6

Después de ese día, Shiloh avisó a Terrie de sus planes de viajar. Terrie con anhelo solicitó que lo invitara en su viaje, algo que Shiloh no había pensado hacer, Terrie volvió a insistir, por miedo a quedarse solo ahí, no quería estar solo de nuevo ahora que había encontrado un amigo. Vio el brillo en los ojos de Terrie y finalmente Shiloh aceptó.

Juntos salieron de la vieja casa, al pasar cerca del hospital Shiloh volteo hacia su dirección, en silencio prometió, pronto el castigo llegaría para ese hospital y sus doctores, todos los que estuvieran relacionados con aquella investigación, será un castigo elegido por el dónde quería que sufrieran más allá de lo imaginable posible.

Al tercer día llegaron a un lugar inhóspito, donde lo único que sobresalía era un enorme edificio viejo, Terrie experimentó recelo en acercarse, pero Shiloh lo animo, al entrar encontraron todo abandonado, ni un ser vivo se encontraba dentro. Continuaron con la exploración, encontrando libros, máquinas, papeles, medicinas regadas. 

Al bajar a los pisos inferiores, descubrieron dos laboratorios, Terrie se adentra al primero y Shiloh investiga el segundo. Leyó los informes, las notas, revisó algunos videos, que se encontraban tirados y movió algunas palancas. Revelando así unas raras cápsulas donde mantenían a diferentes seres vivos, durmiendo. Leyendo sus fichas clínicas, asimilo lo que se encontraba dentro, seres modificados genéticamente, pruebas fallidas de lo que se pretendía alcanzar, para Shiloh no le resultaron un fallo, al contrario, utilizando los datos de la computadora podría reprogramarlos para utilizarlos. Comenzó los nuevos ajustes, presiono algunos botones y espero su despertar. 

Lentamente los seres abrieron los ojos, comenzaron a salir de sus cápsulas. En una línea se formaron esperando instrucciones, Shiloh dijo algo y ellos de inmediato reconocieron al que sería su amo, satisfecho de su nueva adquisición Shiloh regresó en busca de Terrie. Al llegar al primer laboratorio lo encontró arrodillado sosteniendo a una hembra elefanta, llorando, con una profunda tristeza, lamentándose sin consuelo, había descubierto que no era el único, había alguien igual a él una compañera que podría ser su amiga, quería saber de ella y cuidarla. Viendo la llegada de Shiloh le pidió ayuda, preguntando si era capaz de ayudarla, por los moretones que presentaba se daban cuenta que había sido torturada y privada de alimento hasta morir.