Capítulo 7

Olive y yo abrimos los ojos como platos.

— Hola, veo que ya me conocen, ¿no?.

— ¿Qué haces aquí? — preguntó confusa, mi rubia amiga.

— Solo quería comer con ustedes — se encogió de hombros.

Al verlo mejor, noté que su cabello era castaño claro y tenía pecas alrededor de la cara, y se le marcaban unos hoyuelos cuando sonreía.

— ¿Y tú eres…?.

— Dylan, Dylan Crawford.

— Olive Green.

Los dos nos quedamos viendo al escuchar su apellido.

— No digan nada — rodó los ojos.

Dylan me volteó a ver.

— ¿Y tú cómo te llamas? — enarcó una ceja.

Bien, podemos con esto, ¿verdad?.

Ya lo había hecho con Olive, pero… prefería no volver a hacerlo.

Suspiré y decidí hablar.

— Zoey.

Quería saber más, pero por la cara que puse, supongo que decidió quedarse callado.

Olive lo notó al instante y decidió cambiar el tema.

— ¿Por qué quisiste comer con nosotras?.

— Me caen bien y quiero ser su amigo.

— ¿Cómo sabes eso?.

Olive se sorprendió al ver que quería ser parte de la conversación.

Él se sentó y se quitò su chamarra negra de cuero, abajo tenía una playera blanca y estaba usando tenis especiales para algún deporte, si alguien lo hubiera visto en ese momento, sería la típica descripción de un chico popular.

— Soy bastante observador, así como tú, ¿no es así?.

¡Y este idiota quien se cree!.

Bien, lo admito, si soy observadora, cuando estoy hablando con alguien y veo cómo es su personalidad, lo que usa y aparte los escucho atentamente. Pero el castaño lo dijo de una manera que, ughh, quería callarlo.

— Creo que voy a dejar mi bandeja.

Ví a mi amiga sostener su bandeja semi llena, apenas había comido algo de fruta y dejó casi toda la ensalada con trocitos de pollo.

— ¿No tienes hambre?.

— No, en realidad.

— Pero…

— Ya es tarde, ahorita te alcanzo en la próxima clase — y salió corriendo.

¿ Por qué soy tan estúpida?.

Obviamente se sintió presionada por mí y es eso lo que quería evitar a toda costa.

— No intentes presionarla a comer — habló Dylan de repente.

— ¿¡Crees que no lo sé?! — dije a la defensiva — solo me preocupo por ella y no sé qué hacer.

— ¿Ya le dijiste como te sientes?.

— Obvio que no.

— ¿Por qué ?.

— No quiero que me vea con lástima y deje se ser mi amiga.

Se quedó pensando unos minutos.

— ¿Y tú ?.

— ¿Y-yo?.

— ¿Le has dicho a alguien cómo te sientes?.

Espera que…

Creo que vió mi cara de estupefacción porque esbozó una sonrisa, formando dos hoyuelos en sus mejillas.

— Solo… no trates de guardar todo lo que sientes, habla con alguien.

Cómo si fuera tan fácil …

— No lo entiendes — negué con la cabeza.

Me enseñó su pulsera verde.

— Creeme, es un consejo de amigo a amiga.

— No somos…

— ¿Al menos puedo intentarlo? — me interrumpió.

Él quería ser mi amigo.

¿Me pueden explicar por qué ?.

Asentí con la cabeza.

Él sonrió y fué a su clase.

Y ahí estaba yo, como un poste pensando en lo que me dijo.

☆☆☆☆☆

— ¿Cómo te fué en tu primer día de clases?.

Ya habían pasado tres sesiones con el Sr. Jhonson y debo decir, que tiene mucha paciencia conmigo. El había empezado a preguntarme cosas sobre mi niñez y sobre mi familia, algo que no quería hablar, así que, pir una hora evitaba todas sus preguntas.

— Bien.

— ¿Hablaste con alguien aparte de Olive?.

— Algo así.

— Me alegro — sonrío.

Silencio.

Normalmente eran así nuestras sesiones al inicio, pero en esta, hice lo inesperado.

Las palabras de Dylan seguían en mi mente, ¿debería de hablar con alguien sobre eso?. Siempre reprimía mis emociones y eso siempre terminaba en desastre.

— ¿P-puedo… preguntarle a-algo?.

El señor Jhonson se mostró algo sorprendido por mi pregunta.

— Sabes que sí Zoey.

Por qué tenía que ser tan díficil hablar sobre lo que sientes?.

— ¿ C-cómo puedo ayudar a… alguien?.

Pero que especifica.

—¿ Quieres ayudar a Olive?.

Asentí con la cabeza.

— Solo dale su tiempo, vale, ella está haciendo lo posible para mejorar.

— Gracias.