Extra
Diez años atrás…
—Joder Paul ayúdame, abre la maldita puerta.
Paulo había llegado a su límite, desde que pasó todo lo ocurrido con esa mujer él ha tenido que llevar todo por su cuenta y ya no puede más.
Solo han pasado cincos meses y ya no puede es demasiado para él solo, no puede solo con sus hijos y su hermano no la ayuda.
Y para el colmo está su trabajo que también él solo tiene que hacerse cargo, ser un lord no es fácil, estar en constante reuniones lo están volviendo loco.
—Sal maldita sea —gruño con enojo —, eres un maldito estupido.
Camina directo hacia la habitación de los gemelos y toma a sus hijos —Mis niños, lo siento mucho, soy un padre inutil.
Comienza a llorar enserio que está cansado su cuerpo está al límite, coloca en la cuna a los niños y rápido prepara un poco de ropa de ellos y suya toma a los gemelos y sale de casa comienza a conducir hacia las únicas personas que pueden ayudarlo.
Media hora después.
Con sus hijos en mano como pudo tocó el timbre. Cuando la puerta fue abierta uno de los mayordomo que lo conoce lo dejó entrar.
Rápidamente anunciaron su llegada y sus amigos bajaron corriendo —Paulo ¿qué pasa? ¿pasa algo con los niños? —ambos preguntaban a la vez.
Paulo le da un niño a cada uno y toma asiento en el mueble —No puedo más.
Un Arlet muy embaraza baja como pudo las escalera, le arrebata un bebé a Eros —¿Como que no puede más?
—Paul no me ayuda con los niños.
—¿Aún está mal? —preguntó Eros tomando asiento al lado de su mujer.
—Entonces realmente la amo —expresó Éber acariciando al pequeño quien se había dormido en sus brazos.
—Al parecer si, él aún sabiendo todo el la siguió amando o mejor dicho sigue —exclamó Paulo con enojo —, yo… creen que pueda dormir un rato tengo días que no duermo y realmente lo necesito.
—Los bebés son buenos y se portan bien.
—Ve sabes dónde ir, estás en tu casa —dijo Arlet abrazando al bebé.
Paulo confirmó deja la mochila de los niños a un lado y va directo hacia la habitación, realmente necesita descansar.
Eros mira a su amigo irse suspira con fastidio —¿Que podemos hacer por ellos?
—Desde hace días ronda algo en mi cabeza —dijo Arlet —, creo que tenga una solución.
—Una solución ¿Cuál? —pregunta Éber.
—Luna, es tiempo de que ella esté aquí.
—Luna…¿por que ella?
—Ella ama cuidar niños, ella puede enseñar cómo cuidarlos, preparar comida nutritiva, enseñarles a jugar, Luna es necesaria en este planeta —explicó Arlet.
—Pues hay que llamarla.
……
Editado: 01.05.2023