XXIII. Los Tiburones.

—¿Qué pasa? ¿Dónde está William? —Morell se acercó a la pantalla para mirar los números de coordenadas aislar el sitio hasta mostrar la localización— No puede ser.... ¿Por qué William está en un hospital?

—Por nada bueno —Irina estaba con la mirada fija en el computador— entraré a los registros a ver que pasa..... bien, ya entré, dame sólo un momento..... Aquí dice que esta persona ingresó con tres heridas de bala en el cuerpo, su estado es delicado por lo que veo —Morell sintió que su alma salía de su cuerpo.

—¿Y Chad? —Irina negó con la cabeza para luego mostrarle la lista de pacientes— Están internados los escoltas, pero Chad no está ¿qué demonios está pasando?.

—No lo sé, tampoco lo veo en la lista de visitantes —la manos de Irina comenzaron a sudar sin parar.

—Basta ya, comunícame con los números uno y dos —Morell sentía que estaba por perder la cabeza.

—Si, señora —sabía que debía moverse rápido ya que Chad estaba desaparecido.

—¡Reina de corazones, que sorpresa tan grata! —la voz de un hombre se dejó escuchar después de que la llamada estuviese en espera por unos segundos.

—¡Santo cielo! ¿qué puedo hacer por tí querida? —la segunda voz masculina parecía realmente felíz de escuchar la voz de Morell.

—As, Red King, necesito de su ayuda..... pero en este mismo instante —la voz de Morell era un poco seria, pero aún sonaba muy cordial.

—Pide lo que quieras y lo tendrás —Irina estaba haciendo otras cosas en la computadora para ahorrar la mayor cantidad de tiempo posible.

—Necesito a cuatro de sus tiburones —los hombres la miraron extrañados— mi prometido desapareció en Moscú, sus escoltas y mejor amigo están hospitalizados con heridas de balas, necesito que los tiburones rastreen hasta la sombra de los bastardos que se lo llevaron.

—Cuenta con ello, alistaré cuatro tiburones en Moscú ahora mismo; viajaré hasta allá para ayudarte personalmente a encontrarlo —se ofreció As al instante con una gran sonrisa.

—Debo admitir que me rompe el corazón que tengas prometido, pero también iré hasta allá a ayudarte, también te daré el armamento y hombres para que nos abran paso —Morell sonrió satisfecha ante las ofertas de sus superiores.

—Gracias, nos veremos allá tan pronto como sea posible —se despidió de ellos y volvió a ponerle atención a Irina— alista uno de los aviones privados del acuario que me lleve lo antes posible hasta Moscú y alístate porque te necesito conmigo.

—Si, señora, lo tendré listo en un par de horas, mientras tanto deberías tratar de terminar con la mayor cantidad de reuniones para que no se sobrecargue después —Morell asintió y se fue a atender las reuniones pendientes del día.

 Al final tuvo que llamar a Debra para darle la noticia , obviamente esta reaccionó de manera terrible, pero se calmó cuando Morell le dijo que fuese con ella a Moscú en el avión que estaba siendo preparado. Las reuniones fueron rápidas ya que se aseguró de designar jefes de grupos para que pudiesen reunirse y manejar los asuntos de manera ordenada, además de que le pasaran por e-mail todas las propuestas y esperaran su respuesta para la completación de las tareas.

 El vuelo salió rápidamente y al día siguiente estaban entrando al hospital donde William aún estaba inconsciente, el doctor les entregó un informe que indicaba que William había recibido por lo menos tres impactos de bala en el cuerpo, el primero en la espalda, otro en el hombro y el último fue en el estómago, los escoltas recibieron dos impactos en el pecho, fueron encontrados mucho después del incidente, por lo que los cinco estuvieron muy cerca de morir por pérdida de sangre, estaban inconscientes, pero estaban fuera de peligro.

—Debra, necesito que te calmes —le dijo Morell a la chica ya que había entrado en una crisis de llanto que no paraba— mírame y presta atención.

—Está bien, haré lo que me digas —respondió Debra cuando logró calmarse un poco.

—Haré los trámites para que te los lleves de regreso a Reino Unido, te enviaré el número de los familiares de los escoltas para que puedan visitarlos —Debra sintió mientras prestaba atención a las instrucciones que Morell le estaba dando— irás con ellos, yo debo quedarme para encontrar a Chad.

—Si, me prepararé para regresar.....

—No hay prisa, probablemente terminaremos mañana con todos los procesos, quédate con William esta noche y llámame si se despierta —Debra asintió y Morell salió con Irina de la habitación.

 Los trámites de la transferencia estuvieron listos más rápido de lo esperado, pero ella pidió fueran transferidos al día siguiente y así se acordó. Luego de eso se dedicaron a buscar a Chad por lo que luego de conseguir la hora, fecha y lugar del incidente fueron a la policía para informar de la desaparición de su prometido (más por formalidades que por otra cosa) Irina se las arregló para conseguir la grabación de las cámaras de seguridad de la zona y alcanzaron a ver lo ocurrido.

 Chad , William y los escoltas estaban saliendo de una zona de almacenes (probablemente estaban reunidos con sus socios), cuando de pronto varios autos los interceptaron, los escoltas sacaron sus armas, pero los otros dispararon primero hacia Chad, pero su amigo se puso en medio y recibió los dos primeros disparos que fueron al hombro y al estómago lo cual lo dejó fuera de combate, el jefe tomó el arma y se unió a los escoltas, minutos después los escoltas habían caído y aunque Chad había conseguido matar a algunos de ellos fue inmovilizado con una descarga eléctrica, luego de pelear con ellos.

—Tu novio es una fiera —dijo Irina maliciosamente para luego guiñarle el ojo a su amiga.

—Quiero la cara y la información de todas esas personas, quiero el rostro del socio con el que Chad se reunió en ese sitio y quiero saber qué demonios estaba haciendo durante el intercambio de disparos —Irina asintió para luego poner manos a la obra.