Una ilusión antes de poder ingresar al camino

Conforme seguían avanzando, todo parecía ponerse más extraño y, el simple hecho de que no se derritiera el panel por el ácido que comenzaba aparecer en la tierra, era toda una hazaña. El marco entre la realidad y la locura podía verse en este lugar.

Sin poder dejar que el sueño les ganase, decidieron turnarse para poder continuar el viaje. Es por ello que, entre el silencio que acompañaba la travesía, no era buena idea el dormirse ni fácil el conciliarlo. Pero, para no poder terminar cometiendo un error que les perjudicara a todos, tuvieron que esforzarse.

Entre la luz de la luna, que en este momento era tan blanca como una perla y su luz era tan inmensa que dejaba ver con una claridad indescriptible entre la sombría noche. Las marcas de las sombras de la naturaleza que en cada momento estaba teniendo un cambio sin fin, las leyes parecían estar a punto de ser cada vez más quebrantadas al notar que algunas plantas no estaban más que flotando en lugar de estar tocando el suelo. Esto no hubiese sido posible lograr notarlo si no fuera por la luz de la luna que reflejo a través de estas y dejando ver el orificio que era de aproximadamente unos cincuenta centímetros entre el suelo y el aire pero, debido a las malezas que crecían a su alrededor no dejaba lugar a poder notarlo con anterioridad. Todo lo que restaba por hacer era mantener el control de lo que ocurría y, sin siquiera dejar que esto les afectase por completo a lo poco que les quedaba de razonamiento, mantuvieron la vista al frente hasta haber recorrido una gran distancia.

Entre la incertidumbre que les esperaba en este lugar, todo empezaba a algo distinto de lo que era al principio al ser que les guardaba muchos más misterios como lo que está más allá de sus razonamiento. La pérdida de memoria, que hasta este momento parecía un gran obstáculo, parecía que era sólo cuestión de tiempo para que la pudieran recuperar pero el simple hecho de que no conozcan el tiempo que tarde para que esto suceda, no les mostraba una gran salida ni mucho menos era confortable en poner sus esperanzas en lograr recobrarla.

Durante este corto periodo de tiempo que había transcurrido, algunos conceptos habían recordado como era algunas funciones que tenía el panel y lo que les podía ayudar para mantenerse en este viaje. Sin embargo, al sólo saber que este se encontraba equipado con algunos armamentos, el poder activarlos todavía parecía ser un completo misterio por resolver.

De esta forma, el encontrarse con una señalización que estaba escrito en algún idioma antiguo que ellos no conocían, podría ser alguna señal de advertencia que fue puesta para que no se adentren más en esta búsqueda o posiblemente pueda ser el nombre del lugar en el que se encontraban. Es por ello, que sin pensar lo por mucho tiempo, tomaron una foto de esta y continuaron el avanzando antes de que toda esta locura los llegase alcanzarlos y volver a envolverlos hasta dejarlos sin una salida de la misma.

Al ser que no podían entender lo que estaba escrito en aquel letrero, tuvieron que decidir en qué camino continuar su viaje. Después del letrero, había dos caminos que conducían en direcciones diferentes pero sólo una de estas los llevaría hasta alguna aldea cercana o un lugar seguro, o era lo que esperaban poder conseguir.

Al no conseguir una forma de elegir un camino y ver que había unas luces que cambiaban constantemente que se acercaban a ellos, no tuvieron otra opción más que dejarlo a la suerte. Entre un juego de cara escudo de una moneda que llevaban consigo, fue que el destino de ellos fue puesto en marcha.

Al caer la moneda en cara, deberían de tomare el camino de la derecha y si era escudo, tomarían la de la izquierda. La moneda que, al lanzarla al aire, giraba y giraba, al caer en la mano de uno de ellos, termino saliendo cara, así que tomaron el camino de la derecha. Aunque todo esto parecía muy absurdo el poner sus vidas en un juego como este, el no contar con sus recuerdos, no les quedaba otra manera de decidir la acción a tomar. El camino de la derecha, que era como una copia idéntica de la de la izquierda, tenía una pequeña diferencia, además de estar en el lado derecho, el cual era el contar con una ligera iluminación mayor que la otra. Esto no les parecía un poco sospechoso después de ser testigos de todo lo que hab'+ia estado sucediendo desde que llegaron a este lugar.

Entre la luz de la luna que bañaba por completo el camino y la estrellada noche, el camino que tomaron no parecía que hubiese algo malo en este sino que era todo lo contrario de lo que esperarían ver, era de lo más normal y encajaba con los pequeños conceptos que habían recordado también del lugar de donde venían. Así que, sin siquiera dejar que el miedo siguiera alimentándose más de su ser, todos empezaron a tener una gran satisfacción.

Conforme pasaba el tiempo, a pesar de no estar totalmente preocupados, había algo que les incomodaba conforme el reloj continuaba avanzando. Esto era como un camino sin fin que no podía ser más que una especie de desesperación para todo aquel que termine entrando en el mismo y como un gran cobijo para todo aquel moribundo y perdido en busca de la nada al no tener un motivo o lugar a donde regresar.

Conforme iban adentrándose más en las profundidades de este lugar, todo seguía siendo tan calmado sin mostrar ni un cambio desde que entraron, esto les comenzó, después de un tiempo, a da un mal presentimiento sobre lo que estaba por suceder.

Para poder dejar algún tipo de rastro, por si es que se encontraban dando vueltas en círculos debido a la parecido que era todo el paisaje. Sacando un hilo, amarraron esto en un árbol y continuaron nuevamente su camino. Al ser que este hilo era de aproximadamente unos cincuenta kilómetros de largo, tendrían que encontrarse con este o terminarse. Cualquiera de las dos opciones que pasara antes, sería la prueba de que si estaban recorriendo en círculos o no.