No podía contenerme, estos días he estado demasiado sensible y saber que esto me traerá nuevos problemas con mi padre no me reconforta en nada, mire al piso y note como mi cuerpo tiembla con lentitud ante su acercamiento. Sus brazos fuertes me atraparon desde la espalda, y no me pude resistir, lo abrace como pude, llore sobre su hombro. Con suaves caricias, sus manos en mi espalda. ¿Dónde quedo toda mi fuerza y valentía? La debilidad me consume, y no la detengo… vulnerable, es la manera que puedo sentirme ahora, pero no quiero pedir ayuda. Sé cómo luchar día con día, hasta contra la muerte, con cada una de mis células, mis lágrimas, mi sangre y mi pequeño corazón herido.
Nunca entendí porque la gente se complicaba tanto en ser feliz con la persona que ama, pero ahora lo sé, mi padre no es como mi madre, no puede entender lo simple y bello que puede ser… amado por cualquier persona, sin importar su sexo. Sé que no me perdí de nada, o que tengo que aprender sobre el amor. Se lo que pasa conmigo, y solo quiero que pueda entenderlo.
Y el solo se quedó callado, y no puede resistirme, ahora siento una gran indiferencia. ¿Se puede dejar de amar a alguien solo por sus preferencias sexuales? Las personas se deberían abrir de una manera donde todos tengan la capacidad de tolerar y respetar. Hay cosas importantes en la vida y la felicidad de un hijo, esto es un ejemplo de eso, pero aun así las dudas existen porque… poco o mucho, bueno o malo, chico o chica, nada parece complacerlos.
Salí detrás de él, viendo como mi madre negaba con la cabeza para impedirme seguir adelante y seguirlo hasta nuestra casa. Quiero decirle que lo amo, pero no sé si dudar sobre ese amor de padre que tiene para mí. Mire a mi madre, después a mi hermana y mi vista se nublo con pequeñas gotas saladas. ¿Por qué ahora? Nunca descansa mi pobre corazón y solo necesito de todos ellos.
Solté un suspiro, me mire al espejo y trate de regalarme una sonrisa. Termino siendo una mueca con un sollozo saliendo desde lo más profundo de mi corazón. Por una parte quería tratar de parar el llanto, pero no lo hice. Tenía que permitirme llorar lo necesario, aun cuando fuera el día entero, todo para sentirme bien. Mire de nuevo el espejo, Dafne estaba detrás de mí, me sonrió un poco y cerro la distancia para abrazarme.
Todo el pequeño tiempo que conozco a Dafne, es como vivir con la misma esperanza, siempre sonríe y dice que todos los días son diferentes, pero buenos; con su risa contagiosa me despierta todos las mañanas; recordándome que debo amarme por lo que fui, por lo que soy y por lo que seré.