No estoy en tu destino

Cap. 21

-- Ya despierten. -dice mi mamá al tiempo que nos sacude.

-- ¿Qué... qué hora es? -pregunta James tayandose los ojos.

-- Las 9.

-- ¿De la noche? -bosteza.

-- No. De la mañana. 

-- ¡¿Qué?! -James se levanta de un brinco de la cama. -Alice despierta, nos quedamos dormidos.

Abro los ojos lentamente y miro a ambos.

-- ¿Qué? -pregunto. Aún estoy algo dormida.

-- El vuelo sale en dos horas. Tengo que irme.

Mi mamá sale de la habitación.

-- Debemos de alistarnos. -digo y me levanto de la cama.

James se va y yo me meto a bañar. 

Me meto una falda negra boleadita, una blusa blanca y la fajo dentro de la falda, me pongo una chaquetita de cuero negra, unas calcetas negras y las subo hasta arriba de las rodillas. Abrocho los botines negros y me dirijo al tocador para peinarme. Rizo sólo las puntas de mi cabello, ya que terminó me pongo una tipo boina. 

Me gusta el resultado y sonrió al espejo.

-- Adiós chimi, te quiero. -abrazo a chimi y le doy un pequeño beso en la cabeza. 

Las nauseas aparecieron de nuevo, corro al baño. Parece que vomite las palomitas, no e comido nada más.

Antes de salir a esperar a James hago una pequeña investigación en mi laptop de que tiene que ver las nauseas con el problema del corazón, pero no sale nada. Me meto en varias páginas, no encuentro resultados.

-- James y tu papá te estan esperando en el coche. -entra mi mamá a mi habitación, y cierro de prisa la laptop. -¿Todo bien? -se hacerca a mi.

-- Si. Sólo miraba imágenes de Paris. -miento. No quiero decirle nada. -Ya tengo que irme. 

-- Cuidate mucho. Si te sientes mal regresen por favor. Te quiero. -la abrazó.

Tomo las maletas y me dirijo al coche, James camina hacía mi para ayudarme. Lo observó de pies a cabeza, lleva camisola blanca, geans negros, y el cabello despeinado, se ve guapísimo.

-- No es necesario. -le digo. El me sonríe y sube las maletas al coche.  

Nos subimos en la parte trasera. Mi papá comienza a conducir, prende la radio y yo miro por la ventana. Siento un nudo en el estomago, pero se calma cuando James me toma de la mano. Siento su mirada, me vuelvo hacía el, y cómo sospeche, me está mirando.

-- James ¿Qué tanto me miras? -le pregunto en voz baja para que mi papá no me escuche.

-- Te vez hermosa. -dice casi gritando. Se que lo hace a propósito.

-- Callate me pongo roja. -surro.

-- Y roja te vez aún más hermosa. -me susurra al oído, y se me eriza la piel.

Mi papá nos lanza una mirada por el retrovisor y James poco a poco se aleja de mi. Yo me río de ambos.

El camino transcurre en silencio.

 

Llegamos media hora antes del vuelo.

-- Adiós hija, cuidate y diviértete mucho. Te quiero. -me abraza mi papá, y me da un tierno beso en la frente.

-- Y yo a ti papá. -le doy un último abrazo de despedida.

Entramos al aeropuerto. James sólo dejo que me llevará una maleta y yo le sacó la lengua.

Nos sentamos a esperar a que fuera la hora.

-- ¿Estas emocionada? -pregunta James.

-- Siii. 

Me da un pequeño beso en la mejilla.

-- Pasaré rápido al baño antes de irnos. -le aviso a James.

-- ¿Quieres que te acompañé? -se ofrece pero yo niego con la cabeza, y me dirijo al baño. 

Tardó unos minutos en encontrarlos. Entró, estan llenos. Me recargo en la pared a esperar a que uno de los baños se desocupe. 

-- ¿También estas esperando? -me habla una joven alta con tez morena.

-- Si. -la miró. -¿Siempre están así de llenos? 

-- No lo sé. No viajó mucho en avión. -me da una sonrisa linda. -¿A dónde dónde irás?

-- A París. ¿Tu? -dirijo la mirada a una señora que regaña a su hija por escaparse de ella.

-- A California, pasaré las vacaciones con mis padres. ¿Vas sola? 

-- No. Voy con mi novio.

Uno de los baños se desocupa y yo me despido de mi nueva conocida.

-- Fue un placer. -le digo. Ella me sonríe y asiente.

Entró lo más rápido que puedo al baño. Al salir me lavo las manos, me miró al espejo para asegurarme que el peinado sigue igual. 

Esperaba ver a mi nueva conocida, pero ya se a ido.

-- Por fin te encuentro. -dice James cuando salgo del baño.

-- ¿Qué haces aquí? -pregunto mientras me río de el.

-- Pensé que te habías perdido o algo así... 

Sólo lo miró y le dedicó una sonrisa.

-- Vuelo 957 con destino a París, favor de pasar al avión. -dice por el micrófono la azafata.

-- Ese es nuestro vuelo. -dice James con una sonrisa. -Vamos.

Nos dirigimos al avión. Nos tocaron los asientos A.7 y A.8, James me pide que me siente del lado de la ventana al ver a nuestro compañero de asiento, es un muchacho de aproximadamente 20 años. Me divierte lo que James me pide, pero le hago caso.

-- Mantengase en su sitio. Abrochen sus cinturones inicia el despegue. 

El avión comienza a moverse. Las piernas me comienzan a temblar.

-- No no no no no. -cierro fuerte los ojos.

-- Tranquila princesa. -James me abraza. Me siento mejor y protegida estando en sus brazos. 

-- ¿Qué haremos 15 horas en el avión? -pregunto ya que llevamos un tiempo de haber despegado.

-- Abrazarnos mucho, comer. 

-- Y dormir. -añado.

-- Tu siempre quieres dormir. -me pica la mejilla con su dedo.

-- Y tu siempre quieres comer. -le saco la lengua.

James había echo que mis inseguridades y mis días malos desaparecieran, ya no necesitaba de nadie más, sólo de el.

 Pero, ahora estoy enferma del corazón, tal pareciera que estar sana no es lo mío.

-- ¿Qué piensas? -pregunta James sacándome de mis pensamientos.

-- No lo sé... En dormir.

-- No. -sonríe. -Dime. -dice con voz dulce.

-- Pienso... que... Casi toda mi vida e estado enferma. -confienzo.

-- ¿Porqué lo dices? -me mira.

-- Cuando era pequeña... me dio una enfermedad rara. -lo miro también y nuestras miradas se encuentran. -Dure cómo un mes internada en el hospital, después de 2 años me cure.. -aparto la vista. -Después tuve depresión...  Y, ahora estoy enferma del corazón. 




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