XXI. Atrevida.

—Es un tatuaje viejo, en sus mejores tiempos fue bastante popular, pero ahora es muy extraño verlo, así que no hay muchos tatuadores que hagan estos diseños —explicó el hombre con una gran sonrisa.

—Ya veo, es un diseño fascinante —William miró con atención los detalles perfectos y bien hechos del tatuaje.

—Es sólo un nivel básico.... Hace mucho tiempo conocí a alguien que tenía uno de estos en rojo, era una cosa increíble de ver, era único en su clase y no puede haber otro como ese..... es envidiable, es algo magnífico a la vista —Giano hablaba con admiración, pero William no entendía muy bien a lo que se refería— era la reina de corazones quien lo portaba, el ser más magnífico que he visto en toda mi vida.

—¿Cómo dice? —aquello había sido casi un susurro de parte de Giano por lo que su acompañante no lo había escuchado bien.

—No es nada, ven, vamos por algo de beber —dijo con una sonrisa mientras salían del agua.

 Giano se acercó a Morell con un trago en la mano y ella lo tomó con una sonrisa cálida en el rostro, él quería hablar, pero sus palabras no salían de su boca.

—Señor Giano, lo felicito, tiene usted un sitio realmente increíble —dijo Morell mientras le daba un sorbo a su bebida con confianza.

—Gracias, esto pertenece a un amigo mío —respondió con tranquilidad para mantener un buen ambiente.

—Es muy gentil su amigo ¿quiere que le traiga algo de comer? —Morell estaba siendo muy amable.

—No me atrevería a pedirle a una dama como usted que me traiga de comer a mí......

—No es molestia, regresaré en un momento —Morell se alejó y regresó luego de un tiempo con el plato de comida para él— aquí tiene, que disfrute.

—Señorita, quisiera pedirle disculpas por nuestras diferencias anteriores.....

—No se preocupe, a decir verdad yo también me quería disculpar con usted por llamarle mierda de dinosaurio, usted es una persona de buen carácter a diferencia de su hija, fue infantil de mi parte....

—Para nada, es mi culpa por consentirla demasiado, pero puede estar segura de que lo voy a corregir —Giano estaba aliviado de que ella fuese una persona tan razonable.

—Lo perdonaré porque accedió a cancelar el compromiso.....

—No me atrevería a contradecirla en lo más mínimo, era lo menos que podía hacer......

—Estamos en confianza, por favor ignore nuestros colores y diferencias de rango, fuera de todo eso, usted es un hombre mayor que yo y por eso lo debo respeto, así que por favor no sea tan formal —Giano asintió repetidas veces y brindaron brevemente antes de que ella se retirara.

—¿Qué hacías con Giano? —Chad estaba sorprendido de verlos interactuar tan cercanamente.

—Descubrí que es una persona realmente agradable, así que decidí conversar un poco —respondió ella con una sonrisa en el rostro.

—¿Es eso cierto? Me siento orgulloso de tí —dijo mientras le daba un beso en la mejilla.

 La fiesta continuó hasta muy tarde en la noche, todos estaban disfrutando bastante, pero entre tantas ovejas siempre estaba el lobo intentando tener una buena cena y Morell parecía ser la mejor presa de la noche, estaba con la guardia baja y hablando con todo el mundo, sus escoltas, Chad y William también se habían relajado por lo que la perdieron de vista.

—¿Qué haces aquí tan solita? —preguntó el hombre mientras se acercaba por detrás a ella mientras que Morell estaba cortando algunos trozos de carne asada.

—Estaba esperándote, obviamente —respondió mientras ponía el cuchillo a un lado y se daba la vuelta para ver al hombre que le recordó a Charles ya que tenían rasgos similares (viejo, gordo y feo).

—Que atrevida eres..... eso me encanta —se acercó para poner sus manos en las caderas de ella.

—¿Te gusta? —preguntó mientras sujetaba las manos que la sujetaban— pues prepárate...... porque puedo serlo aún más.

—¿Es eso así? —el hombre dejó que ella guiara las manos de él hacia su trasero.

 Parecía ser que aquella oveja sería muy fácil de comer, sin embargo, cambió de opinión cuando en lugar de tocar el trasero de ella, sus manos tocaron la plancha caliente donde asaban la carne, un grito se dejó escuchar y llamó la atención de los que estaban cerca, el hombre retiró las manos, pero ella volvió tirar de ellas y volverlas a colocar en la plancha, los gritos del hombre llegaron a los oídos de uno de los escoltas quien de inmediato reportó que habían perdido contacto visual con Morell, William y Chad corrieron en dirección a los gritos, pero al llegar al sitio encontraron solamente a la chica sentada mirando al mar con un plato repleto de carne a su lado.

—¿Qué haces tan lejos? —preguntó Chad algo agitado mientras se acercaba a ella— creí que te había pasado algo malo.

—No es nada, es solo que tuve un ataque de hambre repentino —respondió como si nada hubiera pasado.

—Ya veo, creo que deberías avisarme si te alejarás.... y no es porque quiera controlarte.... es que de verdad escuché los gritos de ese hombre y luego el equipo de escolta reportó que te habían perdido de vista y creí que te había pasado algo.

—Lo sé, es sólo que no creí que me demoraría demasiado —le dió un beso en la mejilla y volvió a mirar a la costa.

 Estaban los dos juntos mirando a la distancia, en silencio y sintiéndose más conectados que nunca, sin embargo, el hombre que ahora estaba recibiendo los primeros auxilios luego de que sus manos fuesen puestas en el asador, estaba mucho más que enfadado y quería ahorcarla hasta matarla.

—Señor, le advertí que no se metiera con esa mujer, ella no es una simple chica de playa...... es la novia de un mafioso muy peligroso —explicó el hombre a su jefe mientras conducía al hospital más cercano.