Liho se sentó con el paquete que Shido le había entregado. Que cosa mas extraña. ¿Por qué Shido le regalaba algo?. Sabia que habían pasado muchas cosas desde que se encontraron aquel día con el Bleed, pero no era motivo para arrepentirse de nada. Ella nunca le había echado la culpa de nada. Del interior saco una caja rectangular. No era muy grande, pero si pesada. ¿Qué podía contener?. Lentamente la abrió. En su interior había una muñeca con un bonito traje de época azul de cuadros con los bordes verdes, blancos y amarillos. Llevaba un sombrero a juego y unos bonitos zapatos marrones. Tenia los ojos de un azul profundo y los cabellos dorados, que caían en tirabuzones sobre sus hombros.
Para Liho esa muñeca no tenia precio. Aunque Shido le hubiera debido algo, ella se lo tomo como un regalo de un amigo muy importante, que era lo que Shido era. No debía retrasarse mas. Si Shido volvía a casa y no la encontraba se preocuparía demasiado. volvió a meter la muñeca en la caja y la guardo en la bolsa. Después se dirigió a su habitación para guardar el resto de la ropa.
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Yayoi marco en su móvil el teléfono de la oficina de Shido. No había nadie, ¿dónde se podía haber metido?. Marco el numero de la casa de Liho, quizás estuvieran allí. Cogieron el teléfono. ¡Que suerte había tenido, era Liho!. Shido había estado allí. Se dirigía a los muelles, la esperaba allí. Yayoi agradeció la información a Liho y dejo el móvil en el asiento del copiloto. Al cabo de un rato volvió a sonar, pero estaba tan concentrada en lo que acababa de descubrir, que pareció no oírlo.
Era de la oficina, seguramente eran los informes del forense. ¡había acertado!, pero solo tenían los informes de una de las chicas. ¿Qué podía haber pasado con la otra?. El compañero le explico que cuando estaban haciendo una de las autopsias, la otra se levanto y se sentó en la camilla. Nadie se dio cuenta, pero cuando se volvieron para coger unas gasas, la vieron. Se echaron para atrás. Ella se puso de pie de un salto y se acerco poco a poco sonriendo. Tenia los ojos dorados. Parecía que sabia muy bien lo que estaba haciendo. Se acerco a uno de los médicos y le cogió la mano. Le cogió la muñeca y bebió un poco de su sangre. Luego sonrió y desapareció.
Yayoi dio las gracias y colgó. Era lo que se imaginaba. Una de ellas era un vampiro, ¿cómo iba a explicarle esto a Shido?.
Shido bajo del taxi y pago la carrera. Los muelles, le recordaban al día que llego a esa ciudad. Nadie le conocía y podría empezar una vida nueva, lejos de un pasado que le perseguía y atormentaba. Camino entre los distintos edificios. Se paro cerca de la carretera que llevaba a un viejo almacén. El olor a sangre le llamo la atención. Miro a su alrededor, pero no vio nada. debió de ser del cadáver que Cain había dejado y, en el cual puso a Liho después de salvarla. Ahora la notaba mejor. Era sangre de hace unos días, quizás la victima de Cain....
siguió caminando, no tenia tiempo para pensar en Cain. No estaba seguro de lo que estaba buscando ahora que era de noche los Bleed salían a cazar. En parte, se parecían a los vampiros. Seres de las tinieblas a los que la gente teme y respeta. Era seguro que ahora no los iba a encontrar, pero tampoco podía esperar al día. Quizás hubiera pruebas, restos de ropa o algo, con los que sacar conclusiones.
Shido escucho el ruido de un coche. Bajo otra vez hasta la carretera para ver de que se trataba. Se escondió para no ser visto. Era un coche azul. De su interior salió una mujer. ¡Era Yayoi!, si que había ido rápido. Shido se quedo pensativo un momento. ¿Cuándo había cambiado Yayoi su coche rojo?. Quizás lo había dejado en La Central y había cogido otro. Shido se acerco a ella. Esta le sonrió y camino con el por el muelle.
- ¿Has descubierto algo? – pregunto Shido.
- Nada importante – respondió esta - ¿y tu?
- Tampoco – respondió Shido extrañado – pero este sitio es oscuro. Durante el día tiene bastante movimiento, pero no todos los días los almacenes reciben carga y algunos están abandonados. Quizás uno de ellos lo utilice el Bleed para resguardarse del día.
- Es una idea un poco complicada, ¿no te parece? – argumento Yayoi.
- Quizás – respondió Shido – pero solo es una idea.
- Me parece extraño que un vampiro como tu se dedique a cazar Bleed y no tenga compañera.
- ¿Por qué? – Shido estaba cada vez mas extrañado – nunca me habías dicho eso.
- Nunca he conocido un vampiro como tu – Yayoi se abrazo a el y le puso el cuello cerca de la boca - ¿por qué no nos unimos los dos?. Hazme tuya.
- Pero, Yayoi... - Shido la aparto en el instante que oyó el sonido de un gatillo. Miro hacia su derecha. allí había otra Yayoi con la pistola apuntándolos. Shido se sentía aturdido - ¿qué esta pasando?
- Shido – la que estaba al lado suya la miro asustada - ¿quién es ella?
Editado: 07.04.2019