*Jey*
Llevo rato buscándola y no la veo, me empiezo a preocupar, la fiesta se ha salido de control, hay más estudiantes aún.
- ¿Han Visto a Hope? – le pregunto a las chicas que bailan juntas muy divertidas.
- No, - se ríen, - estaba en la cocina con Margaret la última vez que la vimos. – dice Plumette obviamente ebria.
- Sigan bailando, - les digo.
- ¿Qué haces hermano? – se me acerca Jayson, al parecer esta algo sobrio.
- ¿Estás sobrio? – él se ríe y niega.
- Estoy algo feliz. – dice, pero no ebrio a perder la conciencia.
- Supongo que no has visto a Hope, - inquiero.
- Nop, - y se va a donde están las chicas.
- ¿Por qué esa cara de preocupación? – escucho la voz de mi mejor amigo.
- No encuentro a Hope, - le informo. – y tengo un mal presentimiento. – me observa con el entrecejo fruncido.
- La fiesta está fuera de control, - escuchamos una voz tras mi espalda, es Margaret quien se ve aterrada.
- ¿Sucede algo? – pregunta Peet.
- ¿Has visto a Hope? – le pregunto sin esperar más, / esto no me gusta para nada/.
- La vi bailando con Jonathan hace quince minutos, - dice, - pero después se fue algo extraña.
- Hay que buscarla, - dice Margaret con cara de pánico.
- Voy por los chicos. (Zack)
Después de cinco minutos viene con los chicos quienes se ven preocupados.
- Ya estamos todos. (Zack)
- Sofía no sabe dónde está, pero dice que no ha salido de la casa. – dice tecleando su celular.
- Con toda esta gente no la vamos a encontrar. (Plumette)
- Tengo una idea (Peet).
- Yo te ayudo. (Austrid).
- Yo voy con Jonathan, Zack y Jayson vengan conmigo. – digo decidido, tenemos que encontrarla.
- Yo voy con ustedes. – dice Margaret mirando su celular.
Caminamos rápido, chocando con la gente, que baila, se besa, salta al ritmo de la música, visualizo a Jonathan quien baila con una de las chicas del club de libros.
- ¡Hola chicos! – dice cuando nos ve.
- ¿Estabas bailando con Hope? – pregunto sin devolverle el saludo. Él asiente confundido.
- ¿Hace cuánto se fue? – pregunta Zack.
- Hace alrededor de veinte minutos, ¿Por? – pregunta.
- ¿Hacia dónde se fue? – pregunto más angustiado, esta sensación no se me va, sino que aumenta.
- Hacia la cocina, pero se fue muy extraña, dice, dijo algo como que necesitaba el desintoxicador. – dice extrañado y Margaret suelta un chillido.
- ¿Qué mierdas te pasa? – pregunta Jayson.
De pronto todos los chicos empiezan a correr y se escuchan sirenas desde alguna parte, y entiendo que es el plan de Peet. La chica teclea rápidamente algo y recuerdo el código que dijo Hope que marcara.
- Si les sirve de algo, vi que Brat la estaba ayudando. – Todas mis alarmas se disparan.
- Ese idiota. (Jayson)
- No quiero imaginar que le puede hacer.
Me siento enojado que sujeto a Jonathan por el cuello. - ¿Le diste a tomar alcohol? – le pregunto.
- B-Brat… me… pidió, que se lo diera. – lo suelto dejándolo caer al suelo.
- ¡Maldición! – grito y salgo corriendo.
- Vamos chicos está en la casa grande, - dice Margaret y todos corremos hacia adentro.
- Sucede algo Señorita Margaret, ¿Todo bien? – llega Clara, una de las chicas que limpia la planta alta.
- ¿Has visto a Hope? –le pregunta y su cara se tiñe de un miedo impensado.
- No, - dice y nos mira a todos preocupados, saca su celular y marca, - está sonando, pero no contesta, ella siempre contesta.
Ella al igual que otros dos empleados que aparecen, Belén y Oscar; les hacemos las preguntas de lugar.
- No perdamos más tiempo, chicos vengan conmigo, los otros busquen en las otras áreas de la casa.
*Brat*
- Vamos Hope, no te hagas de rogar. – le digo, pero ella solo hace sonidos extraños.
No es nada fácil encontrar una habitación abierta en esta gran casa, sigo caminando con ella en brazos, porque si la cargo se vería muy sospechoso; arrastra los pies, al parecer la pastilla no hizo el efecto que quería.
- ¡Maldición! – exclamo cuando voy por la cuarta puerta y está cerrada.
- Veamos esta otra, - al girar la manilla está abierta. - ¡Bingo! – digo entrando y cerrándola detrás de mí.
- Estas que ardes, Wow… lleguemos hasta la cama. – digo dejándola en la orilla. Enciendo la lámpara de la mesita de noche y me sorprendo de ver esa habitación, femenina, pero de casi niña rica, la miro y su cara parece hincharse, y me acerco, está sudando.
- Vamos te quería loquita, no vuelta un etcétera, la beso, y siento sus labios arder, intento quitarle la blusa que lleva puesta sobre su cabeza.
… - esto será rápido, ya que estas inconsciente, ¿Quién podría enterarse? – ella vuelve a quejarse, y dice un nombre al parecer antes de perder la conciencia.
*Jey*