en realidad

Como esta Marinette? - pregunto la joven de piernas largas.

Adrien miro para otro lado - esta bien - Lila le acarició la mejilla, hasta llegar al cuello de la camisa, que había creado su novia para su cumpleaños, como una excelente y pronta diseñada

Sucedió algo, nos llevamos mejor. Pensé que ella estaría aquí contigo - le dijo tranquila, esperando su reacción

Agacho su cabeza y suspiro - parece que terminamos

... Lo siento mucho - al no verla, sonrió. Se acercó a el, para abrazarlo y acariciar su cabello. - los conozco, lo que pueden arreglar

El solo asintió a esto - eso espero - la joven cerró los ojos y arqueó la columna, tratando de ponerse cómodo a pesar de las piernas de Adrián debajo de su espalda. Un repentino calor en su vientre le dijo que había descansado una mano allí, su pulgar frotando ociosamente de un lado a otro. Ante esto, Lila sonrió lo que tenía donde ella tenía mucho tiempo. Sabía de la separación de ellos, había decidido variar su limitación y que se tenía ebrio. 

Sin saber lo que hacia, el rubio comenzó acariciando los senos de la anfitriona, burlándose de los pezones hasta que se pusieron rígidos y pasando las palmas sobre ellos.

¿Cuándo te quitaste el sujetador? - supuestamente.

Minutos antes de caer en tus piernas, querido - le respondió, con una linda sonrisa y se encogió de hombros.

Adrien se sonrojo y rió por lo bajo, luego lentamente tiró del dobladillo de su camisa hasta que se arqueó debajo de su barbilla. Palmeando sus senos, suspiró y se movió en su asiento. La joven de piernas largas arqueó la espalda, empujando sus tetas en sus manos. Se relajó cuando el rubio la volvió a tocar, disfrutando de la atención que él le dio.

Su mano izquierda deambuló lentamente hacia abajo, sobre su vientre, hasta la cintura de su falda. Lila separó las piernas, la mezclilla ajustada subió hasta sus caderas. - ¿También te quitaste las bragas? - ella asintió, el se volvió a sonrojar - entiendo.

Su rostro se sonrojo, al darse cuenta del bulto prominente debajo de su regazo. Sus deben estar muy apretados, deben le deben doler. Decidiendo ayudar, extendió la mano y comenzó a buscar, desabotono los pantalones de el, hasta que liberó su pene y este saltó y se balanceó, la cabeza hinchada goteando.

Lila miró a su miembro primero con asombro, luego con desesperada necesidad. Palmeando la punta, frotó su pulgar sobre ella, luego arrastró su mano hacia abajo lentamente, cubriéndolo con sus propios fluidos. Ella declaró mientras lo bombeaba, hipnotizada por cómo se retorcía y chorreaba, en busca de liberación. Ella respondió su ritmo, excitada por los ruidos resbaladizos y la reacción visible que recibió de él. Pero sin creerlo, el se detiene, ambos se miran. Adrien gimió, tratando de empujarla de su regazó, pero su peso evitó que se moviera lejos.

No puedo, lo siento - dijo, el pensaba en la única chica que ama.

Ella sabía muy bien, en que pensaba el rubio - es por Marinette - contesto, el asiente. La castaña se levanto y tuvo una idea, para retenerlo. - la amas y lo entiendo, pero no puedes ir así a casa. - Adrien se le quedo mirando - las cámaras de seguridad, los guardias verán tu estado y le informaran a tu padre.