No leas este libro sin sentido

La popularidad tiene sus problemas

Me encontraba durmiendo cuando de repente sentí algo volando cerca de mi oreja. Esa molestia me despertó inmediatamente.

 

-Quítate, mosca- Dije moviendo el brazo aún con los ojos cerrados mientras trataba de ahuyentar al bicho.

-No soy una mosca, idiota- Mientras oía esas palabras, recibí un golpe en la cabeza.

-Si vienes a robar, llévate todo menos mi teléfono y mi cama, gracias- Balbucié entredormido.

-Despierta, maldita sea.

 

Otro golpe fue directo hacia mi cabeza. Este fue más fuerte que el otro. Mucho más fuerte, pues me despertó completamente.

Al abrir los ojos, pude divisar a una vieja con alitas flotando en mi habitación. Estaba tan cansado que no tenía ganas ni de preguntarme qué estaba pasando.

 

-¿A...buela?- Pregunté confundido. Pero lo único que obtuve de respuesta fue un intento de golpe en la cabeza, el cual esta vez esquivé.

-Insolente. ¿Cómo vas a pensar que una mujer tan guapa y joven como yo va a ser abuela?

-Esas arrugas no dicen lo mismo.

-Maldita sea, estos jóvenes son cada vez más maleducados.

-Eso es algo que solo una vieja diría.

-Había venido aquí a concederte un deseo, ¿pero sabes algo? Me largo.

-¡Espera!-Grité.-¡Deseo ser popular!

 

Mientras vieja furiosa se lamentaba entre dientes que el código de hadas madrinas la obligaba a cumplir mi deseo, su cara de enojada se tornó una sonrisa malévola.

 

-Está bien, serás popular...por ahora...

 

Dicho eso, un as de humo fue lo último que vi antes de que la vieja desapareciera.

Sin darme tiempo a pensar en lo que había pasado, mi celular comenzó a vibrar desesperadamente. Al fijarme el por qué, divisé muchas, muchísimas notificaciones de mi red social favorita: BananaGram.

Al parecer el hada arrugada había hecho su trabajo, miles de personas comenzaron a seguirme. Incluso un caballo me estaba siguiendo ahora.

No pasó mucho tiempo cuando mi tono de llamada comenzó a sonar también. Era Liam.

 

-¿Liam?

-Nath, explícame cómo de la nada eres más popular que yo.

-¿No será porque soy guapo?

-Si fuese por eso, yo ya sería famoso.

-¿Con esa nariz? Pincharías a todos.

-Habló el pelo de planta. Seguro en otoño te quedas calvo, se te van a caer las hojas.

-Me huele a envidia.

-Y a mí me huele a que algo no cuadra.

-Si no cuadra entonces circula. JAJAJJAJAJA. Oye Liam...¿Liam...? Mierda, cortó.

 

Mi chiste fue tan malo que Liam abruptamente cortó la llamada.

Otra vez mi teléfono sonó.

 

-¿Y ahora qué quiere?

 

Era la alarma para ir al colegio. Si no me apuraba llegaría tarde.

Me vestí con una camisa que jamás había usado y me puse gel en el pelo. Hoy tenía que estar guapo.

Cuando llegué a la entrada, miles de alumnos de mi curso y de otros cursos, querían sacarse fotos conmigo. A lo que yo accedí con gusto. Sin embargo, no pude terminar con todos porque Liam y James llegaron con látigos y echaron a latigazos a todo el tumulto a mi alrededor. Ahora nos encontrábamos nosotros tres solos en la entrada.

 

-Al fin te encontramos. ¿Cómo te has vuelto tan popular de la nada?- Dijo James agitado. Probablemente mis amigos habían corrido hasta aquí.

-¿Por qué a todos les sorprende que yo sea popular? Era algo que tenía que pasar.

-No nos sorprendería si no fueses Nathaniel.

-¿Qué tratas de decir?- Lo amenacé con la cara más tenebrosa que podía poner, pero antes de que mi amigo pudiese responder a mi pregunta, la campana sonó y tuvimos que salir corriendo a clase.

Cuando estábamos a punto de abrir la puerta para entrar a nuestra clase, recordé que el profesor con el cual teníamos clase ahora, me había pedido una foto con él cuando llegué al colegio, así que supuse que no nos diría nada malo.

Pero que ingenuo fui. Cuando entré, todos estaban eliminando las fotos que se habían sacado conmigo, y otros se preguntaban el por qué seguían a un tipo tan feo como yo. Y el profesor...ay el profesor...digamos que tengo que hacer tarea extra por llegar tarde.

Fue ahí cuando me di cuenta...

 

-ESA ESTÚPIDA VIEJA- No me había dado cuenta de que lo dije en voz alta. Todos me miraron raro.

 

Efectivamente. El hechizo solo había dudado unas horas. Por eso el hada dijo "por ahora".

Al menos fui popular, tuve una vida social. No como algunos que se ponen a leer libros sin sentido en internet.

 

-Nath, ahora que ya no eres popular me imagino que se te habrá ido el ego y no estarás insultando a los lectores.

-Em...no...

 

 

 



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En el texto hay: cosas sin sentido, intento de romance

Editado: 19.08.2019

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