No más palabras vacías.

1. Para entender de que va la cosa.

Un sonido, que digo sonido, un malnacido aullido chirriante ¡AGG!.

Abrí un ojo adaptando mi vista, no lo logré así que lo volví a cerrar, me volteé y envolví en mi sabana dispuesta a seguir en brazos de mi amadísimo Hipnos...

—¡TE LO ADVIERTO MADISSON LISS O'CONNER, SI NO TE LEVANTAS EN ESTE MISMO INSTANTE SUBIRÉ CON UNA JARRA DE CUBOS DE HIELO Y NO ME TEMBLARÁ EL PULSO PARA ECHARLO EN TU FLOJO ROSTRO!—Me acurruqué un poco más.

—¡Si mami! —.Murmuré.

Estaba a punto de caer rendida cuando...

¡RING RING!

—¿¡QUÉ!?—.Grité al atender el celular sin siquiera revisar quien osaba molestar mi sueñecito.

—Levántate pedazo de escoria-dedicó mi adorado mejor amigo.- llegué hace media hora y estamos tomando un desayuno tan rico y nutritiv...-

—Ay ahórrate tus mariqueras matutinas— Rodé, rodé y... caí. AGG ¡El piso está helado!- y dile a mi mamá que bajo en 10 minutos.

Cinco o nada.

No sí webon— Dije rezongando— para tu información ¡yo si me enjabono!

Colgué y me dispuse a hacer mis cosas matutinas.

15 minutos después bajé con mi gran sonrisa y maravillosa carisma.

Te tardaste— Apuntó el idiota de mi amigo, con su mirada fija en un pedazo de tocino que al pasar tomé y llevé a mi boca.

-¡Andrewcito! ¿A qué hora te levantas de la cama?- puse un dedo en mi mentón adoptando una pose pensante- ¡No espera ya sé! Duermes en tú auto frente a mi casa y cuando sale el sol tocas la puerta solo para joderme los ovarios ¿Por qué no te has mudado?

-¡Madisson, no trates así a Andrew!- clamó mi mamá.

-Ohh no te preocupes Lissa.- se me adelantó - Maddy-Mads no tiene la culpa que me quieras más a mi que a ella. - Puse mi mejor cara de ofendida, entonces él fijó su atención en mi - Y querida respondiendo a tu pregunta, no me he mudado porqué ¿después donde dormirías tú?

Admito que me dejó sin palabras el muy hijo de...

-Ay si si, como sea,- Me lo sacudí depositando un par de trozos de tocino en su plato -ten por el que me comí-Comenté lanzandole un beso. Él lo acepto como ofrenda de paz guiñándome un ojo.

Así era nuestra relación, nos insultábamos hasta la mamma y luego nos dábamos tanto amor como una pareja.

Él terminó sus trozos de tocino con toda la lentitud del mundo, supongo que para darme tiempo de terminar mi desayuno. Se lo agradecí internamente.

Al terminar me levanté y lavé los platos (el de Andy y el mio).

-Nos vemos mami- Le di un beso en la coronilla.

-¡Hasta luego Lissa!- Gritó pisando mis talones mientras le mandaba un beso. Mi madre lo único que hacía ante los gesto de mi casi mellizo era solo reir con cariño.

¿Como es eso de "casi mellizo"? Pues te lo contaré mientras nos dirigimos al martirio llamado instituto.

Andrew José Rodriguéz nació un 5 de mayo del año 2002, en una enorme casona de Caracas-Venezuela a las 10:25am.

De mi parte nací un 5 de mayo del año 2002, en un hospital de Texas-Estados Unidos de Norteamérica a las 10:30am.

Con esos jodidos cinco minutos de diferencia como me emputa la existencia.

El caso es que ambos nos mudamos a la corta edad de 6 años a los grandes suburbios de California, donde su casa quedaba a unas pocas casas de la mía. Ahora entenderán porqué llega tan temprano a mi casa😒.

Nuestra amistad empezó poco después de nuestro primer mal entendido. Tenía un par de semana, en la nueva casa y estaba muy triste porqué en dos días sería mi séptimo cumpleaños y yo quería pasarlo con mis antiguos amigos de Texas, así que mi mamá decidió hacerme una fiesta e invitar a mocosos que yo ni sabía que existían. Me pidió que personalmente invitara a los Rodriguéz porqué también eran nuevos.

Cuando toqué el timbre a los segundos salió la escoria que tengo por amigo, que para ese entonces era bastante mono y tierno (pero jamás le digan que yo dije semejante atrocidad). Mis palabras fueron: "El cinco cumplo siete años ¿Quieres venir?". Y las suyas fueron: "Asco no" y me tiró la puerta en la cara.

A las horas mi mamá se hizo amiguisima de la suya por lo que me enteré que él también cumplía ese día y que se encontraba bastante frustrado porqué deseaba estar en su país (Admito que me dio cosita, yo me había mudado de ciudad el tuvo que atravesar países para venir). Ambas mamás pensaron que sería una maravillosa idea hacer una fiesta para los dos... Fue una buena idea hasta dos minutos después de haber empezado el evento.

Ambos odiamos por completo a los invitados haciendo de su estadía insoportable, excepto de una; la niña de enormes ojos azules y frondosa cabellera amarilla pollito que resaltaba aún más por los risos sobresalientes.

Aquí es donde entra la tercera pieza del pastel, damas y caballeros con ustedes la poderosísima Lorraine Castro 👏.

A pesar que Andy y yo pasamos la mayor parte de la fiesta discutiendo, en cuanto ella entró al salón de eventos tuvimos una decisión casi telepática, 'ella es nuestra'. Y así fue porqué los próximos diez años, cada cumpleaños, Andy y yo nos sentábamos junto a Lorrie a comer pastel de la forma más ordinaria que nos pudo enseñar el primero, con las manos; lo sé no suena lo mejor pero para mi era la gloria, Andy, Lorrie y yo los tres mosqueteros por siempre...

-¡Mira pedazo de idiota! ¿Estás viva?- Andrew chasqueó los dedos frente a mi, desperté de mis pensamientos mandando una sonrisa cálida. Cambió su tono de gilipollas a uno más fraternal- ¿sucede algo?.

Negué con la cabeza.

-Solo pensaba en nosotros tres comiendo pastel helado con las manos.

Mi amigo soltó un carcajada complacida.

-Claro aún falta un mes Maddy, pero estuve pensando...

-¡Wow¡ ¿Tú piensas?- Interrumpí ganándome una mirada de reojo de advertencia.



#6353 en Joven Adulto
#27220 en Novela romántica
#4512 en Chick lit

En el texto hay: humor, amistad, romance juveni

Editado: 06.10.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.