17 Ser parte de su historia.

— Ahora dime en qué te ayudo?.— me dijo aún teniendome en sus brazos.

— Yo puedo hacerlo sola.— me separé después de un tiempo estando abrazada de él.

— No, no puedes hacerlo sola. Ven, ahora siéntate.— me agarró de mis brazos y me sentó en mi lugar.

— Henry, yo puedo hacerlo...

Toma asiento a lado mío.

— Bien por dónde iniciamo...— se arremanga su camisa.

— Henry.— ignoró lo que le dije, agarró el lápiz y la cómodo en mi mano posicionando su mano en la mía.

— Mira si colocas todo lo que tiene el terreno en la calculadora científica y haces lo que se te pide en este caso pide lo triple de la cantidad. Haremos esto...

— Henry...— dije susurrando.

— Te enseñaré un truco para ir inmediatamente al resultado y así sacarle la raíz cuadra...

— La maestra no tarda...

— Cállate y observa.— hizo que me callará y siguió haciendo su procedimiento hasta dar el resultado final.— Fácil no lo crees?

— G-Gracias.— agaché la mirada, algo avergonzada.

— Bien entonces sigamos con el siguiente probl...

— Henry, y-yo puedo hacerlo.— deslicé el libro hacia mi, quitándole el libro de sus manos.

— Te dije que yo te puedo ayudar.

— Te agradezco Henry pero...

— ¡¡Agh!! Está bien entonces tu hazlo solita.— se levantó sin mucho antes tirar mi lápiz al suelo.

— No es eso Henry. E-Es que no quiero que la maestra venga y te vea ayudándo...

— Como sea, ahí de todos modos es tu problema.— se da la vuelta y se va alejando poco a poco.

Suspiró y empecé acariciar mi mano, sintiendo todavía su tacto con el mío. Hasta que de la nada fue lanzado una libreta enfrente mío. Alzó mi mirada encontrándome con la suya.

— Por lo menos, cópialo.— me levanté pero el logro salir del salón dejándome sola.

Pasó el tiempo y ya había terminado. Salí del salón, alcanzando a ver a través de la red, cómo jugaba una partida de fútbol.

Agarro mi pecho sintiendo los latidos de mi corazón.

— ¿Qué es esto?.— negó con rapidez mientras daba leves golpes a mi pecho.— Primero muerta que estar enamorada de ese niñito.

Me doy la vuelta pero me detengo, observando enfrente mío a Caroline con sus brazos extendidos.

— C-Compré tu comida favorita.

— No necesito que te compadezcas de mí.— seguí con mi camino pero me detiene agarrando mi mano.

— Henry fue ayudarte?.

— Si, si me ayudó...— alzó su mirada viéndole cierto interés.— Aún así, si me habría ayudado o no. No es tu incumbencia.— alejé mi mano deshaciendo el agarre que me detenía.

— Karen!. Lo siento, lo siento por ser una mala amiga, por haberte dejado sola y regresar contigo por interés.

Voltee a verla y ella se encontraba con las lágrimas apunto de salir.

— Interés?...— le pregunté burlona.– Entonces como haré para perdonarte, si estás hablando de interés con lo de ahora.

— Lo sé y me equivoqué!

— Ahora dime cómo podré confiar en ti y no me estés utilizando para  acercarte hacia los chicos.

— No sé.— sollozo por debajo.

— Solamen...

— Ya sé! Con la garrita. Te acuerdas.

— Caroline... Eso lo dejamos de hacer cuando terminamos tercer año.

— Ah, ja ja ja lo siento creí que seguiríamos con nuestra manera de prometer cosas.

— Nada va hacer como antes. Cómo te estaba mencionando, yo solamente me daré cuenta cuando estés hablando en serio.— baje mi mirada y me di la vuelta.

— Yo fuí en busca de Henry. No es quiera llevarme el crédito si es esa la situación. Pero el era mi única opción. Y pues a ti te gusta.

— No es necesario lo último. Pero aún así gracias, Caroline.— Me gire a verla y le sonreí.

Narra Henry.

Pate finalmente el balón echando gol en la portería.

— ¡¡¡G O L!!!.— todos fueron hacia mi empujándome y alabando el gol que acabe de lanzar.

— Como siempre el mejor jugador de todos los tiempos.

— No es nada.— comenté entre sonrisas. Haciéndome mirar enfrente mío. Encontrándome a la mismísima Karen. Le tengo que decir.

— Oye! Kar...— me dirigía hacia ella pero ella estaba junto con Caroline.

— Henry que te pasa. Todavía no hemos terminado.— fueron detrás mío

— Bro! A dónde ibas? te necesitan.— dijo Frausto.

— Yo... Iba.— Frausto miró la dirección de mi mirada encontrándose con Karen.

— Bro que ibas a decirle.

— Quería dedicarle.— miré detenidamente lo que estarían hablando, sonreían y reían.