Moonman

Capítulo 15

Los dos dejamos de vernos para mirar hacia Dafne, apretando un poco mi refresco, se sentó de nuevo conmigo entregándomelo, le iba a agradecer pero uso su mano izquierda para taparme la boca.

  • Yo no iba hacer eso, solo la iba a despertar para que no llegara tarde a la cita del doctor. – Le saco la lengua a MoonMan y yo me reí. Ella volteo a verme. – No sé porque te ríes, no me tienes tan contenta que digamos. – Me calle al instante. – ¿Qué tal el desayuno? ¿La compañía fue buena? – Tomo su malteada de la mesa y le dio un sorbo.

 

  • Gracias por el desayuno, te quedo excelente, y sobre Ana… – Dafne rodó los ojos. – Bueno, estuvo bien, supongo, esperaba que te quedaras conmigo. – Confesé.

 

  • Pues yo esperaba solo desayunar contigo. – Abrí los ojos como platos. – Creo que lo dije en voz alta, pero en fin… la verdad dudo que me extrañaras a esa hora de la mañana, no quería interrumpir la misión “Conquista” con la chica. – Trato de sonreírme pero en realidad salió una mueca de amargura en su precioso rostro.

 

  • Hablando de misiones… – Miramos a MoonMan. – ¿Cómo te fue con el doctor? – Tome algo de mi refresco y mire a los dos antes de decir algo.

 

  • Bien… es todo lo que diré, la verdad no quiero hablar de nada más. – Sin mirarlos esta vez tome la hamburguesa con mis manos y la acerque a mi boca para morderla otra vez.

Cuando ninguno ya no dijo nada, una parte de mí se alegró, continué comiendo hasta que no puede más, termine mi refresco y guarde parte del dinero que me queda en mi bolsillo derecho de la parte delantera de mi pantalón. Al recoger la mesa, tome los vasos vacíos de las malteadas colocándolas en la charola donde me entregaron mi comida, me puse de pie y camine hasta el bote de basura más cercano para depositar todo y deje la charola sobre la tapa. Mire a mi alrededor y al no encontrar a los chicos en la mesa me dirigí hasta la puerta de entrada/salida. Sorprendentemente Esmeralda llegaba con sus amigos, me hice a un lado para dejarlos pasar.

  • Miren chicos… es la rarita. – Comento Estefanía y todos se rieron pero mi hermana no comento nada. – ¿Dónde está tu novia Camila? Lo más seguro es que ya te haya dejado por un chico que si valga la pena. – Y todos volvieron a reírse.

 

  • Déjala en paz Estefanía. – MoonMan apareció detrás de mí. – Y compórtate como una dama. – Si hay una guerra ahora mismo debe de ser de miradas. Los chicos se acercaron a mí y yo me asuste de sobre manera que mi cuerpo comenzó a temblar.

 

  • ¡Ya! – Les dijo Esmeralda. – Mejor solo comamos, y no perdamos el tiempo con ella, no necesita recordar siempre lo rara que es. – Dafne apareció al tiempo que mi hermana terminaba su oración y junto con MoonMan tomaban mi cuerpo para sacarme de ahí.

Camínanos unas cuantas cuadras hasta llegar a un parque, el cielo se nublo de nuevo, al sentir que ellos dejaron de moverme, mi cuerpo reacciono y corrí un poco hasta llegar a los columpios, me subí a uno y comencé con el vaivén de movimientos de adelante y atrás para tomar impulso y así, solo cerrar los ojos. El viento golpea mi rostro, dejando que mi frustración se libere soltado lágrimas de molestia. Me aferro con mayor fuerza con mis manos para no soltarla la cadena, mi cara arde y el frío crece.

El latido de mi corazón llego directo a mis oídos, como si me estuviera reclamando el exceso de energía que no podía gastarme en una sola acción. Cuando deje de moverme solo espere que la fuerza disminuyera con el tiempo, así, solo me quede sentada en el columpio viendo al horizonte, comencé a respirar por la boca, y más lagrimas seguían cayendo por mis mejillas, sentí como un cuerpo me abrazaba desde la espalda, su calor me golpeo tan fuerte que sentí desfallecer.

  • Habla conmigo, no pienso dejarte sola. – Beso mi nuca. – Camila, por favor. – Se alejó y después la vi frente a mí.

 

  • Estoy bien. – Le sonreí.

 

  • Sé que no, no te afecto lo que la chica dijo, pero sí que lo dijera tu hermana. – Tomándome de las piernas, se colocó de rodillas. – Ella está molesta y parece ser que la gente es hiriente cuando habla en ese estado. – Negué con la cabeza.

 

  • Ella sabe lo que hace, no me sorprende que la gente la critique, conoce a sus amigos y lo que son, se comporta igual o peor que ellos en muchos casos que me han contado, y tal vez creas que necesito verlo para creerlo, pero no, sé que tienen razón… así no puedo defenderla y muchas personas antes de conocerme me comparan con ella pensando que somos iguales. Yo no le haría nada a nadie si fuera posible. – Me puse de pie y Dafne hizo lo mismo.

 

  • Las personas se equivocan, es natural ser imperfectos. – La mire a los ojos y después aparte la mirada.

 

  • Eso no significa que no seamos iguales. – Mire a MoonMan a lo lejos de nosotras.




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