¡Me lleva!

Me asfixia, el nudo ciego que has llegado a ser. 
Soy una enamorada distraída, combinación desastrosa, amando a quien ama otros paisajes. 
Me hundo en la profunda indiferencia de tus cortas miradas.
Tu alma desnuda y pudorosa. 
Estoy que me arranco hasta el último de mis cabellos por escuchar un "te quiero" de tu boca, aunque sea uno amistoso.
Me lleva el carajo.
Me faltas. Te sobro.
Quisiera no estar sobria, pero ni siquiera tomo. 
Es que desearía que por lo menos la realidad fuera que me has dejado de amar y no que nunca lo has hecho.
Me lleva el diablo.
Por qué no puedo decirte lo jodidamente perdida que estoy de amor por ti, desde aquel día que lo supe con claridad. 
Me lleva, me lleva..
Porque al mismo tiempo no puedo admitir este sentimiento que te hace perpetuo en mi. No ante el mundo, solo ante el espejo que se mofa de mí.
Me lleva...