No te enamores de Alicia.

Capitulo 4

Era un acosador, si Raven me viera de seguro se estaría burlando de mi y con razón, pero no podía evitarlo yo mas que nadie sabia que Alicia no quería estar sola con el niñato de papi. Me escondí mas entre el arbusto cuando note que los dos gorilas que tiene Alicia por guardespalda salieron del local sin ella, la dejaron sola esos imbéciles, se dejaron sobornar por Dylan dejando sola a Alicia con él, apreté mas los puños conteniendo mis grandes ganas de golpear a los dos gorilas arriesgandome a terminar muy grave en el hospital por culpa de ellos, sin contar los reproches que me pondria Alicia.

 

Desde ahí podía apreciar el asiento donde Alicia se encontraba junto al niño mimado de Dylan, estaba incomoda y no lo sabia porque pudiera apreciar sus facciones con claridad desde mi posición, sino porque yo conocía muy bien a Alicia y sabia que la presencia de él le repugna bastante. Mi teléfono comenzó a sonar en el bolsillo de mi pantalon lo cual ignore totalmente, no me iría a ningún lado hasta que Alicia se fuera a su casa, ya tenia mas que claro que en sus gorilas no podía confiar para que la cuidaran, porque no lo harían y por su puesto la rubia jamas aceptaría que ella no puede sola con esta situación.

 

Dylan se acerco mas a ella y yo me aleje mas de mi escondite, contuve todas mis ganas de ir hasta él y golpearlo hasta dejar todo su rostro ensangrentado y espere que fuera Alicia quien lo alejara, porque conociéndola como lo hago ella lo iba a hacer, en cualquier momento se iría enojada de la cafeteria para largarse a su casa en su infantil bicicleta. No paso, nada de lo que esperaba paso porque ahora Dylan estaba besando a Alicia, o almenos intentarlo, ni siquiera pude entrar en un estado de furia o decepción porque de inmediato la rubia se despego de ese idiota haciendo que mi paciencia se fuera a la mierda, ¿como coño el cabrón de Dylan se atreve a besarle sin su permiso? porque se muy bien ella no queria tenerlo ni a dos metros, así que sin importar que luego Alicia se enojara conmigo por su estúpido orgullo de mierda camine a pasos firme hacia la cafetería con la furia recorriendo todas mis venas, lo golpearía sin importarme una mierda que Alicia se enojara por eso, él se merecia unos buenos golpes. Rápidamente llegue a la puerta de la cafetería abriéndole de golpe provocando el tipico ruido de la campana, al instante mi vista se centro en aquella extraña escena.

 

—Pero ¿que diablos tiene? —grito Dylan exasperado dirigiéndose a la camarera que usaba su bandeja como una especie de ventilador hacia Alicia, la rubia por su parte se encontraba con el rostro enrojecido a mas no poder y su respiración de una manera muy superficial.

 

A zancadas llegue hasta la mesa donde estaba un desesperado Dylan y una preocupada Camarera que no se habían percatado de mi presencia. Tome al maldito rubio por el cuello de su camisa haciendo mas evidente que yo estaba aquí, y si todo esto era culpa de él las iba pagar muy caro.

 

—¿Esto es tu culpa Sanders? —cuestione acercando mas su rostro al mio, quería que él viera toda mi furia para que fuera consciente que sería con él con quien me desquitaría.

 

—¡No caden!, te lo juro yo...

 

Pero no lo deje terminar enfrascando mi puño en su nariz arrojándolo al piso, la chica grito dejando caer la bandeja.

 

—¿Cual es tu maldito problema...?

 

Y lo volví a golpear esta vez en su boca dejando un hilo de sangre por la mismo, estaba apunto de tirarme le encima hasta desfigurarle su preciado rostro cuando la camarera intervino.

 

—¡Basta cavernicola!, ella es la que la esta pasando mal en este momento y ustedes se va poner a pelear, no sean idiotas —grito tomando mi ante brazo con brusquedad demasiado para lo que aparentaba, intentado que bajara mi brazo y no siguiera golpeando a Dylan, la chica tenia razón, la cual no podía negar, pero mi ganas de matar al maldito ese era mucho mas fuerte asi que cuando estaba a punto de mandarla a la mierda otra voz interrumpio.

 

—Caden ¡ya! —espeto Alicia en un hilo de voz apenas audible, me solté de inmediato del agarre de la chica para girarme hacia ella, aun mantenía el rostro enrojecidos y su respiración superficial, aunque mucho mas moderada que antes, sus grandes ojos color miel se encontraban cristalizados por el esfuerzo que ejercía al controlar su respiración

Llegue hasta ella inclinándome a su altura entrelazando mis dedos con los suyos, en ese momento me importaban tres hectáreas de mierda las reglas, yo la necesitaba y necesitaba saber que estaba bien.

 

—Dios, eres una estúpida —susurre uniendo su frente con la mía mezclando nuestras pensadas respiraciones en el proceso, sabia muy bien que Dylan y la camarera que también iba a la misma escuela que nosotros nos estaban mirando como si fuéramos una especie de fenómenos, pero no me importa y por como ella apreto su mano con la mía sabia que tampoco le importaba. Subio su mirada hasta chocar con la mía y así nos quedamos en un silencio sepulcral por lo que hubiera querido que fuera una eternidad, sin embargo solo fueron unos segundos. Finalmente se calmo por completo soltando un largo suspiro y volviendo a respirar con normalidad.




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