No Quiero Amar

Capítulo 33

Shadday

El miedo invadió todo mi cuerpo al sentir un arma en mi cabeza, o sea una cosa es imaginarlo y otra cosa es sentirlo. Este año he tenido la muerte tan cerca que ya la siento mi amiga.

- Dije que te des la vuelta y te quites la capucha- vuelve a empujar su arma contra mi cabeza.

Yo comienzo a moverme lentamente y con mi mano apretando el cuchillo, volteo con la intención de reventar su cara con mi arma blanca pero luego recuerdo que tiene un arma de fuego y se me pasa. 

-Supongo que este es mi fin- digo y levanto mi cabeza.

- Shadday, qué haces aquí? - dice Damián sorprendido, mi cuerpo cobra vida propia y lo abrazo, tenia tanto miedo de verlo muerto. - Cómo llegaste hasta aquí?- me separa para verme a los ojos.

- Eso no importa, ahora debemos pensar en como salir de aquí.

- Por qué viniste Machito? esto es muy peligroso. 

- Lo sé y por eso vine, cuernudo. Quería estar contigo y ayudarte- en ese momento visualizo una sombra detrás de Damián por lo que jalo de su brazo haciendo que este caiga sobre sus rodillas e impidiendo que el sujeto le golpeara. El hombre se abalanza sobre mi con un torpe golpe de crochet que logro esquivar y aprovechando su movimiento tomo de su brazo derecho y lo doblo hasta llegar a su espalda y luego darle una patada fuerte en su estomago haciéndolo retorcer de dolor. Damián se levanta y golpea al hombre en la cara con una fuerte patada dejándolo inconsciente. 

Siento como si estuviera en un capítulo de los pawer ranger

Damián toma mi mano guiándome para poder salir de este lugar, estamos fuera del edificio tratando de buscar una salida en la que no recibamos un balazo. Tratamos de caminar con mucho cuidado cuando de repente sentimos el fuerte sonido de un disparo detrás de nosotros por lo que paramos en seco. Ambos nos volteamos para ver de quien se trataba y era nada más y nada menos que el hombre panzon. 

-Así que no viniste solo con la policía muchacho, sino que también trajiste a esta damita.- me señala con el arma y habla horrible.

- No me arrepiento de haber actuado así, Don Luifer- Damián me oculta detrás de su espalda pero yo me regreso a mi puesto.

- No digas mi nombre en tu boca sucia y traicionera. Pensé que serias más inteligente King pero veo que eres un gusano que no...

-Oiga señor Lucifer- Damian me apreta la mano para que haga silencio, yo lo observo.

- Señor Luifer, aunque no me arrepiento de haber actuado así le pido por favor que deje ir a esta mujer y arreglemos los dos este asunto. 

- Qué? ¡No! no te dejaré con esta cantidad de basura.

- Me gusta tu mujer, cómo se llama- se ríe.

- No es mi mujer y no quiero que sepa nada de ella.

No trato de hacerme la valiente pero ya he tenido dos armas apuntándome directo a mi cabeza y aun estoy de pie, viva para seguir ayudando y no voy a dejar solo a Damián, ya llegué hasta aquí ahora los dos saldremos de este lugar.

Espero y no sea en bolsas negras

- Cómo es tu nombre, muchacha bonita?- en serio que voz tan desagradable.

- Mi nombre es... me llamo Pancracia Ruíz, Señor Lucifer.- Damián vuelve a apretar mi mano, le miro y me levanta su ceja derecha, no entendí.

- No soy Lucifer, soy Luifer, Don Luifer- habla con los dientes apretados.

- Señor Luifer, por favor, deje que ella se vaya y los dos arreglamos...

- Arreglamos? - le interrumpe - qué ****** vamos a arreglar? Hiciste que una mercancía grande no llegara hasta su destino por tu estupidez, muchacho. Debiste pensar en las consecuencias de tus actos pelado- le apunta a Damián y mi corazón está apunto de colapsar. 

- Espere Señor Lucifer- ahora me apunta a mi- Podemos llegar a un acuerdo, quizás Allison le importe mucho a usted.

- Donde está mi sobrina?- Damián y yo nos miramos y luego lo miramos a él.- Pregunté donde se encuentra Allison- grita y dispara hacia el suelo.

- Ella está escapando, como todos nosotros- dice Damián.

- No te creo, habla ahora chiquilla o hasta aquí llega tu patética vida 

- No lo sé Señor, solo la vimos huir por aquellos lados- señalo con mi mano hacia el lado opuesto de donde nos encontramos.

- Mas les vale que me digan la verdad porque de enterarme que le hicieron algo a mi amada sobrina, los mato a ambos y sus cabezas serán envueltas en papel de regalo y dejadas en la puerta de sus casas.

-Señor Luifer déjela ir, me podrá usar como rehén y poder escapar sin ningún problema.

- No te dejare solo Damián.

- Esta chiquilla es de almas tomar- vuelve a reír y apunta hacia Damián- tu idea está buena muchacho pero prefiero matar y huir por si solo, siempre lo hago sin ayuda de nadie- dispara y veo como cae Damián lentamente al suelo. 

Mis ojos se comienzan a llenar de lagrimas y solo escucho las fuertes carcajadas de ese hombre que acaba de disparar sin ningún remordimiento hacia Damián. Siento que se me aprieta el pecho y caigo de rodilla junto al cuerpo de mi novio y lo escucho quejarse, yo solo no sé que hacer, quiero abrazarlo y decirle que todo va a estar bien, pero no puedo, no me sale ninguna palabra, solo lagrimas brotan y brotan de mis ojos, Damián no puede irse de este mundo tan joven, tan lleno de vida. Él debe saber que no ha existido otro hombre en mi vida mas que él. Dios por favor,  no permitas que muera aquí. Se comienza a hacer un pequeño charco de sangre por la herida de Damián y entonces lo recuerdo.

- Sha...

- No hables por favor- le digo entre sollozo a Damián.

- Ah es que aún está vivo- vuelve a apuntar hacia el cuerpo de Damian y esta vez no me quedo viendo, saco el arma que tomé prestada de Allison y disparo, el don Luifer queda de pie unos segundo y luego cae sobre su espalda, esta vez no sentí nada, solo quería ayudar a Damián. No podía permitir que le hiciera más daño a mi cuernudo.



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En el texto hay: comedia romantica, guerraromancedesamor

Editado: 28.08.2020

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