— ¡Te gusta Richard!
Abrí totalmente mis ojos mientras mi mirada se dirigía hacia donde estaba Henry.
— No es cierto!. Que es lo que piensan, chicas.
— ¿Eh?.— cuestionó desanimado este Richard.
— ¡¿Eh?! ¡Ahhh! Henry. ¿Q-Que estás haciendo aquí?
— ¡¿Qué acaso está prohibido caminar por dónde se me de la regalada gana?!.— alzó su voz.
— No. No es eso.— susurre bajando mi rostro mientras veía como iba avanzando.
— ¿A dónde vas Henry?. Porque no aclaramos el tema. No lo creen.
— ¿Aclararlo?.— Frausto se acerca lo suficiente a mi oreja, susurrando.
— Tu confía en mí.
— ¿Qué se tiene que aclarar?. A quién le gusta a ella.— se ríe de lado.— Crees que me interesa. Me interesa un bledo a quién le guste.
— ¿Así? Entonces que significo cuando partiste a la mitad el lápiz. Te inte...
— ¡Cállate Frausto!.— Dianely interrumpio, acercándose hacia Frausto hasta empujarlo.
— Henry.— dirigía mi mano hacia su chaqueta pero Dianely me detuvo.
— Quiero estar solo.— anuncio antes de retirarse.
— ¡No, Henry!.— Frausto no tardó en ir detrás de él.
— Que quiso decir con eso?.— dije sin apartar la mirada en él, hasta cuando desapareció de mi vista.
— R-Richard, ¡haz algo!.— Dianely le pellizco para después empujarlo hacia mí.
— K-Karen!
Dirigí mi vista en el y solo notaba lo nervioso que estaba.
— ¿Sucede algo malo?.— miré a Dianely y ella solo hacia señas como si no quisiera algo que me están ocultando.— Richard, mírame a los ojos.— Richard intentaba mirar mis ojos pero tanta fue la culpabilidad que evitaba mi mirada.— No, Richard escúchame. Te perdonaré pero...
— No, Karen.— El abrió sus ojos cuando veía movimientos detrás mío. Por lo que Dianely quería que lo soltará.
— ¡S-Sueltalo el quiere decirte a-algo...!.— Todo fue rápido, Dianely me había rasguñado al momento que Richard calló arrodillado.
— ¡¡ME GUSTAS KAREN!!
— ¿Qué?. Richard e-escucha...
— ¡No! Tu escúchame.
— Ka...— alguien intento hablar.
— ¡ESCUCHÉ! Que te gustó también.— se me acercó lo suficiente.
Negué con los ojos llorosos mientras retrocedía.
— Mi amor.— abrí mis ojos completos sintiendo como Richard logro agarrar de mi mano y enredarme entre sus brazos.
Richard, es un buen amigo. No es el tipo de chico que haría algo horrible con tal de cumplir un trato, sea lo que Dianely le tendió hacer.
— Te amo mucho.— Richard empezó a ser más diferente aún manoseando mi uniforme de forma extraña.
— ¿Henry?.— susurró algo decaído este Frausto.
— ¡¿Henry?!.— volteé detrás mío y allí estaba; mal parado mientras miraba hacia arriba.— Yo creí que te saltarias las siguientes clases.
Antes de contestarme, se limpio sus ojos llorosos y me sonrió algo tímido.
— Regresé porque creí que me dirías que era muy torpe al actuar... Muy infantil.— reí por debajo y solo negué.
— Niño tonto.— iba a ir hacia donde estaba el pero el se adelantó y me detuvo.
— No vengas hacia mi, cuando alguien esté para ti.— comento Henry, mi sonrisa se esfumó en segundos. Mire a Henry y el miraba hacia Richard.— Creo que lo mejor es desearte suerte, Richard.
Me suelta Henry y se da la vuelta.
— Vámonos Bro. No me gustaría si yo soy el del medio.— Frausto asintió, sin embargo con sus miradas me intentaba decir algo.
— Espera.— dio un paso pero.
— ¿Karen?.— Richard nuevamente agarró de mi mano.
— Richard... Tu no me gustas. La persona quien me gusta es este Henry. Creí que dándote la oportunidad de decirme la verdad era lo mejor. Pues ahora creó que sea lo que tengas relacionado con ella, es mejor que ni gastes tus energías para hablarme porque no lo haré.
Me aleje de ellos para poder correr pero alguien me jala.
— ¿A dónde vas Karen?.— Dianely se me acercó muy... Sacada de en sí.— ¡¿No irás con Henry, verdad?! ¡Dime!. ¡Tu me dijiste que no me lo ibas a quitar!
— Dianely m-me lastimas.— hacia gestos de dolor.
— Dianely ya basta.— Caroline intentaba quitar sus uñas de mi piel.
— ¡¡Tu me dijiste!!
— ¡¡BASTA DIANELY!! Tu me dijiste que habías cambiado y no he visto resultados.— Caroline exclamaba con la esperanza de poder tranquilizar la situación.
— Eres una perr...— se desmayó. Caroline ayudaba a reincorporarse.
— Caro...
— ¡No importa vete!.
— No es eso Caro...
— Te creo y te apoyaré en todo. Ya no quiero cometer el mismo error de perderte. Ve y ahora sí... Sean algo más de mejores amigos.
— Gracias...— le sonreí volteandome para después salir corriendo en el pasillo pero un brazo con una rosa aparece enfrente mío.
— Aceptaste?
— ¿Henry?.— lo dije sonriendo pero sale frausto.— ¿¿F-Frausto??
— No digas nada y sostenlo.— lo sostuve y mi duda se hizo muy notorio.
— Sería muy estúpido si te digo que la situación dio un giro muy drástico.
— Frausto, no me hagas perder el tiempo. Necesito saber donde...
— Está hablando con su ex novia.
— ¿Eh?.— miré desanimada la rosa. Henry no es así pero puede que haya querido regresar con su...
— No quiero que pienses.— volteé a verlo y el se puso nervioso.— El no haría eso. Conozco perfectamente a mi Bro...— me sonrió y bajo su mirada hasta chocar con la rosa.— Cuando se enojo, golpeó la pared. Tuve miedo, ya sabes a todos nos da miedo que vaya a hacer algo como lo de antes, el lápiz enterrado en la mano de ese gordiflon.— asenti con rapidez entendiendo lo que decía.— El se rió y negó cuestionandose que le dirías tu con su inmaduro comportamiento. Me asustó por lo que le dije si estaba bien y el me dijo que era hora y necesitaba de mi ayuda. Nos ocultamos en las jardineras, el pisaba el césped mientras se estiraba para cortar la rosa más bonita que había. Hasta que vino la encargada. Nos gritaba con su escoba de palos, hasta que se le ocurrió la idea de lanzarnos piedras. Tsk nunca ví a Henry batallando por una rosa. Hiciste a Henry una persona muy diferente. Por eso tienes mi apoyo.