Últimamente se sentía observada.
Sabía quien era.
Era él.
Ella quería huir de su mirada, pero lo cierto es que ella era la que lo encontraba.
Sus ojos no brillaban. Pero si la intimidaban.
Sintió un escalofrío recorrer su cuerpo.
Se escuchó de nuevo el silbido. Miro a todos lados, no había nadie.
Excepto él.
No
Corrió hacia él, estaba al otro lado de la calle.
Alguien la tomo del brazo.
La oscuridad la invadió.