Muralla Z

Noticia inesperada, el inicio del caos

Ya era de mañana, veía como los rayos del sol se hacían presentes en mi habitación a través de la ventana. Desperté con buenos ánimos aquel día tan alegre, escuché la dulce voz de mi mamá que me llamaba a desayunar. Todo marchaba bien, pero todo eso cambió cuando mi familia y yo nos encontrábamos en la sala viendo TV y un alarmante informe llamó nuestra atención. Vimos como todos los ciudadanos estaban en una completa desesperación, al parecer aquellos seres muertos vivientes habían derribado aquella muralla que protegía a la ciudad después de muchos años. Todo estaba fuera de control, mi hermana Alice llobara angustiada al ver a las personas correr y gritar, mi madre empezó a poner cerradura a las ventanas y puertas, subimos rápidamente al segundo piso donde creíamos que era seguro, mi padre llamó a mis demás familiares para saber como se encontraban. 

Horas después informaron que muchas personas habían sido infectadas, bueno eso se apreciaba en las calles. Las paredes estaban pintadas de sangre y todo estaba en un completo caos. Fui a mi habitación y tomé mi teléfono para llamar a mis amigos y amigas, Fanny mi mejor amiga se encontraba sola en su casa por lo que tuve que ir a traerla a la mía, me coloqué una chaqueta y fui directamente a donde se encontraba, sinceramente no vivía muy lejos pero igual era un riesgo total.

-Fanny, ¿dónde estás?- Dije en voz alta para que me escuchara.

Escuché un llanto agudo que venía de una de las habitaciones del segundo piso de su casa.

-¡ Fanny aquí estás!- Dije emocionado.

Estaba tendida en el piso de su habitación llorando, me dijo que sus padres estaban en el centro comercial y que lo más probable es que ya estén infectados. La abracé por un largo tiempo, agarramos un bate y salimos directamente hacia mi casa. Habían muchos zombies, eran demasiados, pero pudimos escapar corriendo de la vía de tránsito.

Al llegar, Fanny comió un poco de galletas que se encontraban en el frasco, ya que estaba muy hambrienta. Encendimos la TV y comunicaron que no era seguro quedarse en las casas ya que nos podíamos quedar sin provisiones. Era tanto el miedo que mi madre sentía que era imposible hacer caso a las recomendaciones brindadas. Fanny estaba un poco herida debido a que ella tenía problemas familiares y se lesionaba, por lo que teníamos que ir por algunas vendas para detener el sangrado de las heridas de sus brazos y piernas, era una muy buena amiga pero no me gustaba en lo absoluto lo que hacía. Me alisté nuevamente para ir por algunas vendas pero lo que no me convencía era la distancia ya que el centro comercial se encontraba a 4 kilómetros de mi casa, en el centro de la cuidad. Carecíamos de vehículo y por lo tanto se nos complicaba el transporte hacia los lugares donde debíamos ir.

Después de muchas horas de haber pensado, pudimos ver al sol ocultarse, ya era tarde para salir por lo que decidimos quedarnos a dormir y tratar de hacer el más mínimo ruido ya que eso atraía a aquellas criaturas incontrolables. Las frías calles estaban inundadas de zombies vagando en la oscuridad y el silencio, la luna estaba hermosa como siempre pero era preocupante la situación en la que estábamos. Alice durmió con mis padres y Fanny en mi habitación, ella estaba desconsolada por lo que decidí leerle cuentos y poesía, durmió en mi cama y yo en el sofá individual que se encontraba en una esquina de mi habitación, verla dormir fue algo conmovedor ya que la empatía sobraba en mi.

 

 

 



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En el texto hay: zombies y personas

Editado: 12.11.2020

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