No Soy Quien Crees

13. Una Buena Amistad

- Buenos días, ¿te encuentras mejor? - Le pregunto a Jey, entrando un poco de manzana en mi boca.

- Si, gracias, - hablábamos entre nosotros como si nos leyéramos los labios.

- ¿y tú, estas bien? - Dijo halando la silla y sentándose.

Sentimos unas miradas risueñas y cómplices que nos observaban y se observaban entre sí; cuando alzamos las miradas y las dirigimos a Martha, Carmen, Rosa y Leticia que estaban allí en la cocina.

- Llegan tarde para la escuela, - nos dijo Jaime, entrando por la puerta de los cuartos de huéspedes; ya que eran él y Martha los únicos que duermen en la casa grande junto conmigo.

- ¡Papá! ¿acabas de llegar?

- No jovencita, estoy aquí desde anoche, - dijo colocándome el dedo en la nariz lo que significaba un código para nosotros después de sus reuniones por semanas.

- ¿Los llevó en el auto? Marcos espera fuera, - pregunta el mirándonos a ambos.

Tomamos nuestras mochilas de las sillas y nos fuimos por la puerta de atrás a lo que Jaime salía por la puerta principal.

Mi celular empezó a sonar, la llamada marcaba KW el número de papá. Descolgué la llamada, para escuchar su voz.

- ¡Hope Margaret Krofort Cantú!, ¿por qué no has llamado?

- Du könntest meinen vollen Namen nicht sagen, Dad; Ich habe vor einigen Wochen mit Mom gesprochen. (podrías no decir mi nombre completo, papá; hable con mamá hace varias semanas).

- ¿Y yo soy tu padre, no me puedes llamar también? - Me pregunto con voz atónita a mi respuesta sin interés.

- Ja, du bist mein Vater, aber ich weiß, dass Jaime dich informiert und alles sagt, gut! wenn es hier ist (sí, eres mi padre, pero sé que Jaime te informa y Dice todo, ¡bueno! cuando esta aquí).

- ¿Paso algo mientras él no estuvo? - Siempre me leía entre líneas.

-Te cuento esta tarde. Termine la llamada y camine para llegar al auto, abrí la puerta y me senté en el asiento al lado de aquel chico que empezaba llamar mi atención más de lo que deseaba o podía imaginar, y ni siquiera sabía que pensaba él de ese beso, pero jamás lo sabría soy demasiado Incrédula y cerrada para preguntar algo que pudo a ver sido un accidente.

Llegamos a la escuela, salí primero y cuando él salió volví a entrar al auto sabía que Jaime debía darme varias informaciones sobre negocios que aún no entendía, pero papá lo obligaba a enseñarme.

- Sé que tienes que decirme algo importante, ¿qué pasa?

- Señorita, su padre quiere que viaje el fin de semana para New York.

- ¿¡Queeeee?! - Dije moviendo la cabeza hacia él con ojos de sorpresa.

- Si señorita, me informo que no quiere peros de su parte y que espera verla el viernes antes de las 9:00 pm de la noche.

Suspire profundo y con ánimos de resignación, pero enojada; no quería ira New York, pero sé que cuando dice que no acepta mis peros habla muy enserio.

Salí del auto y coloque mi mochila en ambos hombros y camine hacia la puerta no tuve tiempo de pasar por los casilleros y me fui directamente al salón de clases, teníamos artes escénicas o teatro jueves en la mañana.

El viernes debo de estar temprano en la mansión de New York o me hará un total escándalo, tendré que inventar una excusa para el tonto auxiliar que trabaja en casa ahora, aunque me parecía un poco menos tonto.

Dic… dic, es el sonido de mensajes de mi celular irrumpió en la clase.