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Está historia no es como las otras que escribo y es por que estoy participado en un concurso de terror, así que es muy alejado a lo que yo escribo. Y si ls gusta este género pues lean da mucho miedo.

「ReαℓᎥdαd」

Mi cuerpo estaba inerte a merecer de las dos bestias que me demoraban, una mis extremidades y la otra mi alma. Ojos rojos sediento de mí, sin culpa alguna por el dolor que estaba sintiendo. El placer de mi sangre derramada los endulzaba y cada vez su ego se agrandaba.

Estaba muerta, pero podía sentir el dolor de cómo me arrancaba cada parte de mi cuerpo y el dolor era inexplicable. Mi grito no salía, ni mis lagrimas ante tal dolor. Entonces que estaba sintiendo.

Cierro los ojos al mismo tiempo que los abro.

Mi respiración era frenética mi pecho dolía.

Misma pesadilla de todos los días, pero esta fue tan real que no puedo explicar porque estoy en la misma posición de mi sueño.

Quedo en mi cama tendida ya el miedo era normal en mí que no me inmuto a mi cuerpo que estaba temblando. El cuarto oscuro se encontraba. Y el miedo era mi mejor acompañante ante la soledad y la incertidumbre que algún día vendrá por mí y esta vez no sería un sueño.

– Cariño levántate ya – la voz de mamá se hace presente en mi cuarto.

Asiento sin decir una palabra.

Escuchó el sonido de la puerta cerrándose atrás de ella.

Y solo puedo pensar que la extraño tanto.

Ojalá no la viera.

Tapo mi rostro con la sabana y hago lo mismo de todos los días.

Lloro rezando para que no me moleste más. O cualquier otro espíritu que viene para atormentarme. Ver a los muertos no es una cualidad que me guste decir.

Misma hora, mismo lugar de todos los días.

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.Participando en el concurso de terror...