El ángel se levanto del suelo. La furia lo invadía.
Esa estúpida no iba arruinar sus planes.
Oh no.
Miro a sus compañeros.
—encuentrenlo y traiganlo— hizo una pausa— solo a él—
—pero señor, ella — inquirió otro.
No eran tontos, ella no era cualquier demonio.
—no me importa ella, matenla si es necesario. Ella tiene a uno de los nuestros...—
Este salió del lugar dando un portazo