Never Come Back

7- Tu secreto está a salvo

- Scott, Veronica Scott

- Bien jóvenes, como veo que la gran mayoría van perdidos vamos a hacer un breve repaso de lo que deberían saber hasta ahora o lo que necesitan para poder seguir las clases. Empezaremos por...

Mientras el profesor hablaba yo miraba por la ventana. Es bonito ver lo que hay fuera, lo que el mundo nos ofrece y lo feliz que puede llegar a hacernos. Yo era feliz hasta que un día me quitaron mi motivo por sonréir, por divertirme y por disfrutar. Luego, mi felicidad pasó a manos de una señora mayor que sin ningún prejuicio ni desprecio, sin conocerme de nada me acogió con los brazos abiertos y me cuidó creando y llenando de recuerdos y información mi cerebro. Me dió la oportunidad de continuar con aquello que más amaba, crear. Diseñar, construir y poner en funcionamiento pequeños aparatos que creaba con mis manos, que dibujaba con mi imaginación y que hacía para ayudar.

Mientras divago en mis pensamientos noto que de un momento a otro todos se están levantando y yendo, por lo que me propongo hacer lo mismo. Todo iba bien hasta que me toman por el brazo antes de salir por la puerta. Me giro y veo a los chicos de antes.

- ¿Necesitáis algo?- les pregunto con impaciencia.

- Pues ahora que lo dices...- empieza un gemelo.

- No preguntábamos porque.- continua el otro.

- ¿Disculpad? No entiendo

- No entendemos porque no nos has prestado casi atención, porque no nos tratas como el resto de la gente.- dice el pelinegro.

- Resulta hasta cómico que vaya a repetir esta frase y más estando en la universidad. - me digo entre susurros- Os lo voy a explicar. Resulta que en esta universidad hay cerca de 3.000 alumnos, unos 300 por rama. Con tanta gente, a mí personalmente, me da igual lo populares que seáis, no sois el centro de todos.- les digo pacientemente para luego encogerme de hombros y perderme por el pasillo atestado de personas.

Cuando estoy por entrar a la habitación noto que mi teléfono vibra, por lo que lo saco y miro quien me escribe.

Mensaje de Li el más loco:

Préparate que en media hora paso por tí para ir al cine.

Me río brevemente por lo directo que ha sido antes de empezar a arreglarme. Como es una salida con amigos decido ponerme algo simple, unos jeans azules rotos en las rodillas y un jersey a rayas que me encanta junto a unas bambas blancas con rayas negras. Me peino un poco y me pongo bálsamo para que no se me sequen los labios. 

Pican a la puerta y cojo un bolso pequeño blanco en el que meto mi móvil y algo de dinero. Voy hacia la puerta y la abro esperando un saludo normal, un pensamiento demasiado ingenuo pues es Liam la persona que tengo delante por lo que no se ha conformado con menos que un abrazo. Se separa de mí y mira por encima de mi hombro mi habitación dando un silvido de aprobación.

- Chica de fuego, tu habitación es increíble y es la más ordenada que he visto en todo lo que llevo aquí.- me dice con una sonrisa.

- Vamos antes de que me eche atrás y no quiera ir.- le digo con falsa molestia.

Cojo su mano y me encamino con él hacia la salida. Una vez fuera estoy por echar a andar, pero me doy cuenta que no sé donde está el cine, por lo que paro esperando sus indicaciones.

- Vamos en mi moto si no te importa.- me dice algo inseguro.

Me da tanta ternura que asiento como respuesta. Me guía hasta una moto negra muy bonita y me tiende un casco rojo cereza.

Después de ver una película de acción que me ha gustado mucho, nos dedicamos a hablar de cosas sin sentido, tonterías y temas más personales. Él me explica que viene de Denver y que siempre ha vivido con su hermano pequeño de 13 años y sus dos padres que tienen una pequeña pastelería. Cuando le cuento lo de mi familia se lo explico obviando algunos detalles como la targeta que encontré o lo que les digeron a mis padres.

- Dios Nicky, lo siento mucho, no quería  hacerte pensar en un tema tan doloroso.- acerca un dedo suyo a mi mejilla. No entiendo lo que está haciendo hasta que me doy cuenta que está secando una de mis lágrimas. Había llorado.

- Tranquilo.- le digo con un atisbo de sonrisa.

- Sabes, te prometí un secreto si me dabas una oportunidad, así que como te considero mi mejor amiga casi hermana y como recompensa por haberte echo llorar te voy a contar el único secreto que solamente saben mis padres.- cuando me dice eso lo noto algo nervioso, por lo que cojo su mano y se la apreto en un gesto reconfortante.

- No hace falta Li.

- Te lo voy a contar. Hace algunos años tuve algunas dudas mientras estaba saliendo con una chica hasta que me presentó a su grupo de amigos y uno en particular captó mi atención. Con el paso del tiempo me di cuenta que lo que sentía por la chica no era tan fuerte como lo que sentía por él. En ese momento descubrí que era gay.

No puedo decir que me sorprenda. La verdad es que no me importa porque sigue siendo la mejor persona que he conocido hasta ahora y que no se ha alejado de mí.

- No cambia nada Li, te sigo queriendo igual.

- Gracias Nicky, eres como la hermanita que nunca tuve.- me da un beso en la mejilla provocando mi risa.

En eso suena mi móvil.

Mensaje de Desconocido:

Princesa, no has respondido la pregunta.

¿Quien se supone que es y que pregunta no he respondido?

 




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