"prefiero la tranquilidad de la soledad, que la decepción de una mala compañía"
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Nueva en Astorville
𝑨𝒔𝒉𝒆𝒓 𝒘𝒆𝒍𝒍𝒔
8:47 am
Miras para todos lados, todos fingiendo que tienen la vida perfecta, que no pasa nada por sus mentes, separados porque son distintos, conviven ya sea porque son como ellos o por interés, para ellos eres un extraño, pero para ti, ellos son los extraños, unos con cabezas metidas en los teléfonos, los otros simplemente perdidos en su mundo, lo que pasa por sus cabezas solo ellos lo saben, por las de unos pueden pasar el como es cometer un asesinato, por otros como es morir, por la de otros como es estar locos, y por la de unos sencillamente nada.
Te das cuenta que si no eres igual a ellos eres un bicho raro, pero si eres igual eres una copia, nadie tiene personalidad diferente, deben de tener la misma para convivir o son destronados, una locura que hagas, adiós, despídete de la luz del día, porque esa locura que hagas te puede llevar a otra, entonces eres un peligro para la sociedad.
Todos somos jodidamente iguales, en pensamientos podemos ser distintos, pero tal vez en falsedad somos iguales, esto es Astorville, un pueblo en el que todos somos copias de copias; eres raro, no perteneces aquí, ni siquiera te atrevas a poner un pie aquí si no quieres ver la luz del día, no me refiero a que te maten, realmente sabemos poco de lo que hacen con la gente para ellos rara, pero los mandan a un lugar a las afueras del pueblo, las personas que son llevadas allá, ya no se vuelven a ver en el pueblo.
Esto si que era la jodida prisión de los pensamientos
Pero esto no bastaría para mis tres demonios.
Acompañe a Winter a su primera clase, es un año menor que yo, pero me entiende como nadie, después de que la deje en matemáticas, me dirigí a mi clase, persona que pasaba, persona a la que saludaba, ni siquiera conocía a la mitad de ellos, de hecho a nadie, todo sea por seguir viendo la luz del día; llegue a la clase de química, todas las personas entraban y se sentaban, así sentados en sus sillas era como hablaban, ni siquiera para hablar con la persona de la esquina se paraban, esta gente parece perro entrenado.
Un nuevo ciclo escolar, lo que significaba nuevos profesores, a unos de ellos los conozco porque me habían tocado anteriormente, antes de que llegara el profesor o profesora, me quite la sudadera, hasta en esto tenias que ser perfecto, fue un profesor el que entro, Alfred Cortez, estatura de aproximadamente 1.70, algo calvo, con lentes, su traje elegante, este profesor el año pasado me dio artes.
Una persona comenzó a tocar la puerta, el profesor la abrió, una chica pelinegra, calculo que de altura 1.65 o 1.68, era mas baja que el profesor, llevaba un vestido rosa de manga corta que llegaba justo a las rodillas, unos tenis blancos y su mochila, hablo con el profesor y fue que entro.
-Jóvenes, una alumna nueva se integra, por favor preséntate, de donde venias, tu nombre y porque estas aquí - chica nueva, solo que tenga un error y que se despida.
-Mi nombre es Lilith Benett, vengo de Toronto, Canadá, mi familia y yo nos mudamos aquí por el trabajo de mi padre - que nombre tan mas peculiar; el profesor asintió y le dijo que tomara asiento, estaba concentrado en los garabatos de mi cuaderno que en prestarle atención a la pelinegra, en un momento sentí un aroma fuerte de perfume, por el rabillo del ojo vi a la pelinegra, no le dirigí la palabra, realmente es lo que menos quiero.
El profesor comenzó con la clase, todos anotando y en silencio, la pelinegra se iba a levantar pero la jale del brazo - oye - soltó en chillido.
-No querrás hacer eso pelinegra, siéntate y solo pon cara de muñeca - la pelinegra no entendió, pero ya no se levanto, la clase continuo igual de aburrida.
Al salir estaba Winter en la entrada - vamos a comer - asentí y la abrace de lado para dirigirnos a la cafetería, estuvimos en la fila hasta que llego nuestro turno, tome una manzana y una sopa instantánea, Winter pidió la ensalada, fuimos y tomamos asiento en una mesa sola, me empezó a contar como le fue en su clase, la pelinegra sin preguntar tomo asiento a un lado de Winter, alcé la mirada para verla, me encontré con unos ojos azules.
-¿Que fue eso, en clase? - a esta si alguien no la ayuda, no va a estar mañana aquí mismo.
-Mira, pelinegra - me detuvo.
-Soy Lilith - corrigió.
-Aja, tienes que ser perfecta de pies a cabeza, un movimiento o una palabra, y no vuelves a ver luz - dije en un susurro.
-Pero ¿Por qué? - pregunto también en susurro.
-Solo se una flor delicada, pon la cara mas feliz que tengas - hablo Winter sin darle importancia, antes de que la pelinegra hablara la campana sonó indicando de nuevo clases, nos levantamos y empezamos a caminar para dejar las bandejas.
-¿Sabes donde esta historia? - genial le tocaba otra clase mas conmigo
Le indique con la cabeza que me siguiera, me despedí de Winter y le dije que hasta la salida nos veíamos, hubo un silencio incomodo mientras andábamos al salón de clases, supongo que para ella lo fue, una ves llegamos entro y entre, me senté en la esquina del salón junto a la ventana, la pelinegra de nueva cuenta se sentó a un lado mío, ¿no se podía sentar en otro lugar?.
Me desagrada convivir con gente que no sea Winter, si saludo o le dirijo la palabra a las personas es por ser falso, no porque me caigan bien o porque quisiera entablar una amistad con ellos, la profesora Stevens se presento ante todos y comenzó la clase, esta clase me disgustaba, aburre en pocas palabras.
La pelinegra tomaba notas, al acabar la clase, le eche un ojo, trate de no burlarme pero lo hice - portada de unicornio, ¿estas bien?-.
La pelinegra levanto una ceja y se cruzo de brazos - oye, es una linda portada, y si estoy bien -.
Editado: 06.05.2021