Me pase la noche recordando las palabras de Martha. “¿Acaso aún no te das cuenta? Eres lenta para eso”, me decía en las ocasiones que me encontraba rodeada de chicos, me dijo lo mismo la vez que Max se pasó ese mes en casa cuando me descubrieron el Lupus, que pensaba que moriría y no quería que recordará cosas malas y se mudó a casa durante todo un mes haciéndome reír.
También me dijo lo mismo cuando estudiaba en School Stephenson College.
“- ¿Acaso no te das cuenta? Eres lenta, las cosas del amor no van contigo”; lo que ella no sabía era que con aquel comentario todo daría un giro de 360 grados en mis pensamientos en cuanto a que quería para mi vida amorosa, lo cual en seis años nunca pensé en ello.
* * * *
*Jey*
El señor Jaime me agradeció el haberlo ayudado a entrar a la cocina de la casa principal lo que buscábamos para la jardinería, a lo que no pude evitar observar que la señora Martha no estaba en la cocina y si una de las muchachas que eran ayudante de la cocinera, no me atreví a preguntar por Hope, ya que lo más seguro es que se estuviera bañando para quitarse ese olor.
¿Cuál habrá sido la causa de que le hicieran esa broma a ella? y más curioso aún fue la forma en la que pudo salir sola de ese barullo que se armó con la comida
De pronto llego la señora Martha por el pasillo que viene del gran comedor a la cocina.
- ¡Rosa!
- ¡Si señora Martha! - Le contestó dejando la cuchara en el plato que estaba junto a la estufa en la isla.
- ¿Dónde está el arreglo que entregaron el sábado en la tarde? - A lo que no pude disimular mi curiosidad y pregunté sin disimulo.
- ¿De qué arreglo habla señora Martha?
- ¡Oh! Joven, ¿ya volvió de ayudar a Jaime?
- Si, señora, pero ¿de qué arreglo habla? - Volví a preguntar sin un ápice de vergüenza o timidez, quería saber si estaba relacionado con que Hope estuviera embarrada de pintura hedionda.
De pronto apareció Hope parada en la puerta que va hacia el gran pasillo
- Esta aquí Hope, trajeron esto para ti el sábado.
De pronto se escuchó un fuerte estornudo.
- ship, achu, ship, ¡demonios!
- Jovencita ese vocabulario, se voltea inmediatamente al escuchar esas palabras.
- ¿Papá no ves que tengo alergia?
- Si lo veo, pero no es razón para decir esas palabras; - le dijo, tomando de unos de los gabinetes un frasco de pastillas al parecer antialérgicos para ella, así como un vaso con agua que le pasó.
Fue muy gracioso descubrir que es alérgica a las rosas y los helechos por causa de un arreglo floral hecho en la floristería Claveles de Amor, de la cual no tuve que preguntar mucho ya tenía mis sospechas.
- Dame la tarjeta, necesito ver quien mandó esta mierda de regalo; - dijo Hope molesta y con la rabia roja a lo que me reí como poseso y ella me miró fulminándome con sus ojos hermosos color marrón claro.
- ¿De qué infiernos te ríes tú? - Me pregunto desafiante y llena de enojo a causa de los estornudos, a lo que respondí Que se ve graciosa y linda así, al escucharme decir aquello su rostro se puso aún más colorado.
- ¡cállate, idiota! ... –Estornudo. - Dame la tarjeta Rosa por favor, le dijo a la muchacha quien la obedecía como si fueran dueña y cachifa.
“Eres una persona que ha causado revuelo en mi vida, voy a conquistarte”
Atentamente,
Brat
- ¡Brat! - Grito ella tan fuerte que pareció que toda la cocina se caería a pedazos.
- Ya está empezando a molestarme este chico, deshazte de esas apestosas rosas papá; por favor.
No pude decir más nada, ya que mi celular empezó a sonar al observar la pantalla eran los chicos inmediatamente al descolgar la llamada se escucharon sus voces.
- ¿Cuándo te desapareciste en la hora del almuerzo? (Zack)
- ¿No te vimos en clases? (Austrid)
- ¿No me digas que estas consolando a la nueva? (Jayson)
- A Hope no la vi en la clase de artes escénicas. (Plumette)