VIII-Es el miedo

Yo quiero que alguien me escuché. Que alguien que esté dispuesto a hacerlo o que alguna vez me haya preguntado: ¿Qué te pasa? Solo existe una sola persona Ms Oyola. Y nadie más se ha dignado en preguntarlo. Pero como había dicho antes. El miedo es quien me atormenta. Porque no me deja hablarle. No me deja decirle. Y yo necesito desahogarme. Las palabras han estado en mí boca a punto de salirse para decirle a ella. Pero el miedo evita que pueda hablar. Porque durante todo este transcurso hay una persona que me da miedo. Porque cualquier cosa que digo hago y escribo lo toma a lo exagerado. No voy a decir el por qué, no sé, siempre me ha estado molestando y molestando. Parece ser que no se lleva conmigo ni por nada. Una estúpida psicóloga que lo que hace es meterme miedo y amenazarme con que le dirá a mi madrastra todo lo que haga. Y lo que no sabe es que cada vez que va decirle algo de mí me castigan y bien feo. Pero aún así quiero decirle a Ms Oyola porque está empeñada en que le diga. Me pregunta me pregunta y me atasco sin poder decirle, ya que después de todo aquel problema con mi mentalidad traumada prefería quedarme callada sin decir cosas incoherentes. Y ni modo que a pesar de que mi corazón está sanado los pensamientos esos horribles no fueron borrados, y cada vez se hacen más vivos. Están tratando de lastimarme otra vez y cada día que pasa sin poder decirle destruyen la pared de protección que había creado mí corazón gracias a las enseñanzas de ella.

¿Qué voy hacer, cuándo podré decirle alguna vez? ¿Cuándo? Me da rabia para colmo ¿saben qué? mientras estoy escribiendo esto estoy llorando. Porque las lagrimas son lo único que sale de mí. Ni palabra ni suspiro, pequeñas gotas de aguas de dolor y miedo se apoderan de mis mejillas ya cansadas de esa corriente agua que brota de mis también cansados ojos.