CAPITULO 4: Verdades

Al ingresar al hospital rápidamente me atendieron, primero me sacaron unas placas, en lo cual tuve dos cosquillas fracturadas. Durante 6 semanas se curarán por si solo, claro está que no debía hacer nada de esfuerzo, eso significa estar en casa o como yo le digo en el infierno.

Sofía y James me dejaron en la puerta de la casa. Solo dijeron: “Mañana nos vemos”. Luego arrancaron el auto.

Con mucho cuidado entraba a la casa, camine hacia la cocina. Moría de sed. De un solo trago tome el agua, con algunos quejidos avance hasta subir a la segunda planta. Suspire cansado. Me dirigí a la habitación de huéspedes con mucho cuidado me recosté hasta quedarme dormido.

A lo lejos escuché el sonido de mi teléfono, con mucha pereza lo tomé, otra vez conteste sin mirar el remitente.

─ Hola ─ dije con un bostezo

─ Señor Lawrence, le habla la directora de la escuela hace media hora término las clases…

─ Estoy en camino ─ la interrumpí

Me levanté bruscamente al instante sentí cuchilladas en todo el cuerpo, sin embargo eso no me detenía para salir rápido, había olvidado en recogerlo.

La suerte no estaba de mi lado. Mi auto lo había dejado en la empresa.

Camine dos cuadras hasta que encontré un taxi e indique la dirección de la escuela.

Cerré por un momento los ojos para no tener que concentrarme en el dolor, sin duda regresaré al hospital. Me informo el taxista que habíamos llegamos.

─ Lo siento por llegar tarde, tuve un pequeño accidente.

─ ¿Señor Lawrence se encuentra bien? ─ pregunto la directora con mucha preocupación.

─ Ahora sí ─ mire a mi pequeño ─ es hora de irnos campeón

─ Si papá.

─ Hasta luego señorita directora.

─ Hasta luego señor Lawrence, cuídate mucho Aithan, mañana nos vemos.

Levanto la mano e hizo movimientos repetidas veces incluyendo con una sonrisa exagerada.

─ ¿Dónde está tu auto papi?

─ Lo dejé en la empresa, tuve un pequeño accidente que no puedo conducir.

─ Entonces quien te trajo hasta aquí.

─ Vine con taxi.

─ Okay… ─ suspiro ─ ¿Te recuerdas de aquel niño que bajo del auto negro?

─ Si

─ Es muy extraño, me empezó a seguir por todos lados al final le dije por qué me estaba siguiendo, entonces él me respondió que yo era su primo ya no quiso hablar más.

Aithan no tuvo la oportunidad de conocer a Sofía porque cuando fui a Londres ella sabía lo que había hecho, intercambiamos palabras tan solo solté crudas verdades sin darme cuenta de que James estaba presente.

Ahora me doy cuenta de que ella luchó por su gran amor, esa pequeña con cara angelical supo luchar contra todos.

─ Mañana vendrá tu tía Sofía, además que todas tus dudas se resolverán.

Se quedó pensativo por un segundo. Saco una fotografía de su mochila

─ Él lo dejo por casualidad esta fotografía, en la parte trasera tiene un mensaje bien bonito.

Enarque las cejas. Primero vi la familia Collins excepto a Álex, mis esperanzas murieron al toque. Lo giré y efectivamente había un mensaje conocía tan bien esa letra.  

─ ¿Quiénes son ellos? ─ pregunto, no dije nada ─ Dime papi ¿Quiénes son ellos?

─ Ellos son tus abuelos ─ le indique a la pareja de ancianos ─ Ellos dos son tus tíos y el que está con el jersey crema es el esposo de tu tía Sofía.

─ ¿Quién son esos dos niños? ─ pregunto nuevamente

─ De seguro son los hijos de tu tío Luke ─ puso la mirada de confusión ─ el hermano de James que está a lado de él.

─ ¿Ellos también vendrán mañana?

─ No lo creo

─ ¿Por qué?

─ Muchas preguntas por hoy Aithan.

Al día siguiente Sofía y James vinieron a casa, sin embargo, Danna hablaba sarcásticamente sin olvidar de cómo se expresaba de Álex. Por un momento pensé que esta reunión acabaría mal, entonces James la tomo del brazo toscamente en lo cual ella estaba chillando como una mocosa, a grandes zancadas se acercó a la puerta lo abrió, con un empujón nada amable la sacó de la casa. Danna me miró fijamente con un resoplo se fue.

─ Hubieras tratado con amabilidad James ─ dijo Sofía

─ Él hubiera es pasado y no está en mi léxico ─ encogió los hombros

Por un momento nos quedamos callados, yo tenía la mirada agachada quería preguntarle por Álex quería saber donde estaba.

─ ¿Quieres saber dónde está Álex? ─ pregunto James en lo cual su mirada estaba fija en la ventana

─ Solo dile james ─ dijo Sofía sin importancia.

─ Quiero saberlo todo de ella ─ miré a Sofía ─. James sabe toda, pero toda la verdad

─ Por supuesto que sí, después que te fuiste le confesé todo, también lo que, hacia nuestro padre, pero hay una diferencia ─. Sonrió de lado ─ tú nunca has luchado por lo que amabas, yo si lo hice, enfrente a mi padre sabiendo que nuestras vidas corrían peligro, tuve que amenazarlo.