—¡Date prisa! —gritó Natalie. Hoy es el desfile de Mae, y en realidad ya deberíamos haber salido de la casa hace tiempo. El problema era que no encontraba mi bolso. Habíamos quedado en casa de Nat, que ahora está hecho un desastre.
—¿Sabes dónde dejé mi bolso? —le pregunté. Había ropa en el suelo, la aparté para ver si había algo, pero nada.
—¿Has mirado en el baño? —dijo desde la otra habitación. Fui directamente en el baño, y ahí estaba, al lado del lavamanos. Cogí el bolso y me miré en el espejo antes de salir. Tenía el pelo un poco rizado. Me había delineado el ojo y había dado varias capas de rímel a mis pestañas. Me había puesto un pintalabios rojo oscuro. Bajo la chaqueta negra me había puesto un top blanco y unos pantalones cortos negros. Mi vestimenta de hoy encajaba con el tema. Podría mirarme en el espejo durante horas, pero no había tiempo.
—¡Ya nos podemos ir! —dije finalmente. Los padres de Nat seguramente le iban a matar. La casa estaba hecho un desastre, si no tuviéramos tantas prisas lo habríamos arreglado—. ¿Tienes las llaves? —le pregunte antes de salir de su casa. Ella asintió y la puerta se cerró detrás de nosotras. Nos sentamos en el coche y Nat arrancó para irnos al desfile.
—Phoebe está muy impaciente, no le gusta llegar con retraso —dijo mientras señalaba la casa de Phoebe. Cuando Phoebe vio el coche de Nat, se acercó corriendo.
—Está fresco afuera —dice mientras entra. Me reí y la miré, ella apenas llevaba algo—. Hoy seguro que llueve.
Después de veinte minutos llegamos y Nat aparcó el coche.
—Justo a tiempo —dije aliviada.
—Nosotras todavía nos tenemos que preparar —dijeron al unísono. No pude contener la risa. A medida que entrabamos por la puerta trasera, vimos que el lugar se había llenado.
—¡Natalie, Phoebe! ¡Aquí, rápido! —gritó Mae desde algún lugar. Dado que me quedé sola, me senté en una de las muchas sillas que había.
Las chicas y los chicos que iban a salir en el desfile se vinieron en la sala que me encontraba para maquillarse. Yo realmente no sabía que pensar de todo esto.
Para hacer algo útil, me levanté y recogí la ropa que había en el suelo para hacer más sitio. ¿Cuánto dinero habría invertido en una cosa así?
—¿Has visto una camisa negra por aquí? —Dijo una voz detrás de mí. Pertenecía a William. Conduje alrededor y lo miré.
—El ochenta por ciento de las camisas están aquí, enserio —interrumpí con una carcajada.
—Tienes algo de maquillaje en la cara —Me eché a reír. William puso los ojos en blanco, pero luego sonrió.
—¿Te gusta? —dijo con una sonrisa enorme.
—En fin, espera que ahora te miro la camisa —no tardé mucho en encontrar la camisa que él buscaba. Le pase la camisa y sin avisar, se quitó la que llevaba y se puso la otra.
—¡Gracias, y diviértete! —dijo mientras abotonaba camisa lentamente. Traté de concentrar mi atención en todo excepto en William, pero eso fue un poco difícil ya el tipo se puso justo delante de mí.
—¡Mae! —gritó de repente. Ella se acercó corriendo con el kit de maquillaje en su mano.
—¿Sí? —Le preguntó a William.
—¿Me lo tengo que poner? —Mae asintió y lo abrazó con su mano libre y le dio un beso en la mejilla.
—Mejor esta —le dio otra corbata. Poco después, ella ya se fue.
—¿Por qué me estas mirando? —William se acercó a mí después de haberme observado por unos diez minutos con sus enormes ojos.
—Bueno... se me olvidó. Hace mucho tiempo de la última vez que me ate una corbata —explicó. Negué con la cabeza y le quité la tela de la mano.
—He hecho esto sólo dos veces con mi padre así que no esperes demasiado —murmuré mientras ponía la corbata alrededor de su cuello. Si él no estuviera tan cerca de mí, yo no estaría tan nerviosa acerca de todo esto. Saqué lentamente los nudos y por lo tanto la distancia entre nosotros era mínima.
—Hecho —murmuré centrada. Di un paso hacia atrás y miré a mi trabajo. Perfecto.
—¡Todo listo, allá vamos! —gritó Mae. Después le susurró unas palabras a William, pero no conseguí entender nada.
La música empezó a sonar y el primero fue a la pasarela. Para ser honestos, se veía todo desde aquí.
—William… —Empecé. Pero repente me agarró del brazo y caminó hacia delante. Tropecé con las escaleras y vi como él le guiñó a Mae—. ¿Q-qué haces? —Tartamudeé cuando estaba junto con William en el comienzo de la pasarela. Las luces cegaron mi visión y la música resonaba en mis oídos.
—Desfilar y tú vas a hacer lo mismo. Esto no es nada... profesional —Will susurró en mi oído antes en coger mi mano y mirar hacia delante.