Descenlace

• Estamos aquí –dijo Ana, despertando así a José y Vane.
• Bien, dijo acercándose hacia ellos.
• ¿Quiénes son ustedes? –pregunto José, viendo las oreas en punta y los ojos de color azul verdoso.
• Somos los guardias de… -Jeff se detuvo por la mirada que le lanzo Jul.
•  Somos guardias den rey que vive muy cerca de aquí nos envió por los problemas que han ocasionado esos duendes. –dijo Jul –mi nombre es Jul y soy quien dirige esta cuadrilla.
• Soy José, ellas son Ana y Vane, ¿Dónde estamos? –pregunto de inmediato.
• En un mundo lleno de magia que está en equilibrio con su mundo, al parecer están conectados, por eso el portal los trajo hasta aquí.
• ¿Y porque nos trajo a nosotros?
• También quiero saberlo –dijo Jul, mostrando un rostro muy severo e inflexible. –deberán acompañarnos.
• ¿Y si nos negamos? –preguntó Vane.
• Pues no pasara nada, pero después de que nos vayamos esos duendes volverán de inmediato.

• Los tres muchachos se levantaron sin reclamar y empezaron a seguir a los elfos en la cueva que estaba iluminada apenas y por las lámparas hechas de magia de estos. José se percató de un ruido muy leve entre las rocas que estaban por detrás de ellos y sentía que alguien los seguía, Jul se dio cuenta de lo mismo.

  Después de caminar 20 min por el túnel se encontraron con un callejón sin salida.

• Regresamos al lugar de donde caímos, ¿cierto? –pregunto Jeff muy apresurado.
• Así que esto estaba previsto. –dijo Jul mirando a su alrededor.
• No lo creo sabes que a los ogros les gusta mucho…

• Una piedra cayo de la pared que estaba por delante de ellos abriendo una puerta o era un portal, arriba de la puerta se leían unas inscripciones que decían: “Solo los elegidos y Jul deberán entrar” … pues al otro lado podían ver una pradera.

• Es él, ¿cierto? –pregunto Jeff de tal manera que hacia resonar su voz de emoción.
• Me temo que si –respondió Jul.

• Les resumiré lo que paso dentro de este extraño lugar, los cuatro entraron dejando a todos los demás atrás, para ellos se abrió otra puerta y regresaron a Villa Alba.

  En esta hermosa pradera, un pequeño ogro salió de detrás de una piedra saludo a Jul, le dijo algo y pidió que los tres lo siguieran… “esta es una cámara temporal asi que los entrenare durante tres meses los cuales en el mundo externo equivalen a tres horas las cuales serán suficientes debido a su poder mágico, me ayudaran a salvar la navidad”, salieron muchos ogros más de los cuales no hablare por falta de palabras más exactas.

  José, era un fiel guerrero así que el entrenaría con Jul el cual le mostraría todo lo que puede llegar a hacer, Ana tenia poderes curativos, así que entreno con la curandera de los ogros que sabía como usar esa magia, de la misma manera podía crear portales y crear fuego tanto con su varita como con sus manos, Vane podía transformar todo objeto en otro el cual le sea útil y tenia mucha fuerza física y de voluntad.

  Pasaron los tres meses, y salieron de aquel lugar, Jul llamo a Ernest buscando información de donde tenían a Santa e ir a rescatarlo.

  El grupo de búsqueda estaba cerca del lugar y solo esperaba ordenes de Jul para realizar un movimiento, todo el lugar había sido inspeccionado.

  Cuando se acercaban al lugar veían como una nube oscura rodeaba una gran montaña, cada 15 segundos caía un rayo y formaba una figura de forma humana o al menos eso querían creer… Jul les menciono que un ser malvado escapo de su prisión.

No había más tiempo para mencionar nada pues esa noche ya era navidad y no podían esperar para liberar a un ser tan extraordinario como Santa, así que al momento entraron en la fortaleza que era un gran laberinto entre escaleras y puertas que no llevaban a ningún lado todos corrían tras su pista, se separaron en cuatro grupos pues Ana no podía usar su magia de portales para entrar o moverse dentro de la fortaleza.

Santa se encontraba en el centro de este inmenso e inusual lugar, sellaron los poderes mágicos de todos los que se encontraban dentro excepto de los duendes que corrían de un lado hacia el otro atacando desde los lugares menos esperados, había trampas en los pisos y en las paredes se caían los techos en algunos sectores, pero todos pasaron y llegaron al centro de aquel averno…

Se encontraba allí una figura demoniaca de unos diez metros de estatura, no espera es su sombra nada más, un hombre muy alto escondido entre ropas negras las sombras ocultaban su rostro y sus ojos brillaban en un rojo amargo el cual era de temer y sus duendes con armaduras negras estaban detrás, fieles seguían en pie de lucha… pero donde estaba Santa, pues estaba detrás de todo, en una celda en una maquina extraña que le robaba su fuerza, no le quedaba mucho pues la noche de navidad se acercaba y los duendes y su líder no los dejarían pasar.

Como se llamaba este ser se preguntarán con lujo de detalles no lo puedo aclarar y para esto otra parte voy a necesitar, solo diré que es un enemigo del que siempre nos debemos cuidar y que su nombre por ahora no aparecerá.