Dilan estacionó su auto frente a la casa de Nathalia, bajamos y quise adelantarme para darle su espacio; el antejardín está pavimentado pero en las zonas verdes que lo rodean, pequeñas flores amarillas se asoman entre el verdor del césped. La bocina del Mustang suena y yo me giro para ver a Dilan despedirse con la mano antes de encender el motor e irse.
- Y bueno, bienvenida. - dice Nathalia al acercarse a mi y abrir la puerta de su casa.- Hay un cuarto en el fondo donde suele quedarse mi hermana cuando viene de visita.
Le sonrío en modo de agradecimiento y me pierdo entre las fotos que cuelgan en las paredes, jarrones con flores y el ambiente hogareño que se mueve en el aire.
- Gracias, la verdad no sé que hubiera hecho si no venía contigo. - me sinceré con ella y sus ojos mostraban confusión completa.- Y en modo de agradecimiento, yo invito la comida. Tu pides.
-¿Comida china te parece bien?.- me encojo de hombros con una sonrisa y ella me la devuelve. - entonces, comida china será.
Ella se acerca al teléfono y busca en una lista de números de domicilios el número de un restaurante de comida china.
- Ok, ¿Que te parece si mientras esperamos que llegue la comida, tu me cuentas que es lo que pasa?.- dice sentándose en el mueble con sus piernas dobladas en frente de mi.- No soy tonta para saber que algo te ocurre.
Yo me río tratando de alivianar la presión que crece en mi pecho. ¿Estás completamente segura de confiar en ella?. Una y otra vez esa pregunta resuena en mi mente y con ella millones de posibles respuestas. Es amable, pero no debes confiar en la amabilidad. Parece que quiere ayudar, pero tampoco debes confiar en tus supersticiones.
- Dime, puedes confiar en mí. - ella se acerca más a mi y me toma de las manos.- noto tu nerviosismo.
- ¿Ahora eres bruja? - digo sonriendo pero ella me mira diciéndome con sus ojos que está hablando enserio. - Está bien ¿Que quieres saber?
- Quiero saber porque no has llamado a la policía si un loco desquiciado te está buscando ya que te escapaste de donde te tenía secuestrada, además de que abusaba de ti física y mentalmente. - La miro con los abiertos presa de la sorpresa y en ese instante empiezo a desconfiar de ella, me levanto del sillón dispuesta a salir por la misma puerta por dónde entre.
¿Enserio? Y porque no usas la ventana, animal. Mi voz mental habla con sarcasmo y yo me río amargamente.
- No, espera. Estaba bromeando.- Nathalia me mira asustada. - Aunque por lo que veo acerté. Debo darle los créditos a tantas series de investigación que he visto, además que el padre de mi novio es policía y que quie...
- ¿El padre de Dilan es policía? - la interrumpo en el vuelo en que salian sus palabras. Ella asiente. - El podría ayudarme... Pero no, es demasiado arriesgado. Aún no es momento, pero entonces...
- ¿Entonces cuando será el momento?. - Nathalia me roba las palabras y en ese instante tocan el timbre de la puerta.
Me acerco hasta ella y al abrirla me encuentro con un joven bajo y rostro aniñado, me entrega las bolsas que contienen la comida y yo le entrego el pago.
- Te explico todo mientras comemos - voy a la cocina y saco algunos recipientes para la comida. - ¡Dios! Muero de hambre.
Nathalia ayuda a poner la mesa mientras yo llevo la comida y las bebidas.
- Ahora sí. Cuéntame.- dice Nathalia con su boca llena de comida provocando que de mi saliera una carcajada.- ¡Hey! ¿Que es lo gracioso?.
- Nada, nada.- mastico un bocado de comida antes de responder.- Bueno, la cosa es así...
- Espera, espera.- Nathalia se acomoda como un niña a la que le van a relatar un cuento de hadas o su historia preferida.- Listo, continúa.
- Hace casi once años mi padre abandono a mi madre y a mí...
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- Y ahora escape sin saber precisamente a dónde ir, pero corrí con la suerte de encontrarte en aquella tienda. - después de casi veinte minutos termino de contarle toda mi miserable vida, ya hemos terminado toda la comida y ahora un vaso de jugo de uva posa en la mano de Nathalia. - ¿Ya entiendes porque quiero cambiar mi aspecto? No es que me alegre la idea de hacerlo, pero hasta el momento en que encuentre la forma de terminar con toda esta desgracia, tengo que pasar desapercibida.
- ¡Wow, chica!- sus ojos están abiertos perdidos en algún punto de la habitación. - Esto es un lío completo pero, ¿Porque no has acudido a la policía?
- Lo he pensado millones de veces, pero siempre que lo he intentado, no se cómo, pero siempre termina evadiendo la justicia.- un resoplido sale de mi boca deseando que todo esto termine rápido.
- ¿Porque no intentaste escapar antes?.- dice Nathalia levantándose y llevando su vaso a la cocina.
- También lo intente muchas veces, pero siempre reforzaba más la seguridad y mis "castigos, represiones" o como sea que el lo llamaba, eran dignos de llamarse de esa manera.- digo haciendo comillas con mis dedos.
- Ok, entonces completemos tu cambio de look, cambio de apariencia, disfraz; como le quieras llamar.- dice divertida y pone en el suelo varios tintes de diferentes colores. - Escoge el color que quieras, aunque si me preguntas cuál sería mi opinión, yo diría que el rubio te sienta bien, además que, sería un color contrario a tu color natural, por lo que si utilizamos un castaño habría una posibilidad de reconocerte.
- Para, para.- digo entre risas, está chica habla rápido.- Primero que todo ¿Porque tienes tantos tintes?.
- Ah, bueno.- hace un gesto con la mano restándole importancia. - tengo una manía de cambiarme el color de cabello cada tanto de tiempo, combinar colores como puedes ver; Nada del otro mundo. Ahora dime ¿Qué color?
- Si te parece bien el rubio, entonces será el rubio. Como puedes notar, no soy buena con este tema, además nunca tuve necesidad de pensar en eso. - digo sentándose con ella en el suelo.- Pero tengo otra pregunta ¿Cuál es tu color natural?