Cada vez que lo recordaba ella lloraba.
—¡eres un maldito demonio ! Y es cierto pues no se nada de ella de acuerdo, pero un demonio no creo que tenga una buena vida !! O¿si? Además no me interesa—
Era como un disco rayado en su cabeza.
Maldecía el haber mostrado debilidad.
Pero, el era quien la hacia humana.
Un poco.
Era cierto, ella era un maldito demonio.
Uno que lo protegería.
Ella lo haría.
Si tenia que herir , lo haría.
Y si tenia que matar, lo haría.