Lindo gatito,
Mágico animal.
| Miley |
Meivon acaricia mi cabello, yo mantengo mis ojos cerrados.
Sólo estuve inconsciente unos quince minutos. Emell trató de curarme con su poder pero no lo logró. Estoy tapada con una sabana desde la espalda baja hasta mis piernas. Mi brasier está roto, pero aún así mis pechos no se ven.
Las veces que me golpeó fueron eficientes en las consecuencias de mi espalda. Arde, es un ardor que me deja exhausta y con una ansiedad de tiempos pasados.
El látigo no es una normal. No estoy muy segura de qué material es, pero según Cerion—La primera vez que me pegó—me dijo que padre lo mandó hacer con una de las brujas de la Casa Negra.
La Casa o mejor dicho, las Casas; son donde las brujas viven, divididas de acuerdo a sus esencias:
Casa Negra: Ellas son de los conjuros que tienen que ver con el cuerpo. La curación, las que evitan envejecer o las que lo permiten (Depende del pedido de la persona) o la muerte. Sacrificios—que no son permitidos—.Todo eso con una cantidad considerable de dinero.
Casa Azul: Es la que se encarga de dar y recoger energía de la naturaleza para sanarla, la veneran completamente a ella y protegen a sus animales. Los Kalems—espíritus—forman parte de las cuevas que rodean a los bosques o pendientes que ellas poseen.
Casa Blanca: Ahí en cambio sólo está conformada por hombres. Son los que se ocupan de elaborar rituales como : bodas, bautizos y todas esas cosas en algunos clanes con las diferentes especies.
Las casas respetan a toda criatura, menos a los elfos. Ellos no son leales internamente, peor serán con las demás especies. Son engañosos, manipuladores y los que son perdidos se alimentan de las almas, son casi demonios. Babú, es un elfo, pero él ha sido la excepción. Su creadora lo ha convertido en un ser cauto y especial. Existen más así como él, pero son casi inexistentes.
En cambio, los vampiros de los clanes anhelan la sangre de uno. Pues les brinda una energía renovada a diferencia de las brujas que al tener poderes diversos y por parte de la naturaleza causa un choque contaminando la sangre del vampiro. Los vampiros de los clanes no tienen poderes pero si tienen el beneficio de nacer con un don. Son pocos los que contienen uno, los jefes sin embargo como mi tío—que dirige un clan—tienen poderes, pero sólo los de la sucesión de la realeza.
Así, por último: Los hombres lobos son los seres que están rodeados por una pureza genuina, pelean cuando deben pero no son impulsivos o buscan riñas con otras especies salvo que lastimen a su pareja eterna.—cosa que sucede muy poco porque son la minoría que han elegido—las casas idolatran su animal. Según ellas son los que dominan la naturaleza y al mismo tiempo forman parte de ella. Como un conjunto.Son guerreros formidables, caracterizados por ser combatientes justos. Su unión es hermosa desde mi punto de vista, es algo tan mágico y único. Ellos me cautivan enormemente, ya que sus lobos no se caracterizan por tener colores cafés o negros completamente; tienen rayas que los identifican según su fuerza y años de vivencia.
Nuestra ciudad es única y la existencia de los humanos no amenazan con cada uno de nosotros.Son protegidos por los ángeles caídos. Ellos no pueden involucrarse con cualquiera, pueden procrear pero con su misma raza, tal y como todos nosotros. También forman parte de un todo, aunque la mayoría sea una mentira.
—¿Dónde está Rhila y Roker?—Le pregunto a Meivon.
—Atrás de la puerta.—Me responde Emell que está sentada en las piernas de Cerion.
Frunzo el ceño.
—Déjenlos entrar.
Mis hermanos se miran pero aceptan y Emell se levanta para dejarlos pasar.
Los dos entran tímidos, más Rhila pero me saludan y se quedan parados.
—No, tomen asiento por favor.
—Tan linda la princesa.—Exclama Roker divertido.
Ros le clava la mirada. Celoso.
—¿El idiota de Jhosan?
Mis hermanos cambian su expresión interrogante.
—Está en su cuarto, Nyca llegó hace algunos minutos. Ella está con él.
Ja.
—¿Qué te hizo ver Miley?
Miro a Meivon ante su pregunta, y lo sucedido llega a mi mente. Niego con la cabeza.
—Jugó sucio.
Él no se relaja. Entiende que no le voy a dar respuesta cuando no recibe respuesta en segundos.
—¿Y nos vas a contar de tu gato?
—Leopardo, cariño.
La prometida corrige a Cerion.
Desplazo mis ojos hacia Ros. Está sentado al final de la cama, rígido.
No me a dirigido la palabra.
—Lo encontré luego de dos semanas que me marché del castillo.—Su recuerdo llega a mi mente, sonrío.—Estaba peleando con unos hombres lobo y un vampiro.—Mi espalda aún arde, suelto aire.—Él estaba en un lugar que no debía.—Su cara enojada que a pesar de tener la ropa rota y despedazada no se dio el lujo de retroceder. Eso me conmovió—Entonces lo ayudé y aquí estamos.
—¿O sea que pasó el resto de los años contigo?
—Sí.—Le respondo a Emell.
—Guao.—Cerion hace el amago de acercarse pero Ros ni lo toma en cuenta.—Es muy arisco hermanita.—Hace un puchero gracioso.
—Él no confía.
—¿Y cómo lo hizo contigo?
—No fue fácil Cerion.
—¿Te hirió?
Me dio un golpe en el estómago que me dejo seca por instantes, pero no lo digo.
—Casi, pero no.
—Sus colores son interesantes.
—Es un animal majestuoso Meivon.
"Alábame todo lo que quieras, mi enojo no se irá pronto" Bufa en mi mente.
"Eres un fiero difícil"
—Bueno Meivon. Tenemos que irnos, recuerda que tenemos que buscar nuestros trajes para mi próxima cárcel.—Emell indignada lo golpea.
—Cárcel mía ha de ser.
—Era broma mi amor.—Le un pequeño beso.