Mundo Inmortal: Realeza Inmoral

Capítulo 9.

Mi sangre es mi sudor, sólo es calentamiento.

| Miley | 

Las pisadas de todos se escuchan por el silencio. Meivon y Cerion están a cada lado mío, el último vino acompañado de su prometida—Emell—Jhosan va a cinco pasos de distancia. Mis padres son los que encabezan.

—¿Por qué  no he visto a ningún Kalems desde que llegué?—Mi pregunta es en un susurro.

—Los mandamos a que se relajen.—Cerion contesta.—Una cogida o dos, depende de que tan resistentes sean.—La miro incrédula, Meivon le da un puñete en el brazo, Emell suelta una risita y escucho a Jhosan bufar.

Mis padres están muy adelante por suerte, pero ellos si van con Rod su Kalems qué está de espaldas a nosotros.

Una risotada de Cerion disminuye la tensión.

—No. Mis papás cambiaron algunas cosas, no tantas pero algo.—Me abraza de lado.—Los Kalems en ciertos meses tienen por así decirlo su tiempo libre—Alzo las cejas, ellos son una unión normal, pero si fuera mi caso la ausencia de Ros afectaría a la larga.

—Por cierto, necesitas uno Miley.—Meivon habla pero con la mirada al frente— Somos seres auto suficientes, sin embargo existen situaciones que se nos van de las manos.—Asiento aunque no me ve.

—¿Dónde están ahora?

—Informé a Kiala la ubicación del entrenamiento.

Jhosan me mira por su hombro. 

—¿Ella es qué?

—La describiríamos como la líder del grupo Kalems.—Refunfuña a mi lado Cerion.

Nos callamos, y seguimos con el camino. No sé exactamente aunque tenga la idea de a donde vamos. Presiento que está un poco lejos del castillo.

~~~

Estamos a cinco kilometros de nuestra hogar.

En un pequeño cambo donde la yerba llega un poco más arribas de los zapatos. Es como un círculo, rodeado por los árboles.

Todos estamos vestidos con conjuntos deportivos, el mío es de color morado con el sostén negro a diferencia de mis hermanos que están con negro y azul.

Cada Kalems se pone cerca de su protegido.

Kiala, es una rubia con malicia en su mirada. Puede ser hasta gemela de Jhosan con su actitud y forma de ser. Es simpática y delgada, su animal es la cobra—espíritu de Jhosan—de un metro. Es buena para atacar y matar en una sola estocada.

No me saluda, sólo me mira.

No me cae bien.

Un chico risueño—Roker—, casi como Cerion. Es delgado pero con músculos, su cabello es de un rojizo marrón. Sus ojos cafés son astutos; defensa y ataque. Es un tigre blanco pero las rayas en ves de ser negras son doradas, su porte es considerablemente notable. A Cerion le da por su cadera.

Su mano se alza con una sonrisa completa.

Por último, está  una pelirroja bonita, Rhila. Sus ojos son verdes claros y tiene un cuerpo esbelto. Su estatura es un poco menos a la mía. Ella es tímida la mayor parte del tiempo pero es agresiva en peleas, tiene una coordinación perfecta para atacar con Meivon. Ella reprensenta un fenix.

Me sonríe sonrojada.

Los dos me agradan.

Unos aplausos nos regresa a la realidad.

—No será un contra todos, será contra Miley.—Pasea su mirada en cada uno.— Hagan lo necesario, no jueguen. Háganlo a su gusto pero mortal.—Mis dientes rechinan.

—No se puede padre. Ella no tiene un Kalems, ¿quieres masacrarla?—Meivon exclama eufórico. 

—Está bien Meivon, sabes como le encanta admirar la sangre caer.—Mis ojos fieros a los mi padre.

Cerion suelta el aire, Jhosan alza una ceja.

—Que comience entonces.

Últimas palabras de él para empezar.

Antes de caminar, de reojo veo a Leykow indiferente y solo en medio de dos árboles atrás de mis padres. 

Miro hacia arriba, la tarde se hizo nublada y fría.

Cada uno se pone a distancia encerrándome. 

Doy una vuelta sobre mis pies, viendo a cada uno. Esperando a cualquiera que empiece y eso no tarde.

Primeros minutos serán cuerpo a cuerpo

Luego estarán los poderes.

Jhosan como lo presentía se acerca:

Ataca, esquivo.

Siento a Cerion a mi espalda, me salgo entre ellos y agarro a Jhosan del brazo y lo pateo arrojándolo metros y a Cerion trato de darle un puñete en la cara pero se hace hacia atrás y me agarra del brazo para torcerlo. Siendo rápida me doy media vuelta y lo aprieto con mi brazo su cuello y lo golpeo contra el suelo para evitar a Meivon que viene a mi derecha.

Me alejo. Y mi mano se dirige a su nuca, pero la atrapa y me lanza contra un árbol. El dolor llega pero se va cuando me levanto.

Un chasquido me distrae. Marion se ve impasible, quiere más.

Mierda.

"Sabes que eres más, ¿Te estás dejando o qué?"

Ros se asoma en mi mente.

"Quiero analizar primero"

Corro a Jhosan, Meivon y Cerion actúan, pero sin verlo venir, cambio mi dirección y voy con todo al último, él se sorprende.

Mis golpes son rápidos, él no se detiene pero yo sí cuando otra vez los dos me rodean.

Y comienzan; patadas, manos, golpes. Ellos no dan descanso porque ven que yo no voy suave. Esquivo, pateo, agarro y lanzo. No me dejo y es ahí cuando Meivon me ataca son su poder.

Los tatuajes de su brazo derecho se mueven.

En un instante la fuerza de un campo invisible me deja en el piso. 

Voy enderezándome, me limpio la sangre y sonrío.

—Ya era tiempo.

Jhosan gruñe, y  Kiala se transforma.

Ella viene, sus ojos reptiles sonríen.

—¡Aún no Jhosan!—Cerion le grita.

—Ya escuchaste a nuestro padre decir antes, no es un juego y ella parece que estuviera jugando con nosotros.

Ella se acerca peligrosamente, así que de un golpe a la tierra; el suelo se sacude y raíces aparecen con espinas enredando a los dos que aún no atacan.

Jadeos de sus bocas.

—Mierda ¡Miley!, queríamos ser pasibles.




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