Tengo frío. James me a quitado toda la sábana, miro a mi alrededor y me doy cuenta de que estoy desnuda. Despierto a James para que me de mi ropa que está aplastando con su torso. James se queja pero se levanta.
-- ¿Qué hora es? -pregunta abriendo los ojos.
-- Las 3 de la mañana.
Tomo mi pijama y me visto. Es un pans y una blusa de tirantes, ambas son de oso panda. James toma un short y una camiseta roja y se los pone.
-- Te vez adorable. -dice James y me abraza. Nos acostamos en el suelo de la casa de acampar.
-- Y tu tan guapo. -digo lo que pienso. Se ríe y me da un beso en la mejilla.
-- En una semana viajaremos. -dice derrepente.
-- ¿Quiénes?
-- Tu y yo. -¿quee?
-- ¿De verdad? ¿A dónde?
-- A París. Duraremos, no se, un mes.
-- ¿Ya tienes todo? -estoy muy sorprendida.
-- Si. Esta todo planeado. -me giña un ojo.
Tengo mucho sueño. Me acuesto abrazada a James, le doy un beso de buenas noches y ambos nos quedamos dormidos. Es la primera vez que dormimos juntos.
-- ¿Cua... cuanto tiempo llevas mirándome? -pregunto cuando abro los ojos. Me doy cuenta de de James me está mirando. Debo de estar horrible.
-- No se. ¿Una hora?, ¿eso importa? -sonríe, cuando lo hace muestra su hilera de dientes perfectos.
-- ¡Si! ¿Porqué no me despertaste? -me tapó la cara y la restriego con mis manos.
-- Porque te vez linda durmiendo.
-- Me hubieras despertado.
-- No. No hubiera podido apreciar tu belleza. -me pongo roja, James se ríe. Intentó darle un pequeño golpe en el pecho, pero toma mi mano y me hacerca a el para besarlo.
Me cambie de ropa. Me puse un short y una blusa sencilla color blanca. James se queda con la misma ropa.
Salgo de la casa de acampar. Ahora puedo distinguir el lugar. Lo conozco, hemos venido un par de veces. Hay un pequeño lago, el césped es muy verde y la luz del sol pega de maravilla.
Me hacerco al lago. El agua esta muy limpia, aprovechó para lavarme la cara y recoger mi cabello en una cola de caballo.
Para cuando regresó con James ya a quitado todo y lo a guardado en el carro.
-- ¿Lo estas disfrutando? -pregunta James. Me siento a lado de el en el césped.
-- Por supuesto. Una pregunta, ¿iremos solos a París?
-- Si. Quiero que este viaje sea sólo de nosotros dos.
-- Me fascina la idea. ¿En qué iremos?
-- En avión. -me levantó de un brinco del césped. Me aterra viajar en avión.
-- ¿Qué?
-- Nos iremos en avión. ¿Algún problema? -pregunta confundido.
-- Si. No me gusta viajar en avión. Es horrible. Y si te lo preguntas, si, ya e viajado en uno. No pienso volver hacerlo. -digo y cruzó los brazos.
-- No pasará nada. Yo estaré con tigo. -se levanta y me abraza.
-- ¿Me prometes que no pasará nada? -lo miro a los ojos.
-- Lo prometo. -se que no es una promesa segura, pero me calma oírlo decir.
-- Será nuestro primer viaje juntos.
-- Uno de muchos. -levanta mi barbilla con su mano y me da un tierno beso en los labios. -¿Te parece si vamos a desayunar?
-- Si. -me apartó un poco de el, la cabeza me comienza a dar vueltas.
-- ¿Te encutras bien? -se hacerca a mi.
-James... -susurré. El aire se me fue por completo. La vista se me nublo. Las piernas no me respondieron. Estuve a punto de caer, pero James me atrapó en sus brazos.
-- ¿Alice? ¿Qué te sucede? -al no obtener respuesta corrió al carro, me subió lo más rápido que pudo y manejó lo más pronto posible.
-- Doctor. Necesito ayuda. -dice la cálida voz de James al llegar al hospital.
-- ¿Qué sucede?
-- No lo sé. Se desmayó de la nada. -puedo sentir la preocupación en su voz.
Me llevaron a uno de los cuartos. De nuevo, no sabía lo que pasaba.
-- No es la primera vez que le pasa. -dice el doctor a James.
-- ¿Ya a venido antes por lo mismo? Puedo escuchar sus voces.
-- Si. Los últimos meses.
-- No me dijo nada... -susurra. -¿Porqué sucede esto?
-- Estamos haciendo estudios, justo ahora le estamos practicando uno. Lo mejor será que está noche la pasé aquí, mañana tendremos los resultados.
-- Yo le avisó a sus padres. -abro los ojos. El doctor se retira de la habitación. -¿Cómo sigues? -se hacerca a mi.
-- Ya mejor.
-- ¿Te importa si tomo tu teléfono?
-- Tomalo. -toma mi teléfono y se retira para hablarles a mis papás.
Unos minutos después aparece de nuevo en la habitación.
-- ¿Qué te dijeron? -pregunto. Me siento en la cama. Ya me estoy acostumbrando a que me pongan suero.
-- Vendrán hasta mañana, tienen mucho trabajo. Pero ya les prometí que yo cuidaré de ti y que no dejaré que nada te pase.
-- Se que lo harás.
Una enfermera nos trae desayuno. Sabe horrible. Es una especie de avena y gelatina que está toda aguada. Lo único que sabe bueno es el jugo de naranja.
-- ¿Cómo te sientes Alice? -pregunta el doctor cuando entra a la habitación.
-- Bien.
-- Necesito sacarte sangre.
-- ¡No! -no me gustan las inyecciones.
-- ¿No me puede sacar a mi en vez de a ella? -propone James.
-- Este no es el caso. A quien ocupó hacerle los estudios es a ella no a ti.
-- Lo siento princesa. Lo intente. -suelto una risita y le agradezco a James con la cabeza.
James me carga en los brazos para llevarme a otra habitación.
-- No es necesario que me cargues. -digo. Aunque lo disfruto mucho.
-- Si. La princesa lo necesita.
Entramos a la otra habitación. James me deja en una silla alado de una enfermera.
-- Aushhhh. -digo dramáticamente.
-- Aún no te echo nada. -dice la enfermera y pone los ojos en blanco. James y yo nos reímos.
-- Lo siento. -digo y agachó la cabeza.
Prepara la inyección. Pone una liga en mi brazo, que me aprieta. Busca mi vena y después mete la jeringa. Tome la mano de James y la apreté. Me dolió mucho.
Editado: 06.07.2020