Nexus Parte I l: El Laberinto De Las Pesadillas.

El árbol de muerte.

­Los chicos estaban comiendo con despreocupación mientras se hacían bromas entre ellos o bien, hablaban con tranquilidad de sus días comunes y corrientes ahora que eran adultos realizados y sin ninguna clase de inconveniente en su vida.

— ¡Te dije que sería divertido!— Dijo Hela mientras se recargaba en el hombro de José.

—Nunca lo negué— Dijo esté, sonriéndole.

— ¡Vamos a nadar antes de que acabe el día!— Celeste se levantó de su lugar con energía mientras todos le secundaban con una gran sonrisa dibujada en su rostro.

Todos salieron, salvo Diego y Amapola quienes comenzaron a recoger.

— ¿Harán cosas sucias?— Preguntó Alejandro quien se quedó atrás, tras haber terminado de cambiarse para ir a nadar con los chicos— ¿Quieren que les diga a los demás que no entren a la cocina?

— ¡No!— Amapola se sonrojo.

—No soy fan de nadar, lo siento, me quedaré a preparar algo para cenar— Le dijo Diego y luego miro a Amapola— Aunque puedes ir con ellos ¿Sabes? Quizá me una a ustedes un poco más tarde.

—Te ayudaré y entonces podremos ir juntos— Le dijo está, abrazándolo.

Alejandro no pudo evitar sentirse feliz de verlos juntos, al fin y al cabo, Diego estaba… Ahí, con ellos, feliz, que era lo que importaba.

Al final, todos salieron de la casa listos para seguir con sus pequeñas vacaciones.

— ¡Te dije que los colores femeninos son para ti!— Dijo Edward, mirando a Celeste con unos brillantes ojos.

— ¿T-tú crees?— Celeste no pudo evitar sentirse avergonzada de usar aquel traje de baño revelador y muy femenino, algo que no pensaba que encajaba con ella. Ni en ese momento ni cuando… En realidad nunca.

Un traje de baño completo de un color morado intenso con corazones de color morado, aunque más suave, además de que tenía algunos bordados muy femeninos que, acompañados de sus sandalias con una flor de adorno, la hacían ver muy femenina.  

— ¡Claro!— Dijo el chico, convencido. Este no llevaba una camisa y solo llevaba unos pantalones cortos y unas sandalias azules.

Hela llevaba un bikini de color blanco con bordes de color azul que resaltaba su gran físico, sobre todo sus curvas. Llevaba unos lentes oscuros y sus hermosos cabellos atados en dos coletas para que le sea fácil moverse.

José a su lado, llevaba unos shorts azules y una camisa negra de tirantes.

Navier ya estaba en el lago, flotando con un bikini azul rey de gran escote que de nuevo ayudaba a destacar su gran figura, con sus músculos marcados, algo que Alejandro no negaría que le ponía un poco. Sus cabellos estaban flotando a su alrededor.

Alejandro con un short rojo y sin camisa salto hasta ella para juguetear.

—Tan ruidosos como siempre— Ulises estaba acostado en la hierba, tomando el sol que comenzaba a esconderse. Este llevaba unos shorts de color verde y una playera con estampado de hojas.

Rosy, a su lado llevaba un bikini rojo cerezo sin estampado pero que resaltaba su piel, sus largos cabellos y sus brillantes ojos verdes de una forma que a Ulises le parecía lo más hermoso que había visto.

— ¡Vamos a jugar!— Le dijo esta después de unos segundos, jalándolo hasta el agua mientras Ulises, pese a quejarse un poco, en su mayoría estaba cooperando— ¡Qué bueno que los chicos te perdonaron!

—Sí, tienes razón— Dijo este, entonces entorno los ojos— Espera ¿Qué hice?

—Ah, no lo sé…—Rosy quería decir algo pero no pudo recordarlo.

De un momento a otro, el cielo se oscureció como si una gran tormenta se avecinara, lo que de alguna forma, termino poniendo a todos un poco tristes. De todas formas, estaban juntos, no importaba que lloviera, se divertirían adentro y mañana saldrían a jugar ¡Aún quedaban muchos momentos de diversión para esas vacaciones!

José se giró hacia el bosque solo para ver a aquella niña que de nuevo. La chica salió corriendo hacia el bosque por lo que sin pensárselo mucho, José trato de acercarse hasta ella para ayudarla ¿No tendrá padres?

— ¡Espera ¿A dónde vas?! ¡Yo voy!— Hela le siguió desde atrás.

Los dos se metieron al bosque sin pensarlo mucho, solo para alcanzar a la chica quien tras un parpadeo desapareció frente a sus ojos.

— ¿A dónde se fue? ¡Oye, niña, viene una tormenta, ven con nosotros!— Gritó José, tratando de llamarla.

José giro el rostro en varias direcciones, buscando pero lo único que veía era al bosque cerrándose frente a él, como si estuviera formando una prisión de ramas que parecían manos esqueléticas y troncos con rostros que gritaban de dolor como si desde el fondo de la tierra, algo o alguien estuviera aplastando sus raíces.

El aire que antes olía a naturaleza adquirió un horrible aroma pútrido que lo incómodo y el aire, antes cálido, comenzó a volverse tan frio como si estuviera en invierno. Incluso vaho salió de su boca.

— ¡Hay que regresar, quizá vive aquí cerca!— Le dijo a Hela, tratando de pensar que todo eso era una especie de alucinación. Normalmente los bosques le gustaban pero ese comenzaba a perturbarlo.



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En el texto hay: pesadillas, multiverso, chicasmagicas

Editado: 29.01.2023

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