Capítulo 7
-Creo que te refieres a Emily- dije terminando de juntas las hojas de asistencia e incorporándome. Ian soltó una carcajada y yo no comprendía en que momento llego tan rápido a mí.
- ¿Emily es maestra?- sonríe con simpleza mientras lo miro. Ian me lleva varios centímetros de altura
-Sí, ambas hace unos años ejercemos en esta institución- él asiente- Y con respecto a lo de Ryan no fue mi intención Ian, lo note raro toda la clase, su mirada estaba en la clase pero sin duda su atención no, estaba triste, ido. Perdóname…
-Lo entiendo- me interrumpe- No sé por qué mi padre ha reaccionado así, perdónanos a nosotros
-No hay porque, como su maestra es parte de mí deber no solo enseñar si no velar por la integridad física y mental de mis alumnos. Nunca quise meterme en su vida- dije apenada
-Sé que esa no fue tu intención-asiento-Además Ryan está muy avergonzado por la actitud de mi padre, él me pidió que viniera hasta aquí para disculparse y pedirme que te invite a merendar con él esta tarde en nuestra casa- mis ojos se abren como compota Ryan sin duda es un niño muy atento y dulce.
-Dile que no es necesario, todo ya está arreglado Ian.- El niega con su cabeza- En serio, además no quiero irrumpir en su casa así como así, tu padre…
-Mi padre nada, es Ryan quien te invita y Anna…-dice mirándome con ojos suplicantes- hace meses que Ryan no invita a nadie a casa- sea lo que sea que haya pasado en su vida estos años lo había marcado muchísimo, pobre Ryan.
-Lo haré- dije mirándolo y pude ver en el fondo de ese chico formal y educado el mismo dolor que Ryan expresaba, el también sufría, pero yo desconocía el porqué. Sin duda no era la única que la vida había golpeado en este tiempo. Como un relámpago las palabras de mi nona resonaron en mi cabeza.
-¿Anna?- dijo Ian haciendo volver mi atención a la conversación
-Cuando termine mis clases iré. Dile a Ryan que gracias por la invitación- el asiente feliz- Llevare torta, espero que ambos la pasemos bien
-¿Cómo ambos? Yo también estaré ahí- lo mire confusa y casi por inercia doy un paso hacia atrás- Tranquila, solo por pedido de mi hermano Anna-
-Perdona- el asiente y la campana de inicio de clase hace que mis alumnos entren al aula obligándome a despedirme de Ian
Los niños toman sus asientos y comienzo a tomar asistencia. Todos estaban presentes en la clase, así que comencé a explicar un tema nuevo.
-¿Alguno tiene dudas?-pregunte mirando a los veinticinco estudiantes de cuarto año.
-Profe, yo tengo una duda- dijo Ariana
-Dime- respondí sonriendo, que un estudiantes tenga dudas me llenaba de orgullo, quería decir que se estaba interesando en el tema o en la materia.
-El chico que estaba con usted es ¿Su novio?- todos los estudiantes estallaron en risas mientras yo sentía mis mejillas arder.- Es muy guapo- me guiño un ojo- una risa salió de mí en forma inesperada.
-Ariana, ¿Tienes una duda sobre el tema dado?- ella niega con la cabeza- Con respecto a tu otra duda, tendrás que quedarte con ella, porque no respondo ese tipo de cosas- le guiñe un ojo al igual que ella había hecho.
-Entonces diré que es su novio-
-Ariana- la llame- ¿Quieres doble tarea?-pregunte haciéndome la ofendida
-¿Qué?- negó rápidamente- No profe, por favor, no tarea doble, no.- dijo en suplica
-No la tendrán- dije divertida.- pero la próxima cuida tus dudas
-Lo haré Profesora, disculpe- asentí
-No pasa nada-
-Profe, una última cosa- dijo Ariana
-Dime-
- Admita que es guapo-
Todos los alumnos rieron nuevamente. Ariana era así, una estudiante brillante y muy curiosa. Decidí dar por finalizado el tema riendo con ellos. No iba a responder a eso.
El resto de la clase continúo con normalidad. Hasta que el timbre nos anunció que la misma había terminado.
-No podré volver contigo hoy- dijo Emily entrando al salón de quinto, con quienes había tenido la última clase del día.
-No hay problema, tomaré un taxi- respondí terminando de guardar los útiles esparcidos por el escritorio.
-Harry quiere que lo acompañe a un lugar-
-Oh, una cita secreta- dije tomando mi bolso para juntas abandonar el aula-
-Está muy raro últimamente, le pregunte donde iríamos pero no dijo nada-
-Deja que te sorprenda de vez en cuando- ella alzo sus hombros restándole importancia.- No seas mala con él-
-No soy mala- dijo quejándose- Sabes que no me gustan las sorpresas- bufo
-Lo sé- empuje la puerta de salida- pero a veces es lindo ser sorprendidos por los seres queridos.- le sonreí
-Está bien- rodo los ojos.
-Mañana me cuentas todo-ella asintió- Disfruta a Harry Emily-
-Lo haré- me abrazo y ambas nos despedimos.
El taxi llego y pronto me encontraba en casa. El silencio de la misma inundó mi ser cuando entre. Luego de corregir unos exámenes el sonido de mi celular llego a mis oídos
-Hola Anna, disculpa que te moleste. No olvides que mi pequeño hermano y yo te esperamos para compartirte nuestra merienda-
-Por cierto, eres una privilegiada, a nadie le compartimos comida. Saludos Ian y Ryan
Reí por el último mensaje, Ian era un tanto ocurrente cuando se lo proponía.
-Hola señores, ahí estaré, me siento muy especial a que compartan tremendo tesoro conmigo, aunque no hacía falta, llevare torta de chocolate. Nos vemos- Respondí su mensaje y minutos después llego otro
-Esperamos con ansias esa torta. Y por cierto a ti también.
Reí nuevamente por su mensaje y obligue a mi cuerpo a pararse del escritorio para poder bañarme.
Cuarenta minutos más tarde estaba lista y con la torta de chocolate en mis manos. Lo poco que quedaba del dia traía consigo una pequeña brisa que hacia que mi cabello bailara a su compas. Solo unos pasos me separaban de la casa de Ian, su hogar se encontraba justo en frente del mio. Se trataba de una casa un poco mas gran que la mia con un frente pintado por color blanco acompañada por aberturas en color negro. Todo muy neutro.