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La primera noche que amanezco en casa de Charles, después de una noche magnífica despierto con unos cuantos malestares.
Lo que inmediatamente me puso a pensar y desperté a Charles.
Lo remuevo en la cama hasta que inicia a abrir los ojos.
— Cariño— dice al abrir los ojos.
—Charles...
No sé cual sea la expresión de mi rostro en este momento pero Charles se incorpora rápidamente en la cama
—¿Qué sucede Helena?
Vacilo en mi mente varios segundos.
—Helena...
—Tengo una semana de retraso, Charles.
—¿Eso qué tiene de malo? Vamos a casarnos.
—No... no Charles. No quiero ser madre. No puedo.— dije casi histérica.
Charles me miró y vi en sus ojos una chispa de decepción. —Si él lo entendiera— estoy bien con Derick.
— Está bien— consiguió decir luego de varios minutos —llamaremos a la Dra. Pyston, es la mejor ginecóloga del país, además una buena amiga.
Asentí.
Se paro de la cama y tomo su teléfono; caminó de un lugar a otro mientras hablaba, daba ordenes sin parar y veo que el Charles que es conmigo no lo es con todos.
Lo dejo dando ordenes y entro a ducharme.
Minutos después lo siento entrar en el cuarto de baño, enjuagó mi pelo y salgo rápidamente envolviendo mi cuerpo en la fina toalla.
Lo escucho murmurar algo pero no le presto atención. Encuentro un vestido amarillo perfectamente colocado sobre la cama, su accesorios y tacones al igual que la noche anterior.
Me visto rápidamente y recojo mi pelo en un moño alto, sin nada de maquillaje en mi cara, salgo de la habitación de Charles con destino a la que se está quedando Derick, entro sin tocar y le veo entrando su camisa por dentro de su pantalón.
Luce tan lindo mi pequeño, lleva una camisa de color azul, jeans y zapatos negros y su pelo alborotado que nunca puede faltar.
—Buenos días,Helen.
—¿Cómo amaneciste?
—Genial, está cama es enorme.
—Me alegra que hayas dormido bien.
Lo veo terminar de arreglarse y le digo:
—Vamos a desayunar— salimos de la habitación y ya en el pasillo le pido que se adelante para ir por Charles a la habitación.
Entro a la a habitación y lo encuentro viendo la televisión plasma en la pared; es su abogado hablando y un encabezado que dice: "Charles Hartmont se casa"
—Nunca dijo que si Charles.
— Pero tampoco dijiste que no.
—¿Sabes todo lo que inventaran ahora?
—No lo hubiera mandado hacer si fuera malo para ti, tranquila. Solo confía en mi y todo saldrá bien. — me abraza y lo beso.
Bajamos a desayunar, fue algo rápido debido a que a la mitad llego la ginecóloga.
Me dió algo de vergüenza al principio pero luego paso.
—Hola Helena, mi nombre es Mary Luu Pyston buena amiga de Charles y espero nos entendamos para ser tú ginecóloga.— me sonrío, una sonrisa sincera de esas que te hacen saber que es una buena persona, quizás por eso sea amiga de Charles.
Es alta, pelo negro y ojos azules, es hermosa. Créanme hermosa, esta bien bronceada lo que le da una auge Mediterráneo por su color de ojos parece griega.
Me reviso, hicimos una prueba de embarazo que por suerte dio negativo y quedamos en inyecciones como método anticonceptivo porque no creo poder con lo estricto de la píldora. Al terminar vamos al vestíbulo, con Charles despedimos a su amiga.
Charlotte...
Ya veo... sé cuál será mi próximo golpe a Helena y Charles, pienso al ver unas fotos de Anne luu saliendo de la Mansión Hartmont.
Tomo un bolígrafo y una libreta e inicio a escribir el artículo que dará la vuelta al país en unos minutos.
Sonrío con malicia al ver lo que he escrito y veo que es justamente lo que necesito. Otro golpe bajo a la reputación de la andrajosa de "Helena James".
Tomo mi teléfono celular y le marcó rápidamente a Joyce, al tercer tono contesta:
— Mi Princesa, ordene y mande.
Así me gusta, los peones bien alineados.
—Ay amor! Que lindo. Bueno te enviaré unas fotografías para que terminen de ser editadas y una escrito para que rápidamente sea publicado en la página y enviado a cada una de las revistas digitales y periódicos.
—Esta bien, envíamelo para ver que tenemos. Y recuerda lo que te pedí.
—Claro amor. ¿Cómo olvidarlo? Verás cómo pronto lo tendrás.— Dicho esto corte la llamada poniendo los ojos en blanco.
Peino un poco de mi hermosa cabellera con las manos, me pongo de pie y voy hacia mi pequeña, tiene unos días aislada sin salir de su jaula.
Tomo a Lulu en mis manos y la coloco en mi cuello mientras sostengo su boca; que niña más hermosa la que tengo.
Juego con ellas varios minutos hasta enrollarla en mi mano, es una serpiente hermosa.
Pienso unos segundos lo que me pidió Joyce hace unos días, tomo mi celular y lo pienso un poco más. Al final me decido, de todas formas nada se relaciona conmigo.
Le envió lo que me solicitó, lo cuál conseguí el mismo día y no se lo había enviado porque se esto terminara muy mal.
Pero no me importa... lo que sea que saque a esa Andrajosa del camino de Charles me conviene.
Helena...
Converso unos minutos con Charles entre besos y risas, para luego dirigirme al salón donde me espera la señorita Shenoa.
Al entrar la veo sentada con las piernas cruzadas mostrando un poco de sus muslos por su corta falda blanca Marfil.
Al percatarse de mi presencia se pone de pie y con una y con un flamante ánimo me saluda con un beso en la mejilla, "si el beso de Judas" .
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Editado: 05.05.2021