Miro unos segundos a James esperando su respuesta.
-- Muchachos de aquella esquina dejen de hablar. -interrumpe la maestra.
Empezamos a trabajar.
James ya no me dijo nada, me quedé con la duda, no creo que dijera "porque me gustas" apenas lo conocí hoy, eso es imposible, aparte una chica como yo, no tendría oportunidad con un chico como el.
Después de varios trabajos la mestra nos dejo salir.
-- ¿Se te hicieron fáciles o difíciles los ejercicios?. -pregunta James.
-- Fáciles.
-- ¿Enserio? A mi se me hicieron algo difíciles. -dice con el ceño fruncido.
-- Estaban fáciles.
-- Ah entonces ¿eres inteligente?.
-- Según yo no. -río.
-- No manches Alice. -ríe exageradamente.
Volvio a reirse así, creo ya entendí, se ríe por todo.
Lo miré unos segundos, no solo era lindo por fuera, también lo era por dentro, y eso me gustaba de el.
-- Vamos a clase. -digo y doy media vuelta.
-- Espera vamos a tomar agua. -dice mientras me toma por el hombro volviéndome a el.
Caminamos hacia los bebederos. Al llegar, James agacha la cabeza hacia el grifo, lo abre y comienza a beber agua. Me recargo en un poste esperando que termine. Cierro los ojos disfrutando del sonido de el canto de los pájaros. "¿Cuánto puede tardar un chico en tomar agua?" Abro los ojos y descubro a James mirándome fijamente. Me sonrojo al instante y sus mejillas se tornan en un rojo claro. ¿Por qué me miraba? No soy alguien que valga la pena ver, pero por alguna razón... él lo hizo.
-- Yo... perdona... -murmura- Mira allá. -señala el cielo y sigo la dirección de su mano. No hay nada.
Siento como un chorro de agua fría cae sobre mí blusa, y me sobre salto. El agua está demasiado fría y aun no hace bastante calor para no tener frio. Miro a James, que tiene una hermosa sonrisa, y vuelve a echarme agua.
-- Oye ¿Porqué me mojas?
-- Es divertido.
-- ¿A si?. -pongo los ojos en blanco.
-- Siii. -me moja de nuevo.
Lo moje, el me mojo, y así estuvimos hasta quedar empapados, fue muy divertido, tenía mucho que no me divertía de esa forma.
-- ¿Quieres un abrazo?. -dice acercándose a mi.
-- No, estás todo mojado. -doy un paso atrás.
-- Tu también. --pone los ojos en blanco.
Me jala de los brazos hacía su pecho, intento zafarme, pero es muy fuerte. Suspiro en su pecho. Es el abrazo mas lindo que alguien me ha dado.
-- Jóvenes vamos a subdirección. -dice una voz femenina detras de nostros.
Nos volteamos a ver y soltamos una risita.
-- ¿Porqué estan todos mojados?. -dice el subdirector.
-- Es que... todo fue mi culpa, ella no hizo nada, regañeme a mi. -dice James.
-- No es cierto, yo también tuve la culpa. -digo.
-- Viendo que los dos lo admiten, solo sera una llamada de atención, pero que no se vuelva a repetir.
En cuánto salimos nos soltamos riendo.
-- Vez por tu culpa. -dice James riendose.
-- ¿Yo? Tu empezaste. -digo riendome.
-- Si claro. -dice en tono sarcástico.
Nos fuimos al salón.
-- ¿Podemos pasar? -dice James.
-- ¿Porqué tan tardé?. -pregunta la maestra.
-- Estabamos en subdirección. -contesta James.
-- ¿Porqué?. -pregunta la maestra.
-- Es que... nos estabamos mojando. -digo muerta de la vergüenza.
-- Hay jóvenes, bueno pasen. -nos indica con una mano que pasemos.
James paso primero y se dirigió al fondo, ya sabía que yo aría lo mismo, solo de verlo me hizo sonreír de oreja a oreja.
-- Ya estas aprendiendo que me gusta estar en el fondo. -digo mientras me siento.
-- De echo lo hice porque esta comodo, no por ti. -dice con frialdad.
-- Aush eso dolió. -digo con la mirada baja.
-- ¡Es broma!. -dice riéndose.
-- No ya no me hables bay. -le doy la espalda.
-- Alice ¡es broma!.
--...
-- ¡Perdón!. -dice entre pucheros
-- ... -me encanta ser la reina del drama.
-- Bueno ignorame pues. -se sienta viendo al frente.
-- Es lo que hago. -susurro.
La maestra no nos puso hacer nada, nos dio la hora libre pero dentro del salón.
-- ¿Ya me vas a hablar?. -dice acercándose.
--... -sólo lo mire.
-- ¡HÁBLAME!. -me ruega.
-- ...
-- ok ok. -dice poniendose de pié.
Se puso enfrente de todos.
-- James ¿qué haces?. -digo con la voz un poco baja.
-- Lo necesario para que me hables. -me mira a los ojos.
-- ¿Qué?... -lo miro confundida.
-- ¡ALICE PEYTON PERDONAME!. -dice gritando.
-- James siéntate. -digo riendome.
-- No hasta que me perdones. -me mira.
-- Ya callate. -dicen algunos compañeros.
-- Esta bien te perdono, pero ya sientate. -digo sería.
-- Bueno ya podemos hablar. -dice regresandose a su asiento.
-- ...
-- Okey okey lo volveré a hacer. -intenta pararse.
-- No no no ya ya. -lo detengo.
-- Okey.
-- Estas loco. -digo en voz baja.
-- Ah osea que ¿ahora soy un loco solo por pedirte perdón?. -pone los ojos en blanco.
-- De la forma en que lo hiciste... -miro para otro lado.
-- Ash. -dice y yo tan solo me río.
-- ¡No te rias!.
-- Ya lo hice. -le guiño un ojo.
-- Ashhh. -pone los ojos en blanco mientras se ríe.
Después de un rato salimos de la clase.
-- ¿Vamos a tomar agua?. -pregunta riéndose.
-- NO YA NO.
-- ¿Porqué?. -hace pucheros.
-- ¡Porque luego me mojas!.
-- Hay solo lo hice una vez.
-- No, YA, vamonos al salón. -digo en tono autoritario.
-- Okey jefa. -se pone derecho.
Es más alto de lo que se ve.
--Ush. -le saque la lengua.
-- Aiññ. -sonríe de oreja a oreja.
Cuando íbamos hacía el salón nos avisaron que teníamos la hora libre.
-- Genial, vamonos. -sonríe.
-- ¿A dónde?. -enarco una ceja.
-- Primero que nada hay que salir de la escuela.
-- Okey... -lo sigo.
Minutos después salímos.
Editado: 06.07.2020