Prólogo.

Hace dos años (2024)

El viento sopla, las árboles se mueven en un vaivén, las hojas caen de forma melodiosa.

Enciende

Apaga

Enciende 

Apaga

Su mano jugueteaba con el encendedor, le encantaba jugar con fuego, la viva flama que reflejaba un ardiente deseo que su alma oscura anhelaba. Desde donde está; recostado en un pino suficientemente  alto y ancho para destacar, puede observar y escuchar todo lo que le rodea: carcajadas sin parar, declaraciones de amor, besos como un susurro perdido, algunas conversaciones sobre la vida, el tiempo, lo malo y lo bueno.

Enciende

Apaga

Pasos se aproximan a su ubicación. No se altera, porque ya los conoce perfectamente, años de compartir un mismo espacio, ideas que intercambiaban para no causar desorden. Ellos compartían un poderío que cualquiera no puede tener.

—¿Lo tienes como recuerdo o como un objeto de superación personal?.— El recién llegado se pone hombro con hombro a él. A pesar de no agradarle la cercanía de otros a la suya ya se acostumbró.

—Más bien como algo que debo obtener—Así sin más. El chico de cabello castaño sólo asiente mientras  mira el atardecer, ya sabe como es él y su respuesta a pesar de ser poca, es directa.

—¿Estás seguro de esto?, las cosas no serán fáciles .—El castaño mientras habla, se pierde en el enciende y apaga del encendedor.—Puedes volverte  loco ahí adentro o quien sabe y  se te suba el poder a la cabeza ocasionando que pierdas tu camino.— Sin expresión alguna, él niega y apaga su juguete para luego agarrar su mochila y cargarla.

—Yo no soy alguien común. Tus advertencias creo que son por algo más, las dejaré pasar.— Se gira para comenzar con su destino, cuando escucha su nombre fuerte y claro. Sin regresar a ver, el castaño habla.

—Ten cuidado con todos,nadie se salva ahí. La mierda los rodea constantemente.—El castaño sin saberlo, mantiene su mano en un puño.—No te dejes llevar por la sutileza que tienen como disfraz.— A penas termina, él sigue con su andar.

Enciende 

Apaga

"Yo también soy experto en la mentira, ellos son quienes deben temer", es lo que piensa mientras  una sonrisa maliciosa se apodera de su boca. Los sonidos rápidamente quedan atrás, la tranquilidad y paz se esfumaron.

No hay retorno por ahora, el juego comienza.