No puedo dejar de pensar en Ti

Capítulo Cincuenta y Tres

Mateo sale de la oficina del director acompañado de Logan y Masha, los tres se ven bastantes relajados con la situación a diferencia de la expresión que cargaban los padres de Cole y Simon cuando fueron llamados para hablar del comportamiento indebido de sus estudiantes. Los gritos de molestia de sus padres pude escucharlo desde las sillas de la recepción, aunque desde mi perspectiva parece que hubo otro problema que los molestó aún más, especialmente a los padres de Cole.

Cuando ingresaron a la oficina director no hubo rastro de Blue y treinta minutos después tampoco apareció.

Me levanto de mi lugar caminando hacia ellos que van acompañados de sus padres y los miro a la espera de que me den una noticia sobre lo sucedido. Yo no ingresé a la oficina del director porque mi versión fue la misma que la de los otros estudiantes por lo tanto era una pérdida de tiempo que fuera.

—¿Me dirán que pasó? —los ojos de todos caen sobre mí.

—Simon y Cole serán suspendidos lo que resta del año, tal parece que sus notas no darán para graduarse con la generación y el director Bryan vera la posibilidad de otorgarles un trabajo comunal o repetir el año. —me relata Logan abrazándome por los hombros.

—Espero que repitan el año. —susurro rodeando su cintura con mis brazos—. Gracias por apartar a Mateo.

—Debí dejarlo que lo siguiera golpeando. —gruñe abrazándome con fuerza.

—Es verdad. —añade Masha llamando mi atención—. ¿No lo viste? Fue ardiente.

Mateo gira sus ojos al escuchar las palabras de la chica uniformada y su mano se extiende en mi dirección, la tomo sin dudarlo y alejándome de Logan, me abrazo a su cuerpo aspirando su fragancia. Me pongo de puntillas acercándome a su oreja cuando escucho a Logan hablar con Masha sobre la grandiosa habilidad que posee el pelinegro para golpear.

—¿Me dirás que pasó? —susurro sintiendo sus brazos rodearme por la cintura.

—Lo hablamos en casa.

Asiento escuchando la voz de los dos chicos alejarse, una risita se escapa de mis labios cuando las palabras de Masha hacen eco en mis pensamientos.  Tal vez la chica si tenga razón y Mateo golpeando a Simon fue una imagen ardiente.

—Masha tiene la razón. —susurro todavía cerca de su oreja.

Sus manos sobre mi cintura reafirman su agarre cuando me escucha.

—Te veías ardiente —vuelvo a decir sintiendo mi corazón acelerarse al articular esas palabras—, demasiado Jefferson.

Me libero de su agarre y entrelazando nuestras manos, tiro de él siguiendo a Logan y Masha que hablan sobre lo sucedido. Parece que ambos tienen mucho de que hablar, especialmente para hablar mal sobre Cole o el mismo Simon. Tiro de Moni para tener una mejor audición de su chisme.

—Fue demasiado lejos por la atención de una chica. —se queja Logan dándome una mirada por sobre su hombro.

—¿Todo eso por Veronica? —pregunta incrédula Masha— Supongo que su enamoramiento rozo los límites de lo enfermizo. Es una suerte que Vero nunca se quedara a solas con él.

Una escalofrío recorre mi cuerpo notando el miedo también en las palabras de Masha. El simple hecho de imaginar lo que Simon pudiera haberme hecho en algún momento de soledad solo hace que el temor incremente en mi cuerpo. Porque Simon no hubiese dudado en tocarme, en abusar de mí, su mirada enfermiza siempre me advertía de sus intenciones. El pulgar de Mateo acaricia mi mano cuando se percata de mi mirada y una pequeña sonrisa se forma en sus labios para que todos esos pensamientos horribles desaparezcan de mi cabeza.

—¿Qué pasó con la novia del capitán? El director no la cito después de saberlo. —indaga Masha una vez llegamos a la entrada principal.

—No la han encontrado. —se limita a responder Logan alzando sus hombros.

Nota la presencia de la mochila de Mateo en el hombro derecho de Logan y luego la inexistencia de la mía. Quiero golpearme por olvidarla en la zona de copias con mi pedido, pero tampoco tuve las intenciones de regresarme para llevarla conmigo y luego correr a la entrada principal. Me libero de la mano de Mateo y lo miro.

—Tengo que ir a la biblioteca, olvidé la mochila. —le digo con una mueca en mis labios.

—¿Quieres que te acompañe? —niego de inmediato— Te espero aquí, si tardas iré a buscarte.

—Vuelvo enseguida. —anuncio lo suficientemente alto como para que Logan y Masha también puedan escucharme.

Me alejo trotando hacia la biblioteca, ingreso notando el lugar totalmente vacío, las últimas clases se pasaron volando mientras me quedé en la recepción de la dirección para esperar que pasaba con los chicos y ahora no hay nadie más que los profesores en el instituto. Ingreso a la biblioteca viendo a la encargada llevando una gran pila de libros en sus manos y perdiéndose por la sección de historia, camino al área de fotocopias viendo que en donde se supone debían de estar mis cosas no hay nada.

Me acerco a la vitrina y me inclino sobre ella buscando con mi mirada a la señora de hace un rato, la mujer me saluda cuando sale de una habitación y se acerca confundida.

—¿No te entregaron tus pertenencias? —cuestiona alzando su ceja. Niego al escuchar sus palabras igual de confundida a ella—. Dana me dijo que te las entregaría.



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En el texto hay: jovenes, amor, amor novela juvenil

Editado: 14.01.2022

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