Nightmare

Capitulo 2.

Mi hermano me trajo a vivir con el a Londres, no sabia si estar feliz por volver a estar a su lado o sentir un gran temor por tener que volver a relacionarme con gente y con el mundo exterior. Por el momento le dije a Luke que no quería estudiar, prefería en todo caso trabajar en algo que pudiera hacer desde mi hogar, desde luego mi hermano me dijo que no, que trabajaría fuera de mi casa. 

-Muy bien Maja- dijo mi hermano mirando aun el periodo mientras desayunábamos- Conseguí un empleo para ti

 -¿Cual?- por mi tono de voz era notorio que no tenia mucha emoción

 -Trabajaras en un Starbucks sirviendo café y todo eso 

-¿Que? Luke no puedes pretender que comience a relacionarme con gente de un día al otro 

-Claro que puedes. Maja, entiende, hace años que no hablas con absolutamente con nadie, debes salir de tu burbuja

 -Me da miedo 

-No temas, nadie va a dañarte. No voy a dejar que eso pase- mi hermano se acerco y me abrazo. -¿Lo prometes? 

-Es una promesa Las semanas pasaron como si fueran segundos y el día de comenzar a trabajar había llegado. Me consumían los nervios. Me miraba al espejo y no me convencía, el atuendo que debía llevar era demasiado feo. Esta bien que hacia tiempo que no salia a la calle pero aun así sabia que estaba de moda y que no, y debo decir que los de Starbucks no tenían mucha idea de combinación.

 -¿Lista?- pregunto mi hermano mirándome desde la puerta de mi nueva habitación 

-Supongo 

-Anda, vayámonos que se hace tarde El camino se me hizo eterno, parecía que la carretera no tenia final. 

Cuando por fin llegamos mire el lugar, no había gente aun ya que estaba cerrado. Mis manos comenzaron a sudar y mis piernas temblaban un poco, no mucho como para que otro lo viera pero si lo suficiente para que yo lo notara. Mi hermano espero a que tuviera un pie fuera del auto para marcharse rápidamente, supongo que lo hizo para que no tuviera la oportunidad de encerrarme en su automóvil y negarme a trabajar. Entre al local, allí había dos chicas las cuales me miraron por unos segundos como examinándome, eso me puso aún más nerviosa. 

-Hola, eres Maja ¿verdad?- pregunto una de las chicas sonriendo En ese momento mi cabeza se bloqueo por completo junto con mi cuerpo, no tenia reacción alguna. No sabia que decir, era un momento realmente incomodo para todos. Decidí que no quería quedar como una demente, me arme de valor y conteste.

 -Ho...hola, si, soy Maja- dije en un tono de voz muy bajo 

-Es un placer, yo soy Ellen y ella es Taylor- dijo la chica que me había saludado. Ambas se acercaron a mi y me dieron la mano.

 -El placer es mio- trate de forzar una sonrisa. Realmente quería salir corriendo de allí. 

-Maja supongo que debes estar nerviosa y es normal, todos tenemos miedo el primer día- dijo Taylor riendo- Pero quédate tranquila cariño que aquí estamos nosotras para ayudarte, ya veras que es fácil y divertido. De a poco me comenzaba a sentir más cómoda, era increíble ya que hacia muchísimo tiempo que no tenia contacto con gente.

 -Ven, te mostraremos como funciona todo- Ellen extendió su mano para que la tomara, lo dude por unos segundos. Estire mi mano lentamente y pude notar que estaba temblando. Finalmente me sujete de Ellen y las seguí por un pasillo que llevaba a la cocina. Me enseñaron cada cosa y como debía hacerlo, no era para nada difícil. Estas chicas me transmitían confianza y eso me hacía sentir bien, al final no había sido tan malo o al menos eso creía. El tiempo que estuvimos practicando lo que yo debía hacer la pase genial, el problema fue cuando llego la hora de comenzar a recibir clientes, ahora no debería hablar con Ellen y Taylor, debería hablar con perfectos desconocidos.

 -Lo has hecho muy bien Maja, todo te saldrá genial, tranquila- Dijo Ellen mientras se dirigía a su lugar. La tienda abrió y los clientes comenzaron a llegar, puedo decir que supe llevar la situación con bastante tranquilidad o al menos eso trataba de mostrar. En algunos momentos solía quedarme helada, pero solo unos segundos. Mientras transcurría la tarde los clientes iban y venían, todos eran personas comunes y corrientes que lo único que querían era que les entregaran rápido y caliente su café pero entre todos hubo una excepción. Por la puerta de entrada ingreso un chico de cabello claro y bastante alto. Vestía ropa totalmente negra con algunos detalles en blanco, su cara era totalmente seria. Me parecía lindo, no se si porque realmente era lindo o porque hacia años que no veía cara a cara a otro chico que no fuera mi hermano.



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En el texto hay: amor, odio, violencia

Editado: 28.04.2019

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