Capítulo 14

Damián

Han pasado dos semanas en las que Shadday no reacciona, los médicos dicen que debemos  ser pacientes.

Estoy en la clínica, entrando a la habitación donde se encuentra Shadday con su cabeza vendada y otros aparatos en su cuerpo. Los padres de mi Machito no han querido despegarse de ella. No han querido ir a descansar y debido a mi insistencia los hice ir a descansar y a que tomaran un baño.

Tomo la mano de Shadday y la levanto suavemente para colocar un beso en ella, me siento en un pequeño banquito que se encuentra en la habitación y le empiezo  hablar.

-Sabes mi Machito, desde el momento en que te ví, me parecistes una mujer muy interesante y de hecho ahora que te conozco sé que es así. Sabía que en ti encontraría a una buena amiga - sollozo - aunque te quiero para algo más que amigo. créeme que eres una de esas personas que deseo ver siempre. Cuando me hablaste con brusquedad sabía que eras diferentes a todas las mujeres de este mundo - se me escapa una sonrisa- amo enteramente haberte conocido, pero más te amo a tí Shadday Sanez.

Me levanto y echo mi cabello hacia atrás, estoy mal viendo como se va la vida de un ser al cual amo y lo peor es que ella no lo sabe y jamás lo sabrá. No quiero dañar esta amistad que tenemos. Debo aceptar que a ella le gusten las chicas y sé que no puedo hacer nada en contra de eso. Me siento rápidamente en el banquito.

-Shadday, mi Machito lindo, por favor, despierta y sal a repartir sonrisa por doquier, sal y ve a dar luz a esos corazones vacíos. Tus padres te necesitan, tus amigas te necesitan- una lágrima resbala por mi mejilla- yo te necesito, mi amor - comienzan a salir más lágrimas y no las puedo detener, solo fluyen como cascada y es que en verdad me duele verla en ese estado y la extraño tanto.

Salgo de la habitación y veo en la sala de espera a Luz, Loreth y Amparo, al parecer se han hecho más unidas debido a la situación de Shadday. Loreth aún no me agrada de un todo debido a que hizo sufrir a mi querida Machito pero debo aceptar que también es amiga de ella. Cuando me ven cerca se levantan de golpe.

-Sigue igual? - pregunta Loreth y yo solo asiento ante su pregunta.

- Esto es injusto, ella no merece esto- dice llorando Luz y Amparo la abraza dándole consuelo. Amparo a pesar de estar preocupada se ha mostrado fuerte ante sus amigas y familiares de Shadday, ha sido como ese bastón en donde todos se pueden apoyar.

-Saldré un rato, ya vuelvo - digo a las tres niñas que tengo enfrente y todas asienten.

*****
Estoy en mi habitación y no puedo dormir, de hecho desde el día en que mi hermosa Machito fue atropellada no he dormido bien, pienso mucho en ella y en la situación de sus padres. Todo está grabado en mi memoria y me duele recordar al ver sus caras de preocupación y dolor.

Día del accidente.

Cuando el hombre me describió a la niña que había sido atropellada me asusté mucho imaginándome de quién podría tratarse. Tomé mi motocicleta y fuí a la única clínica que había en la ciudad.

-Señorita, por favor necesito que me diga si han traído a una joven llamada Shadday Sanez- le pregunté a la de recepción.

Ella mira en la computadora y niega.
- No hay ninguna Shadday Sanez aquí - respiro un poco más aliviado.

Una enfermera se acerca y le entrega unos documentos a la de recepción.

- Estos son los documentos obtenidos de la jovencita que fue atropellada, los he traído hasta ahora porque al parecer unos hombres la asaltaron cuando estaba tirada en el suelo, por suerte fueron recuperados, comunícate con algún pariente según su teléfono, rápido que está muy mal - finaliza la enfermera y se va del lugar.

- jóven, ¿Cómo se llama la mujer que usted busca? - me pregunta la de recepción.

- Shadday, Shadday Sanez.

-Es la jovencita que está siendo atendida en estos momentos, al parecer está muy grave.

-No, no puede ser - retengo las lágrimas.

-Lo siento. Ahora debo avisar a un familiar, es usted uno? - niego con un movimiento en mi cabeza. -Podría usted ha...

-Yo le aviso a sus padres- la interrumpo. Salgo de la clínica y me dirijo a casa de Shadday y no se cómo hacer pero debo dar aviso a sus padres, ellos deben estar a su lado.

Tomo valor y toco la puerta de la casa de Shadday, no pasa mucho tiempo cuando la madre de Shadday me abre y me brinda una cálida sonrisa.

-Hola, Damián ¿Cómo has estado? - me habla tan contenta la Señora de Sanez que temo mucho el decir el motivo de mi visita.

-Hola Señora Sanez- ni siquiera puedo brindarle una sonrisa, estoy muy angustiado y asustado a la vez. Creo que no podré retener mas las lágrimas.

- Lamento decirte nuevamente que Shadday no está, salió casi que corriendo pero siéntate y te presento a mi espo...-  lágrimas comienzan a brotar de mis ojos y la mamá de Shadday me mira extrañada - sucede algo Damián?