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Charles...
Es grato dormir con alguien y saber que no esta soñando con tu dinero, con lo que le puedes ofrecer; se siente bien.
Les confieso que es la primera vez que una mujer me llena, que no solo me da sexo, que me hace el amor pero se siente aun mejor saber que eres el primero y único que ha llevado a esa mujer a las nubes.
La veo dormir junto a mi y no lo creo, su hermosa cabellera a un lado, su espalda desnuda, sus mejillas aún algo coloradas; ella es hermosa...
La noche anterior es hoy unas de mis favoritas, su desnudes, su inocencia, su forma de besar, lo hicieron perfecto.
Continuo viéndola dormir hasta que el sonido de mi celular me interrumpe el momento.
Lo tomo de la mesita de noche sorprendiéndome a ver el nombre de la persona que me llama "David".
David es mi mejor amigo, no suelo hablarles de él porque hace un año se fue de buen samaritano a África y no solemos hablar mucho. Por eso mi sorpresa.
Me apresuro a contestar:
-Hermano.
Salgo de la cama, me coloco unos bóxer y salgo de la habitación para no despertar a Helena.
-¿Por qué no estas en tú casa?
-Larga historia... Espera. Estas en mi casa ¿cuándo llegaste?
No lo puedo creer, este idiota llego de África y no me aviso.
-Llegue ayer, pero ya sabes debía acondicionarme antes de salir a recorrer la ciudad.
-Eres tan superficial.
-Pero me amas así ¿dónde estas?
-En... Estoy ocupado.
-¿Cómo se llama?
-Lo hablamos luego.
-Esta bien, nos vemos a las 10 en tu casa.
Dicho esto corto la llamada, aún no me lo creó, llevaba meses sin poder hablar con él, en la parte de África en la que se encontraba no era común la conexión a internet o la recepción de satélites.
Entre a la página de internet de un restaurante que me gusta mucho y ordene el desayuno.
-Desperté y no estabas.
Me giro al escucharla, esta a mitad de la sala cubriendo su cuerpo con una sabana blanca.
-Salí a contestar una llamada, no quería despertarte.
Sonrió.
-¿Cómo amaneciste?
-Excelente- dijo con una sonrisa
Quedo suspendido en el espacio y tiempo viendo su sonrisa, me acerque a ella y la abrace.
No soy un niño, sé lo que quiero y mucho más lo que siento, sé que han de pensar que la estoy utilizando o algo similar pero esto es honesto. Me he enamorado de ella y ella de mi, aunque, mi conciencia me castigue por las noches por mentirle, mi corazón me alentara en las mañana cuando recuerde porque ella es especial y cuando siento sus labios sobre los mios.
La amo, quiero tenerla a mi lado siempre, cuidarla, que nada le falte, hacerla feliz.
-Te amo.
Cuando vine a reaccionar ya lo había dicho esas dos simples palabras ya habiendo salido de mi boca, aunque no me arrepiento de haberlas dicho.
-Yo también te amo.
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Tomamos una ducha juntos, desayunamos y luego la lleve a casa, no porque quisiera dejarla sino porque debía ver a David.
Llegue a mi casa justo a la hora que quede con David. Al entrar a casa le veo sentado conversando con Charlotte y un The times doblado sobre la mesa.
Esta más delgado y moreno de lo que en realidad es, lleva unos jeans y una camisa remangada hasta los codos, muy sencillo para como lo recuerdo.
-Veo que llegaste con un poco de sencillez.-le digo en forma de broma mirándolo de pies a cabeza; David es el tipo de hombre que sino es bien vestido y de traje no sale de casa.
- No hermano, debo ir de compras, nada me queda.
-David acabas de sonar a mi.- bromeo Charlotte entre risas.
-¿Estás seguro que volviste más humilde o gay?
-Chico, chicos; como no me interesa la respuesta los dejare solo - tomo su bolso que hasta ahora me percató se encontraba en la encimera y se dirigió a la puerta.
-¿Cuéntame de Helena?- dijo tan directo que me dejó sin poder articular palabras durante algunos segundos.
-¿Qué?- logre decir.
-Si, la chica con la que sales en el periódico.
-¡¿Qué!? - no sé si fue un grito o qué pero si lo primero me sorprendió no quieran imaginarse lo que me causo ahora.
-¿Nos haz visto el periódico de hoy?
-No he tenido tiempo.
Pero que estoy haciendo debería estar leyendo The times ahora mismo.
Tome el periódico de la mesa, no tuve que abrirlo para poder ver la fotografía, estaba en primera plana, una fotografía de Helena y yo en la mesa, “Hartmont apostándole al amor”.
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Editado: 05.05.2021