Capítulo 23

Shadday

Tiro la puerta muy fuerte al estar dentro de mi casa, corrí mucho y por lo mismo estoy demasiado sudada. Mamá me mira sorprendida desde la cocina.

《Que asco conmigo》

- Mami, adivina, adivinad...

- ¡Por fin tienes novio!- grita emocionada.

-Ay no Má, cómo crees, sino que he... usted quiere que yo tenga novio?- abro los ojos, me sentí en un episodio de la rosa de guadalupe.

- Ay mijita hermosa, ya deberías de traer un amigo a la casa, me preocupas- dice acabando de acomodar los platos.

Si, de seguro ella también piensa que me cautivan las mujeres. En serio tan anti-femenina soy? Ni mi madre cree en mí.

- O sea mamá, no hay edad para traer un "amigo" a la casa - lo digo haciendo comillas en mis dedos- en serio mami, no te preocupes, algún día te daré nietos.

- Que cosas dices Shadday - se ríe- entonces que me querías decir.

-Oh si, sabes que he practicado esos golpes que veo en televisión y todo- ella asiente - pues ¿qué crees? hoy puse unos cuantos en practicas- finjo una sonrisa.

-Me estas diciendo que te has peleado?- Abre sus ojos.

- Te lo juro que solo un fue un golpecito.

Ella me mira indignada y yo estoy con las manos juntas, pidiendo perdón. A mi madre no le gusta la violencia siempre me regaña por golpear sin razón alguna, es decir cuando bromeo con mis amigos, nunca antes había golpeado sin haber juego de por medio.

《Mis golpes son de amor》

-Shadday, por qué motivo te peleaste, ah y espero que por lo menos sea una mujer a la que te enfrentaste.

No puedo contarle los motivos de mi encuentro con aquella mujer, seria muy peligroso o peor aún si mi madre sabe por lo menos la quinta parte de todo lo que ha pasado de seguro yo no volvería a ver la luz del sol.

- Mamá en serio no fue nada, solo doblé un poco su brazo y sí, si era una chica, mucho mas grande que yo- Levanto mi dedo indice. Ella levanta sus cejas en señal de que no me cree - Mamá en serio, crees que te contaría de haber hecho algo grave? no, cierto. 

- Bueno, ve a lavarte, mejor dicho ve a bañarte y comes- asiento y doy la vuelta - Shadd- me llama.

-si, dígame.

- Por qué tienes los ojos irritados.

Oh si, mis ojos aun arden un poco, solo un poco, es mas llevadero. Salí corriendo de casa de Damián, luego de ese "duerme conmigo". 

- Y por qué estas tan sudada?

-Madre, no sé que estará pensando pero resulta que yo estaba en el gimnasio y sin querer me eché mentol en los ojos, fue especie de una broma. Por eso todo este sudor y los ojos así, no se preocupe.

Pensará que me drogo?

****

No he visto a Allison en estos tres días. En parte me alegra no verla, en serio es un gran alivio el no tener que aguantar sus aires de traqueta.  Pero no debo estar confiada, Damián me ha dicho que ella es una mujer que no se queda con nada, así que debo estar alerta ante cualquier movimiento a mi alrededor.

《Espero no morir joven》

Damián y yo estamos saliendo más seguido, lo hacemos a escondidas por nuestra seguridad. puede que alguna loca suelta quiera hacernos daño.

- Así que tú mi machito saliste corriendo porque pensaste que te estaba pidiendo que durmieras conmigo?- tapo mis cara con mis manos.

- si, lo siento. Mi mente pensó que me pedías eso.

- Vaya, que rápida es tu mente, solo quería que estuvieras conmigo, digo con tu compañía. los dos hablando de cualquier cosa y reírnos hasta quedarnos dormidos.

- Ay ya, dejemos eso atrás. has sabido algo de Allison?

- No, afortunadamente no, espero y se haya ido.

- Ha faltado a clase estos tres días, le habré roto el brazo?

-No creo- me mira y levanta una ceja   -o bueno quien sabe, después de dejar como muerto al hombre que irrumpió mi apartamento quizás si ¿cómo es que tienes tanta fuerza?

Estamos es una pequeña heladería, nos hemos estado viendo después de clase en este lugar. 

-Damián hay un hombre a lo lejos que no deja de mirarnos- Damián trata de voltear, tomo su mano - no, por favor. no mires hacia allá, sabrá que lo he descubierto.

-Esta bien, vayámonos. 

Damián toma mi mano, paga lo que consumimos y nos dirigimos a su moto.

-Maneja Shadday, debo estar pendiente del hombre que nos ha estado viendo. dime en que dirección esta

- Ese hombre está a tu espalda en el carro gris a la izquierda. Damián tengo miedo.

-No te preocupes mi amor, todo estará bien. Vayámonos a tu casa, si?- asiento.

Llegamos a mi casa sin ningún problema, al parecer todo estaba bien, nadie nos siguió, quizás solo lo imaginé. 

-Adiós Damian- le doy un beso en la mejilla- ve con cuidado, me escribes cuando llegues, por favor.

-Adiós, preciosa- me guiña un ojo y se va.

*****

Damian

Dejo en su casa a mi hermosa Shadday y aunque nadie nos siguió como pensamos que lo harían, algo no me dejaba quieto. Trate de ignorarlo pero me sentía muy inquieto. llegué a mi apartamento y estoy a punto de enviarle el mensaje a Shadday cuando vi una sombra cerca a mi habitación. 

-Tomaré agua- dije sin dejar de ver la sombra de un hombre.

Cuando entré a la cocina tomé la sartén que Shadday usó la ultima vez. No tengo armas, así que esto servirá de algo.

Sentí los pasos que se aproximaban a la cocina, me puse detrás de la puerta esperado que el hombre entrara y así poder golpearlo.  El hombre entró con mucho sigilo, apenas puso todo su cuerpo dentro le di un sartenazo, pero este no lo desmayo como lo hizo con aquel anterior sujeto.

El hombre encapuchado se levanta y se abalanza sobre dándome un fuerte golpe en mi mejilla derecha, caramba me partió el labio. logró quitarme el sartén de la mano. lo aparte un poco de mi y le di un puñetazo en su ojo y luego otro en su mejilla izquierda. Él golpea mi estomago dejándome sin aire y aprovechando que estaba doblado me empuja hacia atrás haciendo que tire de algunos vasos. se acerca y me hala del cabello, yo tomo uno de los vasos que están cerca y se lo estampo en la cabeza, él se echa hacia atrás, es mi turno de aprovecharme, lo golpeo en el estomago haciendo que se quede sin aire y lo tiro y comienzo a darle puñetazos en su cara, viendo su vulnerabilidad logro quitarle la capucha, sigo dando golpes tanto que comienza a salir sangre de su nariz, labio, dejé de golpearlo cuando vi que votó sangre de su boca.