Y... Chica nueva, bienvenida al infierno:
Ya estaba cansada, llevaba caminando como 15 minutos buscando la oficina del director, cuando un imbécil me da un pisotón y sigue caminando como si nada hubiera pasado.
— Pisa el suelo, idiota- le espeté, pero el estúpido me ignoró.
Ahora además de cansada me dolía el pie. De pronto una chica choca contra mi hombro, esta es la secundaria de los despistados ¿o qué?
— Perdóname estaba algo distraída- me dijo
— Deberías fijarte por donde vas- le dije ya algo molesta, pero al menos ella si tenía educación.
— ¿Eres nueva, cierto? porque no te había visto por aquí.
— Sí, soy nueva y llevo media hora buscando la oficina del director, ¿me podrías decir dónde está? - le pregunté.
— Claro, solo debes doblar esa esquina a la derecha y entras en la puerta de la izquierda. - dijo señalizándome con la mano.
— Gracias. -le dije y seguí caminando.
Cuando estaba como a un metro de distancia, de ella, la chica se voltio y me dijo:
— Y... Chica nueva, bienvenida al infierno.
Yo solo reí, ella tenía la misma percepción que yo sobre la preparatoria.
Cuando al fin llegué a la oficina del director, me dieron mis honorarios, la clave de mi casillero, puse todo dentro de él menos el libro de historia, pues era la clase que me tocaba y seguí el mapa que me habían dado, hasta el salón, ¡esta preparatoria era tan grande que hasta un mapa tenía!
Cuando al fin lo encontré, toque y le entregué a la maestra el papel que me había dado el director.
— Señorita... Adams- dijo la maestra leyendo el papel- por favor pase y tome asiento. - dijo y de inmediato me senté, estaba realmente Cansada de tanto caminar.
Agradecí profundamente no tener que presentarme.
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Las clases pasaron aburridas, como siempre, cuando al fin llegó la hora del almuerzo me dirigí a la cafetería, tomé la bandeja y me senté en una mesa solitaria; en esta prepa ya no tenía deseos de hacer amigos, porque siempre terminaba igual, ¿para qué intentarlo? Para después herirme con los recuerdos, NO ya estaba cansada de hacer eso, a veces es mejor solo estar sola.
Estaba muy enfocada en lo mío, que no me di cuenta cuando hago contacto visual con el idiota que me piso el pie y cuando me doy cuenta él se levanta de su mesa y se dirige hacia la mía.
— ¿Está ocupado? - me pregunto.
— Sí, está ocupado. - dije fríamente.
— Eres nueva ¿Cierto? - me dijo sentándose.- me sorprendí un poco, pero a él se le veía a lo lejos que era uno de esos putos galanes, y yo no estaba como para perder el tiempo con idiotas.
— Ha, lo notaste- le dije sarcásticamente lanzándole una de mis sonrisas hipócritas- será porque casi me rompes el pie está mañana, o porque no me habías visto por aquí...- digo frotándome la barbilla fingiendo pensar- o simplemente porque aún no me he acostado conmigo- dije finalmente, haciendo contacto visual con él.
— O quizás sea, porque no entiendes cómo funcionan las cosas aquí- me dijo, levantando las comisuras de sus labios.
— ¿Ha si, y cómo funcionan? - pregunté, pero fue más un reto que una pregunta.- a ver explícame.
— Bueno, primero que nada, preciosa, la gente como tú no debería ni dirigirme la palabra y según...- dijo y no lo deje ni terminar, ¿Quién demonios se creía este imbécil?
— Bueno, primero imbécil si vuelves a llamarme preciosa, te quedas sin hijos y segundo ¿Tú quién demonios te crees? - le dije inmediatamente.
Odiaba a la gente que se creía más que los demás, odiaba a los "populares", personas estúpidas sustentadas por otras más estúpidas, que por subírseles el ego a la cabeza se creían la gran cosa.
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Bueno dejo el Cap. hasta aquí, envíeme sus ideas de cómo creen que debería seguir; Los amo un montón, y no saben cuanto les agradezco por leerme.
Atte.: J.A.C.R
Editado: 23.05.2018