Capítulo 6 – ¿Por qué me buscarías?

Katherine Brown:

Sábado; pasar el día viendo películas mientras comes helado, preferiblemente de ron con pasas. Bueno ese es mi plan. Después de tanto imprevistos el día de ayer solo quiero dormir por una semana entera.

Quizá no se equivocó con tu apodo.

Deja de pensar en ese loco.

Ese loco te trajo a casa, te presto su ropa y…

Y me lleno de espuma, ser comporto como un idiota, como un completo bipolar y…

Te hizo reír un rato, te dio tu zapato y…

¡Ya!

Después de una guerra con mi conciencia decidí empezar mi día de holgazana. Puse una película en Netflix y fui a la cocina a buscar ese helado de ron con pasas. ¿Y qué creen?, no hay. Ahora estoy confundida ayer cuando llegue aquí compre ese helado planeando mi día. Y ahora de repente el helado se esfumo.

Miraba confundida el refrigerador buscando mi helado, sin entender porque había desaparecido. ¿Acaso compre un helado mágico?, La señora de la bodega,  va escucharme por venderme un helado que desaparece. Mi hermana salió de su habitación adormilada y me miro confundida.

– ¿Sabes dónde está mi…? – Y me corte al ver el bote de helado en sus manos. Para colmo estaba vacío, sin nada, vacío. Ella se dio cuenta y se puso a reír.

– ¿Qué?, pensé que me lo habías dejado para disculparte por llegar tarde – Se excusó encogiéndose de hombros.

– Pero…– La mire sin creerlo – Ni siquiera habías llegado cuando yo llegue– Me queje como una infante y ella empezó a reír.

– Me entero de todo querida – Sonrió victoriosa – Pregunte a los vecinos si habías llegado y me dijeron que lo habías hecho hace poco– Me miro triunfante– Así que llegue a la conclusión que el helado era como muestra de tu disculpa por llegar a tales horas.

– Eran las nueve  – Me queje – No estaba tan tarde, además llegaste más tarde que yo– La acuse pero ella mascullo un  Soy mayor. Defendiéndose – No tenías porque comerte mi helado– Reproche mirándola.

¿Por qué Katherine Brown tendrá tan mala suerte?, después de que mi helado desapareciera y surgiera vacío en las manos de mi hermana mayor. Salí de la residencia a comprar otro, pero como es sábado la tienda que estaba al lado del edificio abre más tarde. Son las 9 Katherine ¿qué esperabas? ¿Por qué razón y circunstancia las cosas no van como quiero?, Ah solo quería comer helado mientras miraba alguna película empalagosa, dramática y graciosa que me hiciera pelear con la tv mientras lloraba por una escena, reír a carcajadas o chillar cuando los protagonistas hacen algo tierno.

Pero como aquí los deseos no son órdenes, me toca llegar a casa con las manos vacías, mientras me gasto una cara de frustración. Podía saborear ese helado y ahora solo puedo ver su bote vacío.

Mi hermana por su lado estaba viendo una serie en la tv mientras devoraba una ensalada, tenía una pizza aun costado que no estaba comiendo. Me hizo una seña que me sentara y le hice caso.

– Me adelante – Señalo la pizza y me dio un sprite – Sabia que vendrías como perro regañado por no conseguir tu helado – Hablo mirando al televisor mientras tomaba de su soda y comía de su ensalada, me entrego la pizza– Toda tuya perrito regañado – Por eso adoro a mi hermana, pero eso no quita que se haya merendado mi helado. Musite un Gracias. Y me quede junto a ella viendo la serie. Y devorando aquella pizza, mi hermana por su parte prefirió seguir comiendo su ensalada.

Luego de unos minutos llego un mensaje a mi celular. Era Matthew.

¿Vendrás al juego querida?

De: Matt {Ojitos lindos}

¿Iría o no? Mis planes están arruinados, no tengo helado, no tengo sueño. Tengo una pizza, sodas y una hermana a quien acompañar. Jumm No sé qué hacer. Mi hermana se asomó a mi celular y miro el mensaje para luego darme una ojeada.

– Deberías ir – Admitió devorando más pizza. ¿Tú crees? Pregunte mirándole atenta – Si – Hablo concentrándose en la tv mientras consumía palomitas – Yo iré más tarde, veré a Jacob – Yo le sonreí, asentí y fui a mi habitación a bañarme.

Iré querido.

Para: Matt {Ojitos lindos}

Después de bañarme y cambiarme al ritmo de  Ariana grande y sus canciones más movidas. Me colocaba los zapatos. Decidí ponerme una camisa tipo top blanca, con unos negros y tenis blancos. Ya lista hice una coleta en mi cabello y me coloqué un poco de labial color caramelo en mis labios.

Mis planes cambiaron al cien por cien pero espero divertirme con mis amigos…

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Íbamos empatados, quedaban solo minutos y el juego no podía ponerse más interesante. Cada que nuestro equipo anotaba el, nuestros contrincantes hacían lo mismo. Era un tira y encoje así fue todo el juego. Era increíble, el deporte siempre llamo mi atención pero nunca practique ninguno. Siempre me encanto la adrenalina de estos, yo adoro las cosas movidas y energía. Aunque sea una perezosa siempre me gustaron.

– Aun no puedo creer que hayas venido – Hablo riendo entre el montón de gente que había. Cada juego era así, solo que yo casi nunca asistía, Matthew y Isabela siempre me contaban que ocurría – ¿Cómo es que lograste convencerla? – Pregunto mirando a Matt quien estaba a mi lado.

– No lo sé, es un don… – Sonrió victorioso –, Que no sabía que tenía– Admitió para luego empezar a reír. De un instante a otro algo llamo nuestra atención, y no solo de nosotros, sino de todos los presentes. Las gradas se encendieron no literalmente. La gente estaba como loca, bueno la que apoyaba nuestro equipo. Gritando, aplaudiendo y felicitando el touchdown de uno de los jugadores. El juego había terminado dando como victorioso nuestro equipo, el equipo de Performance High

Y cuando me di cuenta, el jugador era el capitán del equipo de americano, el jugador era Joshua Hill. Él se retiró el casco, los demás jugadores lo levantaron, él sonreía hacia la multitud, se veía como si buscara a alguien entre ella. Cuando menos lo note su miraba cayo en mí. Nuestros ojos se encontraron por un momento, él me sonrió como suele hacerlo de medio lado. Para luego desviar su mirada, y supongo que ya encontró lo que buscaba porque lo dejo de hacer.