Año 2018
13 de Junio
22:30
Era una noche común como en los días anteriores, la base estaba más tranquila que de costumbre, nadie se esperaba que los perros empezaran a la ladrar desesperados, los militares que estaban haciendo vigilancia se sorprendieron con lo que vieron, parecía ser una estrella fugaz, pero cada vez se veía más cerca e iba iluminando el lugar hasta que cayó unos veinte metros más delante de la ubicación actual de la base, los que vieron se dirigieron directamente al lugar guiados por los perros, al llegar se encontraron con enorme hueco que produjo al chocar el objeto desconocido, esa noche algo logró atravesar la atmósfera terrestre por primera vez, los militares empezaron a moverse con bastante rapidez, esa noche el objeto desconocido fue puesto bajo custodia de esa base militar. Unos días después empezaron a examinarlo, porque por su forma ellos ya sabían que no pertenecía al planeta tierra y que era algo procedente del más allá, de algún lugar del universo. Era una roca con rasgos únicos, que los humanos nunca habían visto, colores que iban desde un rojo intenso a un azul oscuro casi negro, la roca mantenía un movimiento oblicuo en su interior, como estaba dentro de un cristal aislado del exterior, los humanos tenían la seguridad de experimentar en él cualquier cosa, lo primero que hicieron fue romper el caparazón o eso intentaron porque el material del que estaba hecho era extremadamente desconocido y fuerte, por cada golpe que recibía hacia que los movimientos oblicuos de su interior se hicieran con más fuerza, hasta que, algo salió de su interior, todos se sorprendieron, algunos cayeron al suelo y observaron al ser extraño que se empezó a mover lentamente dentro del recinto de cristal. Nadie era capaz de decir nada, hasta que la persona que estaba encargada de los experimentos comenzó a dar órdenes. Entonces los experimentos empezaron a subir de intensidad, la criatura era golpeada y reducida bajó la sumisión del más fuerte, era pequeña y débil, no podía defenderse y cada vez que se levantaba un golpe la devolvía contra el piso, después de un tiempo le ofrecieron comida y agua pero ella no comía nada, ni bebía nada. Su forma era bastante extraña, su cuerpo estaba conformado de cuatro patas, equipadas con garras cortas pero que se veían demasiado filosas, su cabeza era pequeña, no tenía ojos y su boca tenía solo dos colmillos pequeños, su color era de un negro opaco. La criatura empezó a hacer sonidos raros, como si estuviera llamando a algo, durante los días anteriores se había mantenido en silencio.
El comandante que estaba encargado sonrió al ver que la criatura empezó a rogar por su vida, para ese día él había guardado un experimento especial, se acercó al vidrio y lo acarició, las garras de la criatura rozaron con la poca fuerza que le quedaba, el suelo estaba cubierto de un líquido negro pegajoso, lo que parecía ser la sangre de la criatura, su cuerpo estaba cubierto de cortaduras.
Entonces el comandante inició su elaborado experimento, consistía en darle pequeñas descargas eléctricas, lo que ellos no sabían era que el principal alimento de esas criaturas era la energía. El recinto empezó a llenarse de corrientes eléctricas, a diferencia de las otras veces la criatura no se movió, entonces el comandante comenzó a notar que el color negro de su cuerpo empezó a cambiar a uno azul oscuro y que las cortaduras empezaron a desaparecer, el insecto se estaba curando. Él hizo que detuvieran las corrientes eléctricas y se acercó al vidrio, error de él. La criatura ya había recuperado su energía, ya estaba totalmente renovada, saltó sobre él para la sorpresa de todos, el vidrio seguía intacto. La criatura lo destrozó en segundos, todos asustados le empezaron a disparar, el lugar se quedó sin luz y la criatura mató a todos los que cruzaba por su pasó y se escapó.
Nadie sabía lo que pasó con exactitud ese día, ellos mandaron un comunicado silencioso a las demás bases militares, esperaban que llegaran noticias de masacres en alguna ciudad, pero ese tipo de noticias nunca llegó, ellos mantuvieron en secreto lo que pasó ese día, la gente común seguía viviendo su vida sin saber que unos militares descuidados habían amenazado a la humanidad.
Dos años después llegó la lluvia catastrófica.